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Inmunoterapia ¿el momento ‘penicilina’ de la oncología?

De un tiempo a esta parte, la oncología está ofreciendo respuestas positivas en su lucha contra algunos tipos de cáncer que hasta hace bien poco tenían muy mal pronóstico. 

El secreto de esta oleada de optimismo viene de la unión de dos campos de la medicina que llevaban demasiados años dándose la espalda: la oncología y la inmunología.

Uno de los mayores problemas del cáncer es que es una explosión incontrolada de células anormales propias, que se reproducen alocadamente sin que el sistema inmunológico las reconozca como un agente dañino. Ese mecanismo de propagación, capaz de burlar a nuestras defensas, es lo que hace que tengamos que recurrir a tratamientos súmamente tóxicos como la quimioterapia o la radioterapia. Por desgracia, algunos tipos de tumor como el melanoma, el cáncer de pulmón, el de páncreas, o algunos tipos de linfoma, ni siquiera respondían bien a estas terapias tan agresivas.

Y es contra este tipo de tumores donde la así llamada inmunoterapia está arrojando resultados positivos, si bien nos encontramos aún en fases muy tempranas en cuanto a ensayos clínicos se refiere.

Pero vamos a empezar por el principio. ¿En qué consiste la inmunoterapia? En junio de 2016 hablé sobre esta técnica en este mismo blog, y entonces comentaba cómo los doctores están ideando fórmulas para estimular al sistema inmunitario de modo que reconozca a los tumores como enemigos, e inicie el combate para su erradicación.

Existen diversos enfoques para lograr esta estimulación, pero lo cierto es que un número cada vez mayor de laboratorios oncológicos de vanguardia en todo el mundo, comienzan a experimentar con esta idea. Esta misma semana, de China llegaban noticias prometedoras de una terapia experimental aplicada a pacientes con linfoma de Hodgkin, un tipo de cáncer de sangre que afecta al sistema linfático.

En 2013, cuando la revista Science reconoció a la inmunoterapia como hallazgo científico del año, el expresidente de los Estados Unidos Jimmi Carter habría tenido pocas posibilidades de sobrevivir al melanoma en fase avanzada que se le detectó en su cerebro. Sin embargo, un fármaco llamado Pembrolizumab, obró el milagro al despertar la respuesta de su sistema inmunológico. El éxito fue tal que hoy no queda ni huella de aquel tumor.



Casos como este tal vez expliquen por qué en 2013 solo un 1% de los estudios presentados en el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica se basaban esta técnica. En 2014 la cifra subió al 10%, y en 2015 al 25%. Eso habla bien a las claras de la expectación que la inmunoterapia está despertando en el mundo académico.

Veamos un ejemplo de lo que estas terapias experimentales pueden llegar a hacer, tomado de New Scientist. Vicky Brown es una mujer británica a la que le detectaronmelanomas en garganta y pecho. Tras el terrible diagnostico en 2013, propusieron a Brown su participación en unas pruebas experimentales realizadas en el Hospital Royal Marsden de Londres, pruebas que cambiaron su vida por completo. De una muerte casi inevitable, en cuestión de semanas tras iniciar el tratamiento, sus tumores se desvanecieron. Brown sigue viva a día de hoy, tres años después de su diagnístico. Los doctores que la atendieron afirman que no habían visto unos resultados tan rápidos en su vida.

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