Aviso sobre el Uso de cookies: Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del lector y ofrecer contenidos de interés. Si continúa navegando entendemos que usted acepta nuestra política de cookies. Basado en la politica de Google Adsense. PUEDE LEERLO EN EL ENLACE A CONTINUACIÓN

Beber afecta la memoria

Los adolescentes que consumen cantidades inmoderadas de alcohol corren el riesgo de sufrir lagunas mentales y problemas de memoria días después de una juerga, según un estudio de las universidades británicas de Northumbria y Keele.
Un equipo de científicos de ambos centros comparó pruebas de memoria de 26 jóvenes que bebieron en exceso y 34 que no, y determinó que el primer grupo tuvo peores resultados que el segundo.
En una conferencia de la Sociedad Británica de Psicología, los académicos advirtieron que el consumo excesivo de alcohol puede dañar el cerebro de una persona en pleno desarrollo.
Un portavoz de la organización no gubernamental Addaction señaló que beber cantidades exageradas pone en peligro a los jóvenes.
Pero aunque ya se sabía que beber en exceso puede afectar la memoria, el estudio de Northumbria y Keeley se concentró en estudiantes entre 17 y 19 años cuyos cerebros todavía están desarrollándose.
Se considera que una persona consume cantidades excesivas de alcohol cuando bebe una o dos veces por semana y consume al menos ocho unidades en una sesión si es hombre o seis si es mujer.
Los investigadores indicaron que los bebedores que participaron en el estudio consumieron alrededor de 30 unidades en dos sesiones.
Según el sistema británico, una copa de 125 mililitros de vino tiene 1,5 unidades de alcohol; una botella de cerveza tiene 1,7 unidades, y una copa de 50 mililitros de licor tiene dos.

Acumulación de problemas

Los adolescentes se sometieron a nuevas pruebas tres o cuatro días después de su última sesión de tragos, cuando sus organismos estaban limpios de alcohol.
Los científicos les preguntaron con qué frecuencia olvidan hacer cosas que pensaban hacer, como reunirse con amigos, y les mostraron el video de un día de compras.
Después les dieron un par de minutos para memorizar una serie de tareas basadas en algunas claves del video, como enviar un mensaje de texto a un amigo, o revisar sus cuentas bancarias después de ver a una persona sentada en una banca.
El director del estudio, doctor Thomas Heffernan, de la Universidad de Northumbria, señaló que "no se encontraron diferencias entre quienes beben mucho y quienes beben poco en los cuestionarios, pero se vio una diferencia significativa en lo relativo a lo que recordaron del video".
Según el doctor Heffernan, "aunque los bebedores afirman que tienen buena memoria, no tuvieron tan buenos resultados en la prueba del video, y recordaron menos que los otros".
El académico sugirió que la corteza pre-frontal del cerebro, conocida como hipocampo, había sufrido daños.
"Hay señales de que el exceso de alcohol daña partes del cerebro relacionadas con la memoria cotidiana. Esos adolescentes podrían no sólo estar perjudicando su memoria, sino que además podrían estar creando problemas que los afectarán en el futuro".
Un portavoz de Addaction señaló que cuando datos oficiales indican que hay cada vez menos jóvenes que beben en general, "un pequeño grupo de adolescentes bebe más antes de tiempo. Muchos de ellos todavía están en la escuela primaria y consumen más del doble de la cantidad recomendada para mujeres adultas".
El tiempo dirá qué consecuencias tienen esos tragos en su desarrollo.

El control intensivo de la glucosa reduce las complicaciones graves

Los resultados del estudio ADVANCE muestran los beneficios derivados de reducir los niveles de hemoglobina A1c al 6,5% o por debajo.
Los nuevos resultados del estudio ADVANCE, un gran ensayo clínico sobre el tratamiento de diabetes, muestran que el control intensivo de la glucosa en sangre, utilizando glicazida de liberación modificada y otros fármacos requeridos, protege a los pacientes frente a las complicaciones graves de la enfermedad.
En particular, el tratamiento intensivo reduce en una quinta parte el riesgo de enfermedad renal. Los resultados del estudio ADVANCE (Acción contra la Diabetes y la Enfermedad Vascular), que se presentaron en el marco de la reunión anual de la Asociación Americana de Diabetes y publicados en "The New England Journal of Medicine", muestran que esta estrategia de tratamiento intensivo tiene el potencial de beneficiar a millones de pacientes diabéticos de todo el mundo.
El Prof. Stephen MacMahon, investigador principal del estudio y director jefe del George Institute for International Health (Australia), manifestó que "nos enfrentamos a una epidemia global de diabetes. Los resultados del estudio ADVANCE van más allá de los datos existentes, y demuestran ahora que el reducir el nivel de hemoglobina A1c al 6,5% es una forma segura y efectiva de reducir las complicaciones graves, particularmente el riesgo de enfermedad renal, que conduce a la muerte a una de cada cinco personas con diabetes."
"La hipoglucemia fue poco frecuente en el estudio, aunque, tal como se esperaba, fue más frecuente entre aquellos pacientes que recibían el tratamiento intensivo," señaló la directora de la investigación, la Prof. Anushka Patel. "Estos hallazgos refuerzan el hecho de que la reducción de la glucosa en sangre en la diabetes es segura y desempaña un papel importante en la prevención de las complicaciones graves."
"Además, en contraposición al estudio recientemente interrumpido ACCORD, no hubo ninguna evidencia de ningún riesgo aumentado de muerte entre aquellos que recibían el tratamiento intensivo en el estudio ADVANCE."
El estudio involucró a médicos independientes de 20 países de todo el mundo. Participaron 11.140 pacientes con diabetes tipo 2, a los cuales se les trató y monitorizó durante cinco años. El objetivo fue reducir los niveles de hemoglobina A1c al 6,5% o por debajo. El tratamiento intensivo incluyó una sulfonilurea: la glicazida de liberación modificada, para todos los pacientes, y otros fármacos que fuesen requeridos para lograr el objetivo de hemoglobina.
Los principales hallazgos del estudio demuestran que el tratamiento intensivo de reducción de glucosa en sangre controló de manera segura la glucosa en la sangre a un nivel HbA1c medio del 6,5%.
El tratamiento redujo de manera significativa el riesgo general de complicaciones graves asociadas a la diabetes (en un 10%), con una reducción de una quinta parte de las enfermedades renales (21%) y un 30% de reducción en el desarrollo de proteinuria, marcador del riesgo cardiovascular incrementado.
También logró una tendencia positiva hacia la reducción del riesgo de muerte cardiovascular (12%), aunque este parámetro no fue estadísticamente significativo.
"Hoy, está claro que la prevención de las complicaciones vasculares importantes de la diabetes requiere de un planteamiento multifactorial que haga frente a todos los factores de riesgo modificables, entre los cuales el control intensivo de la glucosa juega un papel importantísimo, en particular protegiendo a los riñones", concluyó el Prof. John Chalmers, presidente del grupo directivo del estudio.

Fumar debilita la memoria

¿A menudo no recuerda dónde ha dejado las llaves, qué hizo el mes pasado o cómo se llamaba aquel restaurante que tanto le gustó? Sepa que la culpa de tantos olvidos puede tenerla el tabaco. Según sugiere un estudio, fumar hace que nuestra memoria se resienta.
"Varios trabajos han señalado que el tabaco es un factor de riesgo para la demencia, pero queríamos examinar si los fallos cognitivos ya están presentes en los fumadores de mediana edad", explican los autores de este trabajo –miembros del Instituto Nacional de Salud e Investigación médica de Villejuif (Francia)-, cuyas conclusiones se publican en el último número de la revista 'Archives of Internal Medicine'.
Para llevar a cabo su trabajo, estos investigadores realizaron un seguimiento durante aproximadamente 17 años a más de 10.000 funcionarios británicos que, al inicio del estudio, tenían edades comprendidas entre los 35 y los 55 años.
Además de un registro de sus hábitos, los participantes completaron periódicamente varios test de memoria, razonamiento, vocabulario y fluidez verbal. Parte de los individuos analizados falleció durante la recopilación de datos o abandonó la investigación, por lo que, finalmente, los investigadores manejaron información de un total de 4.659 individuos.

Datos llamativos

Los resultados del análisis mostraron que los fumadores habituales tenían peor memoria y habilidades de razonamiento que los participantes que no habían probado el tabaco en su vida.
Además, los investigadores comprobaron que entre los adictos al tabaco había un riesgo mayor de muerte y una tasa más alta de abandono del estudio.
Sin embargo, los autores de este trabajo también se dieron cuenta de que las consecuencias del tabaco no parecían ser irreversibles. Según sus datos, quienes habían sido fumadores pero habían dejado el hábito años atrás presentaban mejores habilidades cognitivas que los fumadores habituales. Es más, haber dejado el tabaco había hecho mejorar los hábitos saludables de este grupo de participantes. Así, los registros mostraban que estos ex fumadores habían empezado a comer mejor, practicar más ejercicio y beber menos alcohol al tiempo que abandonaban el tabaco.
"Nuestros resultados muestran una asociación entre el hábito de fumar y el riesgo de sufrir déficits de memoria y una disminución de la capacidad de razonamiento", explican los autores de este trabajo, quienes también subrayan que los resultados del estudio pueden estar "subestimados debido a la muerte prematura y a la menor participación en los test cognitivos de los fumadores".
En sus conclusiones finales, remarcan que dado que dejar de fumar en la mediana edad se asocia con la mejora en otros hábitos de vida saludables, "los mensajes de salud pública sobre tabaquismo deberían dirigirse a fumadores de todas las edades".