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Descansar: una de las claves para sentirse y estar bien

Durante las horas de sueño el organismo recupera energía, condición que le permite encarar el día siguiente con fuerzas. De lo contrario, la nueva jornada le deparará cansancio, somnolencia, desgano y, sobre todo, irritación. Para los más chicos es recomendable programar una rutina estricta y evitar las distracciones en la habitación como el televisor y la computadora.

Caminar, reírse, cantar y dormir son algunas de las actividades que forman parte de la vida cotidiana de cualquier hombre o mujer del mundo y que, a menudo, son citadas por los médicos como cuestiones fundamentales a la hora de mantener un buen estado de salud que se traduce básicamente en sentirse y estar bien. Frente a esta cuestión el interrogante que sobrevuela es si es posible que algo tan básico como descansar y disfrutar de dormir tenga efecto sobre la salud. Ante la necesidad de respuestas, los especialistas sostienen que sí.

Por empezar, dormir la cantidad de horas que el organismo necesita para recuperarse -cifra que depende de las actividades que se lleven a cabo durante el día aunque la recomendación habitual es contar con aproximadamente ocho horas de sueño diario- posibilita que el día siguiente pueda encararse con energía. Mientras que si el descanso no es el adecuado la jornada estará caracterizada por el desgano, la somnolencia y el mal humor.

Por otro lado, de acuerdo con los datos proporcionados por diversos estudios publicados en los últimos años, dormir poco favorece el aumento de peso. Esto se debe, en primer lugar al desequilibrio hormonal que se produce cuando el descanso no es suficiente; y en segundo término, al incremento de la sensación de hambre. En el caso de los más chicos y adolescentes, esto es especialmente importante, sobre todo en la época actual en la cual los niños suelen pasar largas horas frente al televisor, jugando a la playstation o bien hablando con sus amigos a través de la computadora. Estos hábitos cambian la rutina y provocan que el momento de acostarse se retrase.

"Este tema es muy importante, porque cada vez se vincula más la falta de sueño con el desarrollo del Síndrome Metabólico (SM). Hay estudios epidemiológicos muy importantes que establecen un nexo entre algo que es un hecho: que la población duerme actualmente menos que hace unos años debido a los cambios que se produjeron en el estilo de vida, y el desequilibro hormonal que se produce cuando el organismo no descansa lo suficiente. Al estar más horas despiertos, se incrementa la actividad de las hormonas que favorecen el apetito, que trabajan durante el día, imposibilitando la acción de aquellas que lo inhiben y suelen activarse en la noche. Cuando la programación fisiológica que impone un descanso promedio de ocho horas se modifica, comienzan a surgir problemas que repercuten en diversos niveles del organismo", el doctor Daniel Cardinali, médico neurólogo y profesor titular de la Cátedra de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Datos de investigaciones recientes

Encabezado por la doctora Emily Snell, un estudio publicado en la revista Child Development señaló que en el caso de los chicos y los adolescentes -fueron considerados en la experiencia 2.281-, aquellos que no duermen la cantidad de horas necesaria para recuperarse, presentan mayores posibilidades de engordar que los que descansan más.

Esto se debe a que la regulación del descanso ejercida por el sistema nervioso autónomo, que se pone en funcionamiento durante el sueño profundo, debe mantener un equilibrio. En caso de que éste se altere, la localización central de grasa, entre otros mecanismos, puede verse favorecida.

En cuanto a los mayores, el ensayo coordinado por el doctor Patrick Strollo, director médico del Centro de Medicina del Sueño de la Universidad de Pittsburgh en Estados Unidos, demostró que las personas que no duermen lo suficiente tienden a pesar más, debido a que al afectarse el sueño se modifica el nivel de las hormonas leptina y grelina, encargadas de regular el apetito. "Existe un equilibrio dinámico entre el sueño apropiado y un estado de salud adecuado. Por esa razón, la privación del sueño afecta el peso y muchas otras cosas. Además, las personas que tienen sobrepeso podrían tener un sueño menos tranquilo debido a la acidez gástrica, los ronquidos o a trastornos del sueño más graves como la apnea del sueño o el síndrome del comedor nocturno", detalló el especialista norteamericano.

¿Cuánto dormir?

Aunque, como fue dicho, la cantidad de horas de descanso depende del desgaste que se produzca durante el día -por lo que es necesario que exista un equilibrio entre las horas de sueño y vigilia-, por lo general los adultos deberían dormir por al menos siete u ocho horas diarias, mientras que los mayores suelen descansar por períodos más breves, varias veces al día.
Los chicos, en cambio, deben prestar más atención a la cantidad de horas de descanso -los especialistas recomienda que entre los 5 y 12 años duerman entre diez y once horas por día, mientras que los adolescentes suelen estar aptos para encarar el día con ocho horas por noche- dado que la mayoría de ellos va al colegio muchas horas al día y además, realiza actividades extracurriculares o deportes que generan mucho desgaste físico.
Por otro lado, cabe destacar que si no descansan lo necesario, al día siguiente se sentirán desganados y no serán capaces de cumplir con sus actividades, sobre todo con aquellas que impliquen desgaste físico, cayendo en el sedentarismo, otro factor a tener en cuenta al momento de considerar el aumento de peso.

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