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Lo que debemos conocer sobre dietas y alimentación

Para que sea buena, la alimentación debe ser variada y armónica, completa y adecuada; la moderación en la cantidad y calidad es la base de una buena salud. Es conocido que en nuestro país la dieta consiste básicamente en carnes rojas, vísceras y frituras en general, alimentos con gran contenido de grasa; lo cual es peligroso para la salud, pues conlleva al descontrol del colesterol, los triglicéridos y lípidos.

Profesionales de Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social recomiendan a la población a tener en cuenta regímenes alimenticios variados y armónicos, completos y adecuados para cuidar la salud y calidad de vida; la elaboración de los alimentos debe ser cuidadosamente seleccionada, en lo posible, no fritarlos (es recomendable usar frecuentemente el horno, la parrilla, el tata-kua o recipientes anti-adherentes como el teflón). Hay que tener presente que aun los aceites vegetales, al freírlos, se transforman en saturados; además, vale destacar que los aceites recalentados son muy dañinos para la salud.

Asimismo, el consumo excesivo de azúcares, alcohol y panificados refinados (masas, galletitas dulces, coquito, palito, dulces) no sólo elevan el azúcar en la sangre, sino también los triglicéridos; además, aumentan considerablemente el peso corporal. Se debe incrementar el consumo de frutas frescas, verduras y cereales como base de la alimentación, ya que éstos son ricos en vitaminas, minerales, hierro y fibras que actúan en la prevención de enfermedades cardiovasculares y cáncer de colon, aumentando las defensas del organismo.

Se recomienda no abusar del consumo de sal, más aún si se padecen afecciones cardiovasculares. Existen en mercado substitutos de sal, con agregados de hierbas aromáticas, que son ampliamente recomendables y de buen sabor. Además, hay otras opciones para dar mejor gusto a las comidas: limón, orégano, albahaca y otros.

En cuanto a las personas que deben iniciar una dieta por algún problema de salud, los alimentos que ellos deben consumir tienen ser seleccionados adecuadamente según la patología presente; se recomienda no repetir los platos de comida y cumplir estrictamente el horario (se deben establecer normas para los horarios de las comidas y en lo posible, no variarlos), y sobre todo, consultar con algún profesional en nutrición.

El Colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en la sangre, una parte de él lo elabora el hígado y otra es proveída por los alimentos. El nivel de colesterol en la sangre es considerado normal hasta 200mg/dl para el total, más de 45mg/dl para el HDL o “colesterol bueno”, y menos de 130mg/hl para el LDL o “colesterol malo” (el HDL es el bueno porque protege las arterias de las lesiones producidas por el colesterol malo). El colesterol se encuentra en los alimentos de origen animal: lácteos enteros, quesos, manteca, carnes y vísceras, embutidos en general, yema de huevo, nata o crema de leche.

Los triglicéridos son un tipo de grasa que provee energía y proviene principalmente del consumo de azúcares simples y alcohol. Su elevación exagerada facilita la producción de coágulos, obstruyendo las arterias. Si sus valores sobrepasan los 300-400 mg/dl, el riesgo de pancreatitis en muy elevado.

Los lípidos sanguíneos son la suma de todas las grasas contenidas en la sangre: colesterol total, HDL, LDL y triglicéridos. Todos deben conocer su perfil de lípidos; los hijos de personas que hayan padecido enfermedad coronaria antes de los 50 años de edad, de hipertenos, diabéticos o con alteraciones del colesterol, deben hacerse el estudio por lo menos dos o tres veces al año.

Diez mandamientos para el control de Peso, Colesterol y Triglicéridos

1) Asumir que se está frente a un problema.
2) Elegir un régimen de alimentación equilibrado.
3) Cumplir lo mejor posible el plan de alimentación recomendado y no alterar el horario de los alimentos, fraccionado en cuatro comidas diarias.
4) Realizar ejercicios y/o caminatas de 30 a 45 minutos, por lo menos cuatro veces a la semana.
5) No fumar.
6) Controlar el control de alcohol, eliminando los de alto valor calórico como wisky, cerveza y licores azucarados. Se puede beber dos copitas de vino tinto seco dos a tres veces por semana (esto puede ser beneficioso para el sistema cardiovascular, siempre que no tenga contraindicaciones).
7) Controlar el colesterol en la sangre, dos a tres veces en el año o según recomendación del médico.
8) Si se tiene problemas para bajar de peso, aunque se sea fiel a las normas, controlar la cantidad de los alimentos y su elaboración, o visitar a un especialista en nutrición acreditado, con número de registro profesional.
9) Visitar regularmente al médico si se tiene más de un factor de riesgo: antecedentes familiares, sobrepeso, sedentarismo, presión arterial elevada, diabetes, colesterol elevado, alcoholismo o tabaquismo.
10) Si a pesar de una dieta correcta y práctica regular de ejercicios el colesterol sigue elevado, el médico indicará una medicina que lo normalizará, sin que esto implique abandonar el plan de alimentación ni los ejercicios.

Fuente: mspbs.gov.py

El sobrepeso y la obesidad facilitan el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y diabetes

Con la práctica de ejercicios físicos y el mantenimiento de una alimentación con escasa cantidad de grasas estos males pueden ser prevenidos.

La obesidad es una enfermedad crónica que se produce cuando en un organismo aumenta el tamaño y número de células grasas; se acumula grasa en el cuerpo cuando la ingesta (comida) supera el gasto de energía (metabolismo y actividad física), sumado a una mala distribución de los alimentos a lo largo del día. El sobrepeso y la obesidad facilitan el desarrollo de la Diabetes Tipo 2, la Hipertensión Arterial, Displidemias (grasas altas en la sangre) y Enfermedades Cardiovasculares.

Los factores de riesgo para la obesidad son: antecedentes familiares, falta de actividad física y alimentación diaria con alto contenido en grasa.

Para saber su una persona tiene obesidad, la medida más utilizada es el Índice de Masa Corporal (IMC); la ecuación para calcular la misma es dividir el peso en kilogramos por la talla en metros. Se considera que una persona tiene sobrepeso con IMC entre 25 a 29,9 cm; y obesidad con IMC de 30 días o más. Obesidad central tienen mujeres con cintura mayor a 88 cm. y hombres con cintura mayor a 102 cm.

La obesidad central es la de mayor riesgo, se relaciona con el depósito de grasa en los órganos internos; la persona con este tipo de obesidad tiene más posibilidades de sufrir infartos, muerte súbita y diabetes. La obesidad global, de gran importancia psicológica y social, se relaciona con infertilidad, artrosis y más posibilidad de sufrir algún tipo de cáncer.
Las personas que padecen obesidad deben seguir un tratamiento consistente en:
• Cambios de conducta.
• Actividad física:
30 minutos de actividad física moderada al día son suficientes para mejorar la salud.
• Plan de alimentación: las dietas adecuadas para la pérdida y mantenimiento del peso son aquellas de calorías reducidas, con bajo contenido en grasa y carbohidratos.
• Medicación: se utiliza en quienes los cambios de estilo de vida no logran una pérdida de peso, sobre todo en aquellas personas con obesidad grave.
• Cirugía: en algunos casos.

Fuente: mspbs.gov.py

El Calentamiento global y el Dengue


El calentamiento global produce la expansión del área de infección por dengue y, además, un efecto similar al de la multiplicación del plasmodio de la malaria en el sistema digestivo del mosquito Aedes Albopictus, que también puede transmitir dengue simple y hemorrágico.

La reproducción y proliferación de este tipo de mosquitos se exacerba en condiciones térmicas que exceden los 25°C, por períodos de 15 días o más; no cabe duda que, como lo indican los estudios epidemiológicos, siendo la temperatura el factor de predicción de la reproducción de estos tipos de mosquitos, el calentamiento global juega un papel importante en la diseminación del vector.

En Argentina, la tropicalización ambiental muestra que los mosquitos capturados y los desarrollados en cámaras térmicas especiales tienen un período de vida de 9 días, en entornos con temperaturas de hasta 28°C . El límite térmico inferior, al cual sobrevive la especie Aedes Aegypti, ha sido fijado por encima de los 10°C , lo que hace posible la vida del vector aún en situaciones invernales.

Es en esas situaciones ambientales más frescas que el Aedes Albopictus, denominado “mosquito tigre de Asia” y transmisor oportunista de la enfermedad, puede sobrevivir. En este contexto, en Colombia se han detectado Aedes Aegyptiy hasta 2.200 metros de altura en los Andes.

Pero hay algo más, estudios recientes mostrarían que el aumento de temperatura generaría una más rápida reproducción del virus transmisor en los órganos digestivos del mosquito, con un incremento en la efectividad de la diseminación de la enfermedad del dengue.

Como las larvas de éstas y otras especies de mosquitos vectores de enfermedades transmisibles se desarrollan en las aguas estancadas, los aumentos en las condiciones de inundación, por lluvias intensas y/o persistentes, o la simple formación de superficies pequeñas de agua, en los ámbitos de temperatura elevadas, constituyen la fuente fundamental de proliferación de los mosquitos.

Las medidas de prevención radican en el control del aumento de la población de mosquitos, cuando las temperaturas exceden los 15°C . No obstante ello no debemos olvidar las medidas básicas de prevención como lo son:

. Vaciar todo recipiente que acumule agua en las viviendas y aledaños

. Usar repelentes

. Aislar a los pacientes que hayan contraído el dengue a fin de evitar que los mosquitos los piquen y esparzan la enfermedad.