Aviso sobre el Uso de cookies: Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del lector y ofrecer contenidos de interés. Si continúa navegando entendemos que usted acepta nuestra política de cookies. Basado en la politica de Google Adsense. PUEDE LEERLO EN EL ENLACE A CONTINUACIÓN

Lo que no debe olvidar el paciente hipertenso

Aunque parezca una carga insoportable, padecer diabetes mellitus e hipertensión arterial no debe ser un motivo para sentirse menoscabado, abrumado o furioso contra el mundo.En la actualidad, basta con seguir algunas pautas relacionadas con el estilo de vida (alimentación, actividad física, reducción del estrés) y cumplir con las indicaciones de tratamiento médico, para poder mantener bajo control ambas situaciones. Ya se han visto en otras notas algunos consejos para la Hipertension. Sólo basta entonces tener en cuenta algunos consejos para que todos esos elementos jueguen a favor y se logren los objetivos deseados.
A tener en cuenta...
Una serie de breves consejos pueden ser de utilidad para poder mantener bajo control la presión arterial. Aquí le brindamos algunos de ellos:

1. Es importante tener en claro que el hecho de que el médico clínico o el especialista le haya indicado medicación antihipertensiva (para bajar la presión) no significa que pueda dejar de lado el plan de alimentación y de actividad física. Se trata de medidas de tipo complementario y no excluyentes. Más aún, si se dejan de lado algunas medidas relacionadas con el estilo de vida, como por ejemplo descansar poco, consumir alimentos ricos en sodio o fumar, el empleo de medicación será menos efectivo y será necesario recurrir a más dosis o medicación agregada.

2. Cada vez que el médico le indique un medicamento, lo hará estableciendo la cuál es la dosis inicial y cómo debe eventualmente incrementarla, según la respuesta de su propio organismo. Ajústese estrictamente a esas indicaciones y concurra a la visita médica destinada precisamente al ajuste de las dosis.

3. Todos los medicamentos pueden provocar lo que se conoce como efectos secundarios, es decir, acciones que pueden acompañar a los efectos principales por los cuales se los indica. En general, se trata de efectos leves, que pueden incluso pasar desapercibidos o no presentarse nunca y que suelen desaparecer con el correr de los días, luego del inicio. En ningún caso, su aparición debe ser motivo de la supresión por cuenta propia de dichos agentes. Siempre es conveniente conversar con el médico acerca de la aparición de este tipo de síntomas y de la conducta a seguir.

4. Además de tomar las drogas indicadas, es necesario hacerlo de la manera correcta. Es decir, cumplir con la dosis, la forma de administración (en ayunas, después de comer o a un intervalo estipulado) porque cada droga tiene su mecanismo de acción de que depende de factores tales como la ingesta alimentaria, el período de mayor estrés, etc.
5. Como en toda medicación de uso crónico, no es inusual olvidar la toma de alguno de los medicamentos indicados (¡Si lo sabrá el diabético!). Por este motivo, resulta útil asociar la toma de medicación a algún acto rutinario del que difícilmente nos olvidemos. Un ejemplo sería colocar el frasco de las medicinas junto al cepillo de dientes o en la repisa donde dejamos las llaves o próximo al despertador, en la mesa de luz.

En ocasiones, tomar con regularidad y constancia la medicación indicada, puede no ser equiparable a un buen control tensional. Por esta causa, es conveniente que más allá de seguir al pie de la letra las indicaciones terapéuticas se controle la presión arterial a intervalos cercanos, sobre todo luego del inicio de un plan terapéutico o de modificaciones en la terapia previa. Registre los valores obtenidos y comuníquese con su médico a la brevedad si los resultados no son satisfactorios o los que su médico le ha indicado.
En una próxima nota, continuaremos con otros consejos destinados a mejorar sus resultados.

No hay comentarios: