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Como evitar la contaminacion de los alimentos.

Con la llegada del verano crecen en frecuencia las diarreas relacionadas con contaminación de los alimentos; por ello es recomendable no descuidar aspectos de seguridad, particularmente en el caso de ciertas formas de contaminación ocasionadas por el agente patógeno Salmonella typhimurium, o simplemente salmonela.

Las salmonelas y sus consecuencias

La salmonela es un agente patógeno que provoca infecciones graves, incluso fatales si afectan a niños muy pequeños o debilitados. Otro grupo de personas particularmente susceptibles son los inmunosuprimidos, es decir, los pacientes con alteración de su sistema inmunológico.
En el caso de personas sanas, aunque no reviste una gravedad tan notoria ocasiona:
fiebre
diarrea (a veces con pérdida de sangre)
náuseas y vómitos
dolor abdominal
Tanto en los EE.UU. como en la mayoría de los países del mundo existen organismos de control de infecciones y diversas entidades que se encuentran alertas frente a eventuales brotes. Más allá de los esfuerzos y medidas que puedan adoptar las entidades oficiales o extraoficiales, sin dudas el primer eslabón en la prevención se ubica en la actitud cotidiana de todos los consumidores.

Las formas de la prevención


La prevención de la salmonelosis y otras infecciones a punto de partida de alimentos frescos se logra con varias medidas, muchas de ellas fáciles de llevar a cabo. Pueden mencionarse:

  • No adquirir productos con su envase roto o dañado
  • Cuando se adquieren verduras o frutas frescas cortadas o en trozos, elegir solamente las bandejas adecuadamente refrigeradas, de ser posible, rodeadas de hielo.
  • Ubicar las verduras y las frutas frescas en bolsas diferentes de las que contienen la carne vacuna, pollo o productos de mar, cuando se los traslada desde el comercio hasta el hogar.
  • Conservar las frutas o vegetales perecederos (como lechuga, hierbas, frutillas y hongos) en un refrigerador limpio, aproximadamente a 8oC o menos (temperatura de las heladeras domésticas).
  • Los alimentos que se adquieren frescos (frutas y verduras) y ya cortados, pelados o acondicionados como para cocinar sin mayores esfuerzos, deben ser refrigerados dentro de las 2 horas de haber sido adquiridos.
  • Lavarse adecuadamente las manos antes de cocinar.
  • Descartar las partes, hojas o tallos dañados del vegetal que irá a elaborar.
  • Lavar SIEMPRE frutas y verduras cuidadosamente
  • Si adquiere vegetales o frutas húmedos (como sucede en los que se toman de las góndolas de muchos supermercados), al llegar a su casa es conveniente secarlos cuidadosamente con una toalla de papel. Los vegetales mojados son una excelente ámbito para el desarrollo de microbios.
  • No utilizar los mismos cuchillos o tablas de picar para carnes que para verduras o frutas.


A muchos lectores estos consejos les parecerán muy básicos, ya que sus propias madres o abuelas se los transmitieron y enseñaron desde la infancia. No obstante, en la agitada vida cotidiana, muchas veces se pasan por alto estas simples medidas de higiene y las consecuencias no se hacen esperar. Téngalo en cuenta.

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