Aviso sobre el Uso de cookies: Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia del lector y ofrecer contenidos de interés. Si continúa navegando entendemos que usted acepta nuestra política de cookies. Basado en la politica de Google Adsense. PUEDE LEERLO EN EL ENLACE A CONTINUACIÓN

Porque el ajo es muy saludable.

Desde hace mucho tiempo los nutricionistas saben que un compuesto que se encuentra en el ajo, denominado alicina , es la responsable del aroma y el particular sabor de esta hortaliza.

Pero, además de saborizante esta molécula podría ser un poderoso antioxidante. Sin embargo, los investigadores no habían podido determinar cómo funcionaba la alicina ni en qué se asemejaba a otros antioxidantes , que se sabe- frenan los efectos dañinos que los radicales libres causan en las células del cuerpo.

"No entendíamos por qué el ajo contenía un antioxidante tan efectivo, ya que es una verdura que parece carecer de una concentración significativa de los diversos tipos de compuestos que usualmente- son los responsables de generar esa alta actividad antioxidante (y saludable) en las plantas. Así es como funcionan los flavonoides encontrados por ejemplo, en el té verde o en las uvas", afirmó Derek Pratt, profesor de química de la Queens University, en Ontario, Canadá, en un comunicado de prensa de esa unidad académica.

Y agregó: "si la alicina era la responsable de la actividad en el ajo, queríamos averiguar cómo funcionaba en forma tan efectiva".

LO QUE SE ENCONTRO

En una serie de experimentos de laboratorio, Pratt y sus colaboradores determinaron que la descomposición de la alicina en subproductos generaba entre otras nuevas moléculas- ácido sulfónico, un elemento que reacciona en forma veloz y violenta frente a los radicales libres.

"Básicamente, la alicina debe descomponerse para poder generar sus potentes acciones antioxidantes. Y es la reacción entre el ácido sulfónico y los radicales libres la que es tan rápida. "Hasta ahora no conocíamos compuestos, ni naturales ni sintéticos, que reaccionaran tan rápido ante los antioxidantes", dijo Pratt.

"Aunque el ajo es una planta que viene siendo utilizada desde hace siglos como medicamento, hasta ahora no habíamos encontrado una explicación convincente de porqué el ajo resulta algo tan bueno para la salud", concluyó Pratt."Creo que hemos dado un paso importante en el descubrimiento de los mecanismos bioquímicos que pueden aclarar los beneficios saludables del ajo".

Prevención del ictus

Existen una serie de medidas que ayudan eficazmente a prevenir los accidentes cerebrovasculares y otras afecciones vasculares, a la vez que mejoran la calidad de vida en general.

Las afecciones vasculares del sistema nervioso central tienen su expresión más notoria en la aparición de los denominados ictus o accidentes cerebrovasculares (ACV), con sus múltiples manifestaciones clínicas. Afortunadamente existen una serie de medidas que se pueden adoptar para prevenir esos eventos, las cuales, a su vez, constituyen una excelente forma de prevención de otros trastornos de tipo vascular o metabólico.

“Manos a la obra” en la prevención del ACV

A continuación, algunas pautas básicas para prevenir el ACV que seguramente su médico le propondrá:

  • Controlar la presión arterial No sólo son importantes los controles de la presión arterial a intervalos regulares, sino también tomar los medicamentos indicados por el médico o efectuar una consulta, en caso de que los valores se eleven por encima de los estipulados como seguros.
  • Vigile periódicamente su salud en general. No sólo la hipertensión puede ser un factor predisponente al ACV sino que existen otras afecciones que también aumentan el riesgo de ictus. Entre ellas, arritmias cardíacas, colesterol sanguíneo elevado y diabetes. También en estos casos, es importante no omitir la toma de medicación ni los controles pertinentes.
  • Combatir la depresión y el estrés. Independientemente de rasgos de personalidad, la vida actual nos somete a situaciones donde el estrés está presente como principal protagonista. Muchas veces también las frustraciones y los vaivenes económicos y sociales provocan cuadros de depresión, de los que pocos están exentos. La permanencia en el tiempo del estrés simultáneamente o no a la depresión, son factores que contribuyen a alterar la salud en general. Por lo tanto, si nota que esta alteración del humor o la tensión excesiva no se resuelven, no dude en la consulta a un profesional de la salud.
  • Discutir con su médico el empleo de pastillas anticonceptivas o terapia de reemplazo hormonal en la menopausia. Los estrógenos pueden provocar cambios en la circulación sanguínea que en algunos casos deben ser evitados.
  • Dejar de fumar. El consumo de cigarrillos duplica el riesgo de ACV porque tiende a producir espasmos (cierre) en sus arterias y favorecen la formación de coágulos. También para estos casos es posible solicitar la ayuda médica para evaluar eventuales terapias o fármacos y considerar la participación en grupos de autoayuda. Muchos especialistas consideran que ésta es, sin dudas, la medida preventiva más importante.
  • Vigilar el peso corporal. El sobrepeso es un factor de riesgo de varias situaciones que indirectamente favorecen la presentación de un ACV: la hipertensión arterial, las cardiopatías y la diabetes.

En una próxima nota trataremos dos aspectos centrales (alimentación y actividad física) que contribuyen a este objetivo.

Gripe saltó de los humanos a los cerdos y de vuelta a los humanos

La epidemia tendría componentes que se remontan a patógenos de principios del siglo pasado.

El mundo entero ha estado atento a la evolución de la gripe A (H1N1). Mucho se ha dicho sobre el número de casos registrados y sus vías de contagio, pero poco se ha mencionado sobre su origen. El médico infectólogo paraguayo Eugenio Báez explica que los cerdos son víctimas tanto de la gripe porcina como humana y las personas que estén en contacto con estos animales pueden enfermarse y viceversa. Sin embargo, “la gripe porcina no se contagia de persona a persona”, aclara.
La influenza H1N1 del brote mexicano es diferente, ya que sí ha demostrado su capacidad de contagio entre sujetos. Hasta el momento, la OMS afirma que como todos los virus gripales del tipo A, esta nueva cepa tiene ocho piezas de ARN o segmentos genéticos. Seis de ellos son muy parecidos al virus que afecta a cerdos en Estados Unidos y dos de ellos son similares a los que aquejan a las especies porcinas de Europa y Asia.
A lo anterior, se le suma el componente “americano” cuyos orígenes radican en una combinación de genes humanos, aviares y porcinos. Por este motivo, postula Báez, el H1N1 “se trataría de una mutación mayor del virus”.

Suma de virus

Pero sería injusto señalar a los cerdos como los culpables, al menos así lo sostiene el último informe sobre virus circulantes de influenza A en la población humana, publicado por el Centro Norteamericano para el Control de Infecciones (CDC por sus siglas en inglés) de Atlanta, Estados Unidos, dado a conocer por elpais.com.
El documento indica que los principales virus de la gripe porcina son H1N1 y H3N2. El primero fue transferido de humano a cerdo en 1918, dando lugar a las cepas clásicas de H1N1 porcino. El segundo se transmitió en 1968. Además, en 1979 el nuevo virus aviar H1N1 contagió a la población de piaras del norte de Europa. El mismo subtipo se aisló después en enfermos europeos con gripe.
Asimismo, estos animales no solo tienen virus porcinos, sino también aviares y humanos, advierte el Instituto Veterinario de Shanghai, China, luego de que estudiaran las secuencias de virus aislados de cerdos en las provincias de Guangdong y Henan (en ambas partes descendían de la gripe estacional humana del 2000 y de los años 80 respectivamente).
Pese a que se han identificado las piezas genéticas que componen esta nueva cepa, el mundo científico aún no puede descifrar de dónde sacó esta nueva gripe todos esos genes. “Se ha andado mezclando por todas partes y su genética es muy complicada”, concluye el virólogo John McCauley, del Medical Research Council británico.

Gripe porcina producida por la influenza A H1N1

Es una enfermedad respiratoria de los cerdos causada por el virus de la gripe tipo A, el cual provoca brotes comunes de gripe entre estos animales. Los virus de la gripe porcina enferman gravemente a los cerdos, pero las tasas de mortalidad son bajas. Estos virus pueden propagarse entre los cerdos durante todo el año, pero la mayoría de los brotes infecciosos ocurren en los meses finales del otoño e invierno, al igual que los brotes en las personas.

¿Cuántos virus de la gripe porcina hay?
Al igual que todos los virus de la gripe, los virus de la gripe porcina cambian de manera constante. Los cerdos pueden estar infectados por los virus de la gripe aviar y humana, así como también por los virus de la gripe porcina. Cuando los virus de la gripe de otras especies infectan a los cerdos, los virus pueden reagruparse (es decir cambiar sus genes) y pueden surgir nuevos virus de la mezcla de los virus de la gripe porcina con los de la gripe humana o aviar.
A través de los años, han surgido diferentes variaciones de los virus de la gripe porcina. En la actualidad, hay cuatro subtipos principales del virus de la gripe tipo A aislados de cerdos: H1N1, H1N2, H3N2 y H3N1. Sin embargo, la mayoría de los virus de la gripe aislados recientemente de cerdos han sido los virus H1N1.
En el caso del actual brote, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó que al menos algunos de los casos corresponden a una cepa nunca antes vista del virus H1N1 de la gripe A. Aunque es llamada gripe porcina, esta nueva cepa no infecta y nunca ha sido vista en cerdos. La amenaza es la transmisión de persona a persona. ¿Cuáles son los síntomas de la gripe porcina en los seres humanos?
Los síntomas de la gripe porcina en las personas son similares a los de la gripe común en seres humanos y entre estos se incluyen fiebre, letargo, falta de apetito y tos.