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Estrés: cómo reconocer las señales que da el cuerpo

Para poner blanco sobre negro, sería interesante aclarar a priori que el estrés es el "grado de tensión adaptativa que tiene todo organismo vivo". Así lo definió el doctor Roberto Ré, médico especialista en Psiquiatría, quien diferenció entre un estrés bueno y otro malo.
"Cuando el grado de tensión permite la adaptación y que la persona potencie los recursos propios hablamos de una situación saludable, pero si la tensión es extrema y provoca un bloqueo, resulta desadaptativa, con lo cual la consecuencia va a ser negativa", explicó el profesional, que definió como estrés y distrés a las conductas citadas, respectivamente.
Consultado acerca de qué señales emite el cuerpo cuando se estresa, el director y fundador de la Red Sanar identificó como las más frecuentes: "Contractura muscular, dolor, falta de concentración y memoria, estado de irritabilidad del sistema emocional con pérdida de la alegría y tristeza acompañante, estado de bronca y miedo, pérdida de las capacidades cognitivas (no resolver problemas que antes resolvía fácilmente), pérdida de sueño, pérdida de patrones biológicos (falta o aumento de apetito, disfunciones sexuales), enlentecimiento psicomotor (disminución de reflejos que puede ocasionar accidentes)".
"El distrés es la respuesta negativa a un estresor", explicó Ré, y consideró una pérdida, duelo, pérdida laboral, no reconocimiento social, dificultad económica, agresión, pelea vincular, ruptura o fracaso académico las situaciones más "comunes" que generan estrés negativo.
El profesional remarcó que el estrés es "una reacción respuesta", al tiempo que consideró que "el punto central es cómo se toman los problemas; los problemas no son problemas, el problema es cómo me lo tomo".
Acerca de si hay personas más propensas que otras a estresarse, Ré aseguró que "cada uno tiene en su desarrollo genético vulnerabilidades que lo hacen proclive a padecer ciertas enfermedades, que muchas veces están dentro del sistema familiar".
"No hacemos las enfermedades que queremos, sino las que podemos", remarcó el profesional en ese sentido y destacó que "ante un distrés uno hará pánico, otro infarto, otro depresión".Si bien el estrés es "tratable", como todo en medicina, "lo más importante es prevenirlo".
Los tratamientos –explicó Ré- son multidisciplinarios: "No sólo apuntan a mejorar los síntomas corporales, sino lo emocional y mental ya que no hay salud sin salud mental".

Burnout, o síndrome de quemazón

Es una forma de estrés de los vinculados a la ansiedad, la depresión y el desgaste laboral. Están relacionados con un gran distrés. "La reacción respuesta del animal es emocional-corporal, mientras que en el hombre juega también un rol importante lo cognitivo", subrayó Ré.
El burnout se manifiesta en tres claras señales:
* Agotamiento emocional: expresado en cansancio, temblores, dolores musculares, irritabilidad, cambios de humor, aumento de la reactividad, nerviosismo, mal humor, movimiento angustioso sin fines concretos, ansiedad, hostilidad y antagonismo, ausentismo laboral, aislamiento social y pobre inclusión en la integración del equipo de trabajo.
* Despersonalización: expresado en el desarrollo y actitudes negativas, con insensibilidad hacia los receptores de tales actitudes, dirigentes, alumnos, docentes, no docentes, padres. Un claro ejemplo de esto: resentimiento, desconfirmación del otro o actitud negativa de no asignar importancia a realidades que si la tienen.
* Bloqueo de la realización personal: consiste en la percepción de una considerable reducción de las expectativas individuales, acompañados de una permanente evaluación negativa con sentimiento de fracaso, pérdida de autoestima y dificultades en el empleo de recursos sociales asertivos.
Esto suele estar acompañado de incapacidad para la toma de decisiones y actitudes rígidas con ausencia de un proyecto y misión vital significativa.
¿Las causas?
El Burnout es catalogado como una patología laboral y relacional, afectando sobremanera a quien sufre un distrés por una demanda personal que responde con una sobre-exigencia que no es capaz de controlar sana y empaticamente, produciendo el desgaste de la persona y una alteración disfuncional en su actuar ordinario.
El distrés laboral originado en demandas en el trato, desempeña un indudable papel en su origen, es pues un trastorno padecido por aquellas personas del mundo del trabajo que se encuentran en contacto con personas algunas veces alteradas, siendo el vinculo disfuncional el principal motivo del desgaste. El desgaste no sólo afecta la relación laboral sino también todas las relaciones sociales de la persona afectada.

La dieta menos saludable.


Comparada con otros patrones alimenticios del mundo, la dieta occidental es la que provoca más infartos, dice un estudio.

La típica dieta de occidente: alimentos fritos, bocadillos salados y carne, es la que provoca más ataques cardiacos en el mundo.
Según un estudio sobre los patrones de alimentación en varios países, la dieta occidental tiene 35% más riesgo de provocar infartos que otras dietas típicas del mundo.
La investigación, publicada en "Circulation: Journal of the American Heart Association"
(Circulación: Revista de la Asociación Estadounidense del Corazón) analizó la dieta de 16.000 personas en 52 países.
En América Latina el estudio incluyó a Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guatemala y México.
"La enfermedad del corazón se ha convertido ya en la principal causa de muerte en muchos países de occidente, incluida América Latina" dice el doctor Fernando Lanas, quien dirigió el estudio en América Latina.
"Y esta amenaza en América Latina podría reducirse drásticamente si cambias los estilos de vida" agrega el experto.

Las dietas

Los científicos identificaron tres patrones alimenticios:
Oriental: alto consumo de tofu, soya y otras salsas
Prudente: alto consumo de frutas y vegetales
Occidental: alto consumo de alimentos fritos, bocadillos salados, huevos y carne
Independientemente del tipo de población y el lugar donde se consume, afirman los científicos de la Universidad de McMaster en Canadá, la dieta occidental tiene tres veces más riesgo de provocar ataques al corazón.
La dieta "prudente" logra reducir un 30% el riesgo de un ataque cardiaco.
Y la dieta oriental no tiene ningún impacto en el riesgo de ataques cardiacos, señalan los investigadores.
Los científicos creen que aunque los componentes de la dieta oriental pueden ser malos para el corazón -como la sal en la salsa de soya- estos elementos se cancelan debido a los componentes protectores de esta dieta, como el pescado.
"El objetivo de esta investigación fue entender los factores de riesgo modificables de ataques cardiacos a nivel global" afirma el doctor Salim Yusuf, uno de los autores del estudio.
"Los resultados indican que la misma relación que se observa entre alimentos y enfermedad del corazón en los países de Occidente, se observa también en otras regiones del mundo" agrega.
Los científicos diseñaron un cuestionario de riesgos de alimentación basados en 19 grupos de alimentos que adaptaron a las preferencias de alimenticias de cada país.
Pidieron a 5.561 pacientes que habían sufrido ataques cardiacos y 10.646 personas sin enfermedad del corazón conocida que llenaran los cuestionarios.

Riesgos

Se sabe ya que la típica dieta occidental causa enfermedad del corazón, que el alto contenido de sal en los alimentos incrementa la presión arterial y que el tipo incorrecto de grasas puede bloquear los vasos sanguíneos.
Y los cuestionarios confirmaron que las personas que consumían una dieta occidental mostraron 35% más riesgo de sufrir infarto al miocardio que aquellas que comían pocos o ningún alimento frito y carne.
Los resultados, dicen los autores, significan que el 30% del riesgo de sufrir un ataque cardiaco en una población está relacionado a la dieta.

En América Latina, los científicos identificaron además seis factores que duplican el riesgo de enfermedad del corazón en esta población:
Estrés persistente
Hipertensión
Diabetes
Tabaquismo
Alto nivel de grasa abdominal
Alto nivel de grasas como colesterol en la sangre

Tal como explica el doctor Fernando Lanas, el estudio mostró que estos seis factores de riesgo son similares entre los países de América Latina.
Pero comparados con países de otras regiones del mundo, la grasa abdominal resulta ser un factor de riesgo más importante en América Latina que en otras regiones estudiadas.
Además, mientras en otras regiones el consumo de alcohol se considera un elemento protector del corazón, en América Latina no es así.
"Gran parte del riesgo de infarto en América Latina puede explicarse por el uso de tabaco, grasas anormales en la sangre, grasa abdominal e hipertensión" afirma el doctor Lanas.
"Pero ya que estos factores son modificables, este estudio nos ofrece una base científica para desarrollar estrategias prácticas que pueden ser similares en todos los países de la región", subraya el experto.
La Sociedad Estadounidense del Corazón recomienda un patrón alimenticio basado en la dieta prudente que se describe en este estudio, es decir con un alto consumo de frutas y vegetales.

Menos estrés sinónimo de mejor salud!

El estrés es un asesino, no hay duda de ello. Lo primero para poder liberarse del estrés es analizar qué lo está generando, puede resultar complicado y confuso.El estrés es un asesino, no hay duda de ello. Cuando estamos preocupados, deprimidos o estresados, nuestros cerebros y cuerpos liberan químicos que nos hacen sentir emocional y físicamente indispuestos.
Es por eso que la gente llora cuando está triste y que le cuesta levantarse de la cama por las mañanas o, en el caso de los que se sienten ansiosos, no pueden dormir ni concentrarse.
Lo primero para poder liberarse del estrés es analizar qué lo está generando. Puede resultar complicado y confuso porque quizá nos inquieta lo preocupados o deprimidos que nos sentimos y analizarlo puede resultar atemorizante.
Es sumamente útil entender que para mucha gente que se siente deprimida, los síntomas de hecho pueden manifestarse como ansiedad. Es también por eso que muchos de los medicamentos para tratar la depresión también están indicados para controlar la ansiedad.
Determinar qué origina el malestar es un gran progreso y representa un punto de partida.
Si nos encontramos en medio de una depresión provocada por una situación en particular, podemos comenzar a tomar medidas para disminuir el dolor.
Una depresión bioquímica o trastorno de ansiedad puede resultar más difícil de tratar, porque parte de la lucha es la confusión sobre qué y porqué nos sucede a nosotros.
En los casos de depresión moderada a severa, la combinación de medicamentos y terapia genera los mejores resultados. De acuerdo con la Carta de Salud Mental de Harvard, aun no se sabe exactamente por qué funciona la psicoterapia. Pero se sabe que funciona.
Alguna vez un psiquiatra de UCLA dijo que no sabía por qué funcionaban ciertos antidepresivos, pero ante los resultados, es evidente que funcionan. Es por eso que confiar en el proceso y en los médicos es imperativo para la curación.
Encontrar soluciones simples para desestresarse y reducir la ansiedad o la depresión puede ser tan sencillo como salir de nuestras casas. El ejercicio es un gran sanador, al igual que la luz del sol y el aire fresco. Para algunos, simplemente dormir con una ventana abierta tiene un efecto profundamente positivo.
Tener y utilizar un buen sistema de apoyo emocional es también una de las mejores herramientas para desestresarse y sanar el dolor emocional. La gente que más nos ama también es la que mejor nos entiende. Incluso cuando no podemos querernos a nosotros mismos, ellos pueden hacerlo hasta que recobremos nuestro amor propio.
Cuando parece que no podemos deshacernos de nuestras preocupaciones, escribir nuestros sentimientos es otro método efectivo de liberar la incomodidad. Muchas personas cometen el error de escribir cartas o correos electrónicos a alguien que los lastimó, y por lo general eso no resulta nada bueno.
En el momento podría parecer lo correcto, pero puede ser contraproducente y terminar creando más dolor. Entonces, escribe la carta, pero no la mandes. En lugar de eso, mira como tu ira se convierte en humo quemando la carta. Liberar el estrés mejora la vida e incluso la prolonga. La verdad es que no fuimos hechos para pasar la vida sintiéndonos mal.

Dicen que la cerveza previene el cáncer y los infartos

Cerveza que previene el cáncer y los infartos. Un grupo de estudiantes de la Universidad de Rice ha utilizado la ingeniería genética con el objetivo de desarrollar el Resveratrol en la cerveza y trasladar a esta bebida sus beneficios a la hora de reducir el cáncer y las enfermedades del corazón.
El Resveratrol es un producto químico utilizado en el sector de vino ha demostrado reducir el cáncer y las enfermedades, ya que contiene anti-inflamatorios para combatir las células malignas.
El Resveratrol es un compuesto natural que, según algunos estudios, contiene anti-inflamatorios contra el cáncer. Los beneficios cardiovasculares pudieron ser comprobados ya en ratones y otros animales.
No obstante, todavía no está claro si los seres humanos podrían de los mismos beneficios. Actualmente, Resveratrol ya es vendido como un suplemento de salud.
Los estudiantes, a partir de la ingeniería genética, pretenden crear una cerveza que contenga Resveratrol, un producto químico que en el sector del vino que ha demostrado reducir el cáncer y las enfermedades del corazón en animales de laboratorio.
Uno de los miembros del equipo, David Ouyang, aseguró que están trabajando con una cepa de levadura que se utiliza comercialmente para hacer cerveza de trigo. El objetivo es modificarla genéticamente, de manera que se puedan metabolizar los azúcares para crear un químico intermedio, que luego será convertido en Resveratrol.

IDEA INNOVADORA

La idea surgió cuando el equipo empezó a buscar bibliografía publicada acerca de cómo modificar la levadura de la cerveza con Resveratrol. Compararon varios estudios para encontrar lograr encontrar los antinflamatorios cancerígenos que contiene el producto.
"He visto algunos estudios donde se ha demostrado que se pueden activar las mismas proteínas que son conocidas por desempeñar una función en la que se prorroga el período de vida que se mantiene en las dietas hipocalóricas", aseguró Ouyang.
Con tres conjuntos de genes pretenden crear cepas. "Ya hemos creado una cepa con los genes A-B". A partir de aquí, con un poco de suerte y trabajo duro, el equipo pretende que se termine para obtener algunos datos importantes antes de que se mande el estudio a la Universidad de Cambridge.
Además, los miembros del equipo consideran que "en términos de valor de la educación, este estudio acerca la biología sintética a la investigación para estimular la creatividad" de los estudiantes. según un profesor asistente de bioquímica y biología celular.

La música incrementa la capacidad de resistencia del organismo.

La selección adecuada de la música que los deportistas escuchan mientras practican deporte aumenta la resistencia de los atletas un 15 por ciento. Para ello se tienen que tener en cuenta factores como la edad, el sexo, la personalidad del deportista o la familiaridad de las canciones.
Las canciones están presentes en nuestro día a día. En la televisión, la radio o por la calle aparecen melodías que asociamos a situaciones y forman los recuerdos. La música se convierte en una vía indiscutible de interacción entre las personas que comparten gustos similares o discuten sobre determinadas canciones o grupos.
Lo que para muchos es considerado como una parte más del ocio se ha convertido en una herramienta que se usa cada vez con más frecuencia como incentivo deportivo.
Una investigación realizada por Costas Karageorghis, de la Universidad de Brunel, en el Reino Unido, demuestra que elegir correctamente la música que escuchamos mientras realizamos deporte puede incrementar la resistencia física de las personas un 15 por ciento y hacer que los ejercicios cardiovasculares sean más eficaces.

La motivación musical

Su estudio se basó en una serie de modelos conceptuales que Karageorghis desarrolló durante 20 años. Para ello empleó distintos factores que determinaban las cualidades motivadoras de la música y cómo se podían emplear esos efectos en el deporte.

La melodía y la armonía de las canciones generan respuestas afectivas, como sentirse bien, y el ritmo de la música permite la llegada al arousal, el rendimiento óptimo teniendo en cuenta la activación fisiológica y psicológica del cuerpo. Al mismo tiempo la música hace que el atleta olvide los efectos negativos del deporte, como la fatiga. "La sincronización musical es un elemento muy importante. Los atletas llegan incluso a obviar los síntomas de fatiga hasta alcanzar la extenuación voluntaria", explica Karageorghis.
La investigación partió con una base de datos que contenía 1.200 canciones de gran variedad de música motivadora de distintos géneros musicales. Para restringir la selección Karageorghis realizó cuestionarios a los atletas que integraban el estudio y acotó la cantidad a una lista de entre cuatro y diez piezas.

La selección de las canciones depende completamente de la persona que esté escuchando y del deporte que realice. "Un chico americano que corre en maratones no tiene por qué motivarse con la misma música que un hombre chino de mediana edad que practica Tai-Chi", afirma.El contexto en el que se halla la persona, su forma de ser y el tipo de música es determinante para la eficacia. Hay que tener en cuenta quiénes son los cantantes que con frecuencia, despiertan en el atleta connotaciones negativas. De aquí la importancia de la planificación y el conocimiento del deportista.Amador Cernuda, psicólogo de la Federación de Gimnasia, ha explicado a DM el proceso. La música actúa como elemento que activa una parte del cerebro y motiva al atleta en su rutina deportiva.La paradoja está en que muchas veces el problema lo crea la misma música. La canción entra en nuestro cerebro y se activa un sistema de seguimiento. La frecuencia de la melodía afecta al sistema nervioso y puede tener efectos negativos.

Es muy importante que no baje el nivel motor de la actividad, y el tipo de disciplina que se realice. "Hay deportes en los que con sonatas de Mozart los atletas incrementan la resistencia y esas piezas únicamente llegan a los 50bpm, mientras que otras canciones de pop-rock pueden perjudicar la concentración. La música pop en principio potencia la actividad, pero en algunos momentos llega a sobrepasar al atleta sobreexcitándolo", afirma Cernuda.

Otro factor a es la familiaridad de las canciones. Si se conoce la música su acción es más eficaz. La familiaridad provoca que la reacción ante el impulso musical sea más intenso. Sin embargo, la sobreexposición a la misma canción o el mismo grupo reduce esta tendencia; de aquí que la variedad en la selección de los temas sea uno de los pilares básicos para que la música logre un efecto positivo en el atleta.
Otros factores como la edad, el sexo o la personalidad extrovertida o introvertida son determinantes en la respuesta del deportista.
Finalmente se tuvo en cuenta la personalidad del sujeto para escoger los temas. Además, otros factores individuales de las personas son importantes: las mujeres preferían música más melódica y pausada y que tuviese menos percusión. ; las personas de más edad mostraban mejores respuestas ante canciones más lentas y relajantes, mientras que las personas extrovertidas preferían música rápida y ruidosa.

El alcohol atrofia el cerebro

Puede que una copita de vino en las comidas sea beneficiosa para el corazón pero está claro que el abuso de las bebidas alcohólicas es perjudicial. El último descubrimiento, descrito en las páginas de la revista 'Archives of Neurology', es que su ingesta continuada encoge el encéfalo más rápido de lo normal.

Por más que uno lleve una vida sana el paso del tiempo es inexorable, así como sus consecuencias sobre nuestro organismo. Una de ellas, que ni el 'Brain Training' puede evitar, es la pérdida de volumen cerebral, que disminuye un 1,9% cada década, según las estimaciones de los expertos. Junto a la atrofia, aparece un creciente número de lesiones en la sustancia blanca encefálica. Las personas que padecen ciertos problemas, como las demencias, suelen acusar más ambos fenómenos.

Con la literatura médica en la mano, Carol Ann Paul y sus colegas del programa de neurociencia del Wellesley College de Massachusetts (Estados Unidos) pensaron que tal vez el alcohol, igual que sucede con el corazón, pudiera proteger al cerebro en determinadas circunstancias y frenar la atrofia que conlleva cumplir años.

Peor en las mujeres

Tomaron a 1.839 participantes de uno de los mayores estudios de todos los tiempos, el Framingham, y los sometieron a lo largo de tres décadas a siete resonancias magnéticas (para medir su volumen cerebral y las cicatrices en la sustancia blanca). Estos hombres y mujeres, que tenían entre 33 y 88 años, fueron clasificados en cinco grupos en función de su ingesta de bebidas alcohólicas. La mayor parte tenía un bajo consumo y los grandes bebedores eran preferentemente hombres.
Después de ajustar los datos obtenidos en el escáner a factores que podían interferir en el resultado (edad, índice de masa corporal, educación, etc.) "los consumidores moderados tenían un volumen encefálico significativamente más pequeño que los ex-bebedores", señala este trabajo, "y los participantes que tomaban más de 14 bebidas a la semana lo tenían menor que todos los demás".
Es decir, no sólo "no se detectó ningún efecto beneficioso del alcohol" a la hora de reducir el ritmo de atrofia cerebral natural, sino que su ingesta se asoció con cerebros de menor volumen, recalcan los investigadores.
Las más perjudicadas por este efecto 'colateral' de las bebidas graduadas fueron las mujeres, en las que era más patente esa aceleración de la disminución del tamaño del encéfalo. Esta particularidad femenina podría explicarse, según Paul, por la diferente forma en que hombres y mujeres metabolizan y toleran el alcohol.
Estos resultados deberán comprobarse en otros ensayos, en los que además podrá determinarse si la atrofia descrita está relacionada con alguna alteración funcional. A pesar de todo, los autores creen que este estudio "muestra un claro mensaje acerca de los posibles daños que puede provocar beber alcohol".

En Paraguay existen unos 400.000 diabéticos y el 50% no es tratado

Los paraguayos, genéticamente, estamos predispuestos a sufrir de la diabetes y en la actualidad, unas 400.000 personas cuentan con este diagnóstico, dijo la doctora Martha Sanguina, del Policlínico Municipal. Sin embargo, un 50% de estos casos no son tratados. Otros 700.000 paraguayos están en la etapa de pre - diabetes y a punto de tener la enfermedad, en menos de 2 a 5 años, agregó la especialista.
En el hall de la Municipalidad de Asunción se realizó ayer, por el día mundial de la diabetes, una conferencia sobre los alcances de esta enfermedad pública, una Expo Feria de Alimentos, medicamentos e insumos. Igualmente, muchas personas se hicieron las pruebas de detección de la diabetes. La jornada fue organizada por la Municipalidad de Asunción, a través del Policlínico Municipal y la Fundación Paraguaya de diabetes ( Fupadi ). En representación de la intendenta de Asunción estuvo la licenciada Elsa Troche , directora general del Area Social, el doctor Nelson Silvano, director de Salud, el director del Policlínico Municipal, Isaac Cuenca, Martha Sanguina, del mismo lugar y el doctor Alcides Acuña, del Fupadi .
Cuenca dijo que la jornada se realiza para concienzar a la ciudadanía del alcance de esta enfermedad que no respeta edad, ni riqueza ni pobreza. En el año 2006, la ONU la declaró como una emergencia global, mundial, por el avance de la enfermedad. En el mundo hay unos 300 millones de diabéticos. Igualmente, durante disertaciones se explicó que en el Paraguay hay que trabajar por tratamientos integrales, en donde estén involucrados el Gobierno y la comunidad, habida cuenta que un diabético necesariamente debe contar con un programa de control de la salud, incluyendo medicamentos y complicaciones, como infarto, diálisis, amputaciones, es decir, la calidad de vida está en juego. La diabetes es un problema de salud pública, es un problema en nuestros hogares, es una erogación económica y es una enfermedad del organismo y su avance es innegable. Durante una entrevista, la doctora Sanguina dijo que hay que mantener el peso correcto para una edad y estatura, actividad física permanente y disminuir las calorías. El Día Mundial de la Diabetes es la campaña integral de información sobre la enfermedad. Su objetivo es dar a conocer a todo el mundo las causas, los síntomas, el tratamiento y las complicaciones asociadas a la enfermedad.

Se prevé que el número de personas con diabetes en las Américas incremente en casi un 150%

En la Región de las Américas, la obesidad y la diabetes están alcanzando proporciones epidémicas. La prevalencia de la obesidad está aumentando en todos los grupos de edad. Estudios en Chile y México indican que entre un 7 y un 12 por ciento de los niños menores de cinco años y una quinta parte de los adolescentes son obesos. En los adultos, las tasas de sobrepeso y obesidad se aproximan al 60%.

Así lo afirmaron en Washington expertos de la Organización Panamericana de la Salud en el transcurso de la presentación de una propuesta de resolución sobre métodos para la prevención y el tratamiento de la diabetes y la obesidad, cuyo texto fue tratado durante el segundo día de trabajo del 48 Consejo Directivo, la reunión anual de los ministros y ministras de Salud de los Estados Miembros de la organización hemisférica.
"Se prevé que el número de personas que sufren diabetes en América Latina se incremente en casi un 150%, pasando de 13,3 millones en el 2000 a 32,9 millones para el 2030.", afirma el documento adjunto a la citada resolución. Por ello, la OPS y los países de las Américas concordaron en que ha llegado el momento de priorizar la aplicación de medidas para revertir la explosión de esta epidemia. Medidas, dijeron, como las contenidas en la Estrategia y Plan de Acción para un Enfoque Integrado sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades Crónicas, incluyendo el Régimen Alimentario, la Actividad Física y la Salud, que los ministros de Salud del continente americano aprobaron en el 2006.
De entre las tres formas principales de diabetes (tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional), la de tipo 2 es la más común, representando aproximadamente entre el 85 y 90% de los casos y directamente relacionada con factores de riesgo enteramente modificables y prevenibles como son la obesidad y el sobrepeso, la inactividad física y los regímenes alimentarios hipercalóricos de bajo valor nutritivo.
Todos los países que hicieron uso de la palabra por medio de sus representantes o máximos delegados en Salud concordaron en la descripción de panoramas nacionales donde la diabetes, el sobrepeso y la obesidad han pasado ya a ocupar un lugar prioritario en materia de preocupaciones de interés sanitario.
Pero para una respuesta efectiva e integral, dijeron los ministros y ministras, se hace necesaria la intervención de otros sectores y entidades de los gobiernos, así como del sector privado y de organizaciones de la sociedad civil en su conjunto.
Durante el debate y discusión de la propuesta resolutiva este martes, una de las delegaciones nacionales indicó que el problema para vencer a la diabetes y a la obesidad como su principal factor de riesgo, unido un estilo de vida sedentario, no radica en el qué hacer, sino en cómo hacerlo, dado que buena parte de la solución recae en un cambio de actitudes individuales y colectivas.
Cálculos recientes revelan que en los países de América Latina y el Caribe, las tasas más elevadas de prevalencia de diabetes corresponden a Belice (12,4%) y México (10,7%), con tasas del 8 al 10% en Managua, Ciudad de Guatemala y Bogotá, de acuerdo a diversos estudios e informes.
Expertos de la OPS reiteraron en la sede regional de la entidad hemisférica en Washington, D. C. que la carga que la diabetes representa para la sociedad y las personas se relaciona principalmente con un aumento de la discapacidad y la mortalidad prematuras por complicaciones.
El riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares y por todas las demás causas es entre dos y tres veces más alto en las personas con diabetes en comparación con sus semejantes no diabéticos.
"La epidemia de obesidad, causante del aumento de la diabetes, está impulsada en gran parte por dos tendencias que van de la mano: el cambio de los hábitos alimentarios y la reducción de la actividad física", afirmó desde la OPS el Dr. Alberto Barceló, Asesor Regional de Enfermedades No Transmisibles.
"En la mayoría de los países de las Américas se está produciendo un cambio en los hábitos alimentarios", dijo el Dr. Barceló. "Ha aumentado el consumo de alimentos con un denso contenido energético, ricos en grasas saturadas, azúcares y sal.
Este modelo, unido al hecho de que entre 30 y 60% de la población no alcanza el nivel mínimo recomendado de actividad física (por ejemplo, caminar diariamente durante 30 minutos) contribuye en gran medida a las tasas altas de sobrepeso y obesidad en la Región".

Las doce enfermedades del cambio climático

Glaciares derritiéndose, penosas sequías o lluvias torrenciales, pero también especies animales enfermando. La salud de la madre naturaleza se debilita y, tras ella, irán los humanos. Un informe enumera 12 de las muchas enfermedades mortales a las que nos exponemos por el cambio climático.El drástico documento, conocido como 'Deadly Dozen' (o 'Docena Mortal') se ha dado a conocer durante el congreso mundial de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, en sus siglas en inglés), que congrega en Barcelona a expertos de todo el mundo.
Los autores del trabajo, miembros de la Sociedad para la Conservación de la Flora y la Fauna, han analizado una docena de patógenos que, de seguir las tendencias actuales, afectarán a animales y personas y, cómo no, a las economías de todo el mundo. Como medida de defensa, quieren impedir que los cambios de la naturaleza pasen desapercibidos.
"Controlando la salud de la naturaleza podremos predecir dónde se centrará el foco de los problemas [...] y planear cómo prepararnos", ha declarado Steven E. Sanderson, presidente de la citada asociación.
Aunque los expertos se centran en 12 enfermedades, como el cólera, el Ébola o la gripe aviar, ellos mismos aclaran que sólo se trata de una muestra ilustrativa de las muchas patologías fruto de los 'atentados' contra la atmósfera. La lista recoge las que con más probabilidad pueden extender sus dominios, aunque advierten de que la clasificación puede cambiar con el tiempo.
Pero, ¿qué cambios se darán para favorecer la transmisión de estas enfermedades? William B. Karesh y su equipo lo tienen claro: Los patógenos proliferarán y sobrevivirán más y, al mismo tiempo, aumentará la susceptibilidad de contraer una infección. Además, los cambios de temperaturas y las alteraciones de los ritmos de las lluvias pueden llevar consigo una expansión de los patógenos que causan enfermedades que, hasta ahora, han estado más confinadas en determinadas áreas.

Una lista inquietante


Tuberculosis: El Antiguo Testamento ya hacía referencia a una enfermedad que, cada año, afecta a 10 millones de personas. En la actualidad, se distribuye por todo el mundo, aunque es especialmente problemática en África, donde la introdujo el ganado europeo en el siglo XIX. Además de a los humanos, la patología también afecta a poblaciones salvajes, como los leones y búfalos del Parque Nacional Kruger, uno de los lugares más turísticos de Sudáfrica y parte esencial de la economía local. Los expertos temen que el cambio climático pueda favorecer el contacto entre el ganado y los animales salvajes y, así, aumentar la transmisión de la tuberculosis.

Fiebre del Valle del Rift: Tal y como la define la Organización Mundial de la Salud (OMS) se trata de "una zoonosis vírica que afecta principalmente a los animales, pero también puede llegar al ser humano". Cuenta con una alta tasa de mortalidad y morbilidad. El virus que lo causa, que suele transmitirse por las picaduras de mosquito, continúa presente en África subsahariana y el norte de África (a finales del siglo XX, Kenia, Somalia y Tanzania sufrieron brotes). Aunque más aislados, también se han localizado casos en Arabia Saudí y Yemen, "con la consiguiente preocupación por su posible propagación a otras zonas de Asia y a Europa", según la OMS.

Enfermedad del sueño: Conocida principalmente por el insecto que la transmite, la mosca tsé-tsé, la tripanosomiasis es endémica en algunas zonas de África subsahariana y, en total, afecta a 36 países. Los rebaños son los que más suelen infectarse por el protozoo 'Trypanosoma bruceipero', pero también los animales salvajes y las personas. "Los efectos directos o indirectos [...] del clima sobre la distribución de la mosca tsé-tsé -que suele encontrarse en la vegetación que rodea a los ríos y lagos, en los bosques y en la sabana- desempeñan un papel importante en la expansión de la enfermedad mortal", explican los autores del trabajo.

'Mareas rojas': Determinadas algas que florecen en las costas de todo el mundo, un fenómeno conocido como 'mareas rojas', generan toxinas que son peligrosas para los animales marinos y, también, para los seres humanos. "Las variaciones de temperaturas tendrán, sin duda, un impacto, de momento impredecible, en este fenómeno de la naturaleza", asegura el informe.

Gripe Aviar: Las tormentas y las épocas de sequías ya no siguen los ritmos que históricamente tenían establecidos. Nadie sabe ahora a ciencia cierta cuándo descargarán las nubes o cuándo se quedarán sin agua los lagos. Esta alteración influye en los movimientos migratorios de las aves y, por tanto, en la expansión de la gripe aviar, una enfermedad que desde 2003 tiene en alerta a los gobiernos de todo el mundo por la posibilidad de que su cepa más mortífera, la H5N1, mute y sea capaz de transmitirse entre humanos, algo que, de momento, no ha sucedido.

Babebiosis: Es el típico ejemplo de enfermedad que hasta hace poco tenía un impacto limitado pero que ha aumentado su presencia por el cambio climático. Del este de África ha pasado a ser cada vez más común en Europa y América del Norte. Se trata de una patología transmitida por garrapatas y que afecta tanto a animales domésticos y salvajes como a las personas. Aunque no causa problemas graves, sí hace que el afectado sea más susceptible a otras enfermedades.

Cólera: La también conocida como 'enfermedad de los pobres' es un trastorno producido por la bacteria 'Vibrio cholerae', que se transmite con mucha facilidad por el agua y alimentos contaminados. Restringida a los países en vías de desarrollo, el aumento generalizado de la temperatura de las aguas hace prever un incremento de la incidencia de esta enfermedad, que se caracteriza por fuertes vómitos, calambres y diarrea y puede llegar a causar la muerte.

Ébola: Famosa por la película a la que da título y por ser una amenaza constante para el continente africano, el virus del Èbola se contagia generalmente por estar en contacto con los fluidos corporales de alguien infectado o con monos enfermos. Al igual que ocurre con su pariente cercano, la fiebre de Marburg, el Ébola mata fácilmente a personas, gorilas y chimpancés y, en la actualidad, no existe cura. El informe destaca que existen evidencias significativas de que los brotes de ambas enfermedades están relacionados con las variaciones inesperadas de las épocas de lluvias. Como el cambio climático influye en estas alteraciones, es probable que los brotes sean más frecuentes y que se registren en nuevas localizaciones.

Fiebre amarilla:Los mosquitos que transmiten este virus se concentran en distintas regiones africanas, de Centroamérica y Sudamérica. Los cambios de temperatura y las lluvias propician la llegada de estos insectos que suelen picar durante el día e infectar a monos y personas. Recientemente, Brasil y Argentina han registrado brotes con un gran impacto en la población de primates. El estudio de la infección de estos animales ha permitido dar con una vacuna que, hasta el momento, protege a los humanos que viajan a las zonas afectadas.

Parásitos intestinales: Multitud de parásitos se transmiten a través de ambientes acuáticos. Los cambios en el nivel del mar y las temperaturas harán que muchos de ellos sobrevivan durante más tiempo y, como consecuencia, puedan infectar a un mayor número de individuos.

Enfermedad de Lyme: Transmitida por una bacteria a través de las picaduras de garrapata, esta patología, al igual que otras transmitidas de la misma forma, puede ampliar sus fronteras debido al aumento de las temperaturas aptas para la vida de estos arácnidos. El trastorno toma su nombre de Lyme, Connecticut, donde se identificó por primera vez en la década de los 70. Se caracteriza por una erupción y síntomas similares a los de la gripe.

Peste: La peste Yersinia, una de las enfermedades infecciosas más antiguas de la que se tiene conocimiento y que ha costado la vida a 200 millones de personas, todavía es causa de mortalidad en algunas localizaciones. La bacteria responsable de esta plaga tiene preferencia por las ratas y se extiende mediante las mordeduras de las pulgas que viven en estos roedores. Pero cuando estos animales escasean, no tienen ningún problema en morder también a las personas y, una vez que esto sucede, se contagian unos a otros por vía aérea. Si el cambio climático afecta a las poblaciones de roedores y a su distribución geográfica, también afectará a la distribución de la peste.

Vino tinto: Comprobaron sus bondades para la salud.


En el Congreso de Cardiología de Mendoza, muchos de los disertantes le dieron la razón a Pasteur, que dijo que “el vino es la más higiénica y sana de las bebidas”. Gran parte de los que se elaboran en el país actúan como antioxidantes. Beber 250 centímetros cúbicos por día es muy recomendable.


Cuando el químico francés Luis Pasteur sentenció que “el vino es la más higiénica y sana de las bebidas”, no estaba bromeando. Había iniciado una discusión sobre las características y bondades que tiene una de las bebidas alcohólicas más antiguas del mundo; haciendo pública una posición que muchos años después avalarían especialistas, científicos y cardió-logos de todo el mundo.

La denominada “paradoja francesa” es tal vez el punto de partida sobre el cual se fueron apoyando los distintos estudios e investigaciones, realizadas principalmente en Europa y después en América, especialmente en EEUU, Argentina, Brasil, Uruguay y Chile. Pero la historia es más larga. Hace décadas, en el marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se realizó un estudio en 46 países, de diversos hemisferios y culturas, según el cual en los que se consumían alimentos con mayor contenido de grasas, disminuía la expectativa de vida y crecían los problemas relacionados con el corazón.

Sin embargo, en Toulouse, Francia, no fue posible comprobar esta relación; hecho que se dio a conocer como la “gran paradoja francesa”. En este país se advirtió que a pesar de tener una dieta rica en grasas, las expectativas de vida seguían siendo muy altas. ¿La causa? Estudios posteriores establecieron que si bien la presencia de grasas en las comidas de la dieta mediterránea era importante, la ingesta moderada y regular de vino contrarrestaba los efectos nocivos en la salud.

Las investigaciones empezaron a confirmar los primeros enunciados: el vino aumentaba el colesterol bueno y tenía la capacidad de licuar la sangre, lo que dificultaba la formación de coágulos en las arterias. Más tarde, se estableció que los polifenoles de la bebida actuaban como antioxidantes, un proceso que la ciencia y la farmacología moderna han puesto muy en boga por estos días.

Los vinos argentinos, muy ricos en polifenoles que actúan como antioxidantes, son una clara evidencia de la unión de lo natural y lo placentero en pos de una mejor calidad de vida. En términos más científicos, el vino posee componentes que atenúan la acción de los lípidos plasmáticos (básicamente colesterol, HDL), fortalecen las plaquetas y ayudan a la mejor coagulación sanguínea. Todo ello funciona como un protector cardiovascular, absolutamente sano y natural, como decía Pasteur.

Congreso internacional

En el mundo de la ciencia, los congresos y encuentros entre especialistas de distintos países, son en el ámbito propicio para validar investigaciones y compartir experiencias. Argentina, precisamente Mendoza, fue la sede del último Congreso Internacional de Cardiología, que congregó a las eminencias más importantes del mundo en esta disciplina. Y, como no podía ser de otro modo, por ser esta provincia anfitriona la cuna de la vitivinicultura argentina, el tema del vino y la salud fue uno de los principales que se trataron. Allí, el doctor Carlos Seccotaro, de la Sociedad Cardiológica de Mendoza, recordó que los vinos argentinos poseen igual o mayor poder antioxidante que los de Francia o Italia, por citar sólo países de tradición en la elaboración y producción vitivinícolas, especialmente por el nivel de polifenoles que disminuyen la presencia de grasas en las arterias.

Su colega Alberto Boveris, uno de los pioneros en la investigación del tándem vino-corazón, comentó una experiencia conjunta realizada entre la Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Padova (Italia), bajo las órdenes del especialista Fulvio Urisini. Las observaciones conjuntas concluyeron en lo siguiente: la ingesta de 250 centímetros cúbicos de vino (un vaso generoso) limita y previene el aumento de los hidroperóxidos oxidados del LDL (el llamado colesterol malo), dañinos para la salud de las personas en países cuyas comidas son ricas en grasas.

La especialista Susana Mosca de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) coincide en las bondades de los compuestos fenólicos del vino, y en este sentido enumera los beneficios de su incorporación a la dieta cotidiana: es antioxidante y vasodilatador de arterias, protege el músculo cardíaco y recupera la función miocárdica después de casos de isquemias. Y, fundamentalmente, se ha comprobado su efecto cardio-protector.

Lo que falta

Las sustancias antioxidantes del vino se encuentran, esencialmente, en la piel y las semillas, por eso se habla de que el vino blanco posee, siempre en términos de prevención de afecciones cardíacas, menos bondades que los tintos.

Pero esta teoría no ha sido ratificada y es uno de los campos en los que los científicos han prometido ampliar los estudios; ya que, más allá del color, las semillas y la piel, las uvas blancas son idénticas a las rojas.

Otro tanto sucede con los estudios llamados randomizados, de índole más compleja, que transitan el camino hacia la búsqueda de las verdaderas propiedades del vino. Con todo, la comunidad científica internacional y los médicos en particular, están lejos de recomendar masivamente la ingesta de vino, ya que se trata de una bebida alcohólica cuyo consumo exige racionalidad y prudencia.

No obstante, en todo el mundo se coincide cada vez más en que para los males del corazón no hay nada mejor que una copa de vino, la más sana e higiénica de las bebidas, como decía Pasteur.

La dieta baja en calorías activa el gen de la longevidad

Científicos de la Universidad de Navarra han llevado a cabo una investigación que prueba que la dieta hipocalórica en pacientes con obesidad activa las sirtuinas, un tipo de enzimas, también conocidas como gen de la longevidad. El estudio pone de manifiesto que la observación de dichas proteínas puede servir para hacer un seguimiento de la respuesta a ese tratamiento nutricional.
Las sirtuinas son una variedad de enzimas que regulan los procesos metabólicos de forma que "retrasan el envejecimiento y contribuyen a prevenir dolencias como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares", explica Ana Belén Crujeiras, investigadora del departamento de Ciencias de la Nutrición, Fisiología y Toxicología de la Universidad de Navarra.
De este modo, se ha descubierto que la alimentación baja en calorías afecta directamente a estas proteínas provocando su activación y la consiguiente pérdida de peso y disminución del estrés oxidativo.
Por ello, se concluye que el estudio de las sirtuinas serviría para saber los efectos de la nutrición hipocalórica en enfermos con obesidad, además de proponer una herramienta para la aplicación de posibles activadores de éstas.
Hasta ahora, se ha averiguado que la dieta baja en calorías disminuye el riesgo de contraer algunas enfermedades porque "se reduce el estrés oxidativo, mejoran los niveles de colesterol y glucosa, y se induce la pérdida de peso", explica la doctora Crujeiras. Los mecanismos implicados en estos beneficios parecen estar mediados por las sirtuinas.
Estos beneficios han aumentado el interés por conocer cómo activarlas. Y así, han surgido estudios que prueban que sustancias como el resveratrol, presente en la uva, el vino tinto o las nueces, sustituyen los efectos de la dieta hipocalórica.
Sin embargo, por el momento "estos resultados no son extrapolables a humanos puesto que se demostraron en modelos animales", tal y como ha señalado la bióloga gallega Ana Belén Crujeiras, que ha llevado a cabo este proyecto junto con los doctores Alfredo Martínez y Dolores Parra.

Los descubridores de los virus del cáncer de útero y del sida, Premio Nobel de Medicina

El alemán Harald zur Hausen, descubridor de los virus del papiloma humano que causan el cáncer de cérvix", y los franceses Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier, descubridores del virus de inmunodeficiencia humana (VIH), han sido galardonados con el Premio Nobel de Medicina 2008.

Así lo informó el Instituto Karolinska, el organismo que concede el premio.
Harald zur Hausen, de nacionalidad alemana y nacido en 1936, preside el Centro de Investigación de Heidelberg. "Frente a la opinión predominante en los años setenta", Zur Hausen postuló el papel jugado por un virus oncogénico, el virus del papiloma humano (HPV), en el cáncer de cérvix o de cuello de útero, el segundo tumor maligno más común entre las mujeres, según indicó el Instituto Karolinska en su comunicado.
A partir de estudios con liebres, el investigador alemán logró aislar dos cepas del virus del papiloma humano implicadas en el 70 por ciento de los tumores de cuello del útero. Sus descubrimientos permitieron el desarrollo de la vacuna contra el papiloma humano, un cáncer que registra cada año casi medio millón de casos nuevos y alrededor de 250.000 muertes.
Por su parte, Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montagnier han sido galardonados por conseguir identificar y describir en 1983 el virus causante del sida, una enfermedad que reduce la efectividad del sistema inmunológico y genera vulnerabilidad ante cualquier tipo de infección y que, según el Programa de Naciones Unidas contra el VIH/Sida (ONUSIDA), sigue causando en la actualidad alrededor de 5.700 muertes cada día en todo el mundo y que afecta en la actualidad a cerca de 33 millones de personas, un 90 por ciento de las cuales viven en Africa.
Luc Montagnier, nacido en 1932, trabaja en la Fundación Mundial para la Investigación y Prevención del Sida de París, y Françoise Barré-Sinoussi, nacida en 1947, pertenece a la Unidad de Regulación de Infecciones Retrovirales del departamento de Virología del Instituto Pasteur de París.
Tal como recuerda el Instituto en su comunicado, "tras detectarse la existencia de un nuevo síndrome de inmunodeficiencia en 1981 comenzó la búsqueda del agente causante de la enfermedad". En 1983, Barré-Sinoussi y Montagnier "consiguieron aislar el virus a partir del análisis de células de nódulos linfáticos de pacientes a los que se les habían hinchado, un síntoma característico de las primeras etapas de la inmunodeficiencia", según el Instituto.

EL VIH

El resultado fue el hallazgo del virus, que en 1986 fue denominado virus de inmunodeficiencia humana. Su descubrimiento permitió tanto el desarrollo de un anticuerpo que se comenzó a utilizar para identificar a los infectados dentro de los grupos de riesgo como el inicio de las investigaciones sobre posibles tratamientos y una vacuna.
Según el Instituto, el virus fue "probablemente" infectado a los humanos por los chimpancés en el oeste de África a principios del siglo XX, "aunque sigue sin estar claro cómo se extendió la epidemia tan rápidamente a partir de 1970".
"Nunca antes la ciencia y la medicina habían sido tan rápidas para descubrir e identificar el origen y en aportar tratamientos a una nueva enfermedad", aseguró el Instituto Karolinska en su comunicado. "Los éxitos en las terapias antirretrovirales han repercutido en la esperanza de vida de las personas infectadas con el VIH, que ahora consiguen alcanzar niveles similares a los de las personas no infectadas", añadió.
Poco después del descubrimiento del VIH estalló una fuerte polémica entre Montagnier y el investigador estadounidense Robert Gallo sobre la paternidad del hallazgo, ya que ambos habían conseguido aislar de manera independiente el virus. Finalmente, tras una polémica bastante desagradable, los dos científicos decidieron compartir el mérito. Ambos fueron premiados en 2000 con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.
El Premio Nobel está dotado con diez millones de coronas suecas (un millón de euros) que se deberán repartir los galardonados. La mitad corresponderá a Zur Hausen y la otra mitad (una cuarta parte para cada uno) a Barre-Sinoussi y Montagnier.

Trastornos de la nutrición: La implicación familiar, fundamental

El abordaje de la familia como parte integrante del problema es fundamental. Hay que implicar a todos sus miembros para conseguir coherencia con las normas aplicadas por el terapeuta, darles soporte emocional y aconsejar sobre pautas en relación a los temas alimentarios. Por ejemplo, para conseguir el alta hospitalaria es necesario que la persona afectada se responsabilice de su propio cuerpo y de su alimentación, que consiga mantener un peso estable durante un año, recupere la menstruación cada mes y no tenga ningún episodio de atracones ni purgas durante 12 meses.

El futuro en datos

La anorexia nerviosa es un problema médico serio y, en casos extremos, mortal. Según algunos estudios, los casos en que el trastorno conduce a la muerte oscilan entre el 5% y el 10%. Se calcula que unos dos tercios de las personas afectadas se recuperan con los tratamientos adecuados. No obstante, muchas veces, quienes padecen estos trastornos del comportamiento alimentario recaen. Tras un año de tratamiento, de un 5% a un 7% de los casos se han cronificado y el 35% están en riesgo de hacerlo. A los cinco años, un 12% de los casos se han cronificado, y a los 10 años, lo ha hecho un 15%.
En ocasiones, la vergüenza que sienten los afectados no les permite hablar con las personas más allegadas
Prevenir un trastorno así es difícil, pero hay que intentar tener siempre actitudes saludables y realistas hacia el peso y la dieta. Hacer una vida sana sin restricciones y ni extremismos. Tener claro que no es bueno ni el exceso ni el defecto. Ante una duda, siempre hay que consultarlo con el médico de familia, quién puede orientar sobre el tema.

El apoyo

Los expertos insisten en que es fundamental no encontrarse solo ante un problema de esta magnitud y origen. Si alguien cree que puede sufrir una de estas enfermedades, le exhortan a que pida ayuda, ya sea a sus familiares o amigos. En ocasiones, la vergüenza que sienten los afectados no les permite hablar con las personas más allegadas. En estos casos, los profesionales sanitarios o los grupos de apoyo, donde otras personas comparten experiencias, dudas y problemas, pueden ser de gran ayuda.
La ONG Protégeles, una organización de protección de la infancia que trabaja en la prevención y seguridad infantil de las nuevas tecnologías de la información y comunicación -TICS-, junto al Protector del Menor, ha puesto en marcha campañas de apoyo para quienes sufren trastornos de la alimentación, especialmente, para proteger a los menores sobre las páginas da apología de la anorexia y de la bulímia.
Ya se puso en marcha una campaña "Ana y Mía" y se cerraron varias web que hacían apologismo de la anorexia y la bulímia. La actual campaña, "Tu eres más que una imagen" también trabaja con este fin. Actualmente son múltiples las web que informan sobre los trucos que utilizan las chicas y aportan información muy amplia sobre el problema y su abordaje, dónde y cómo buscar ayuda.

Bulimia y Anorexia: Manifestaciones parecidas, trastornos distintos

La bulimia comparte aspectos con la anorexia, pero los criterios utilizados para su diagnóstico son diferentes: atracones repetidos en los que se ingieren grandes cantidades de alimento -mucha mayor cantidad que lo que comería cualquiera en las mismas circunstancias-, además de acompañarse de sensación de pérdida de control sobre la situación. A estos atracones se le añaden conductas para "compensar" los atracones, como vómitos, presentes en casi todos los casos, laxantes, diuréticos, enemas y periodos sin comer.

Diagnóstico de bulimia

Estos episodios deben suceder al menos dos veces por semana durante los últimos tres meses. Los que sufren este problema confiesan que el peso y la silueta tienen gran influencia en la autoimagen, de igual manera que en la anorexia nerviosa. Si aparecen todos estos criterios pero los episodios de atracones no cumplen la frecuencia establecida nos encontramos con un Trastorno del Comportamiento Alimentario No Especificado (TCANE), pero no ante una bulimia nerviosa.
Si además de estos comportamientos característicos se suman las manifestaciones físicas de una anorexia (pérdida de peso superior al 15% del ideal y la falta de menstruaciones) se habla de una anorexia purgativa. Al igual que en el caso de la anorexia nerviosa, en la bulimia también existen especificaciones distintas como la bulimia purgativa -la más frecuente- en la que aparecen vómitos, y en la que los afectados usan laxantes, diuréticos y enemas, entre otros. Asimismo, hay otro tipo, la bulimia no purgativa, en la que la compensación de los atracones se realiza por medio de ayunos y de realizar ejercicio físico intenso.

Causas

Las causas de estos problemas con la alimentación son muy variadas y dependerán de a quién afecten y de la coincidencia de los diferentes factores de riesgo, como el propio hecho de ser mujer, vulnerabilidad por factores genéticos -que se calcula que influye entre un 50% y un 60%-, los cambios del organismo en la pubertad, una familia con tendencia a la perfección o presentar una personalidad perfeccionista resistente al estrés del esfuerzo, factores socioculturales -como la influencia de la familia, del círculo de amigos y de los medios de comunicación-, realizar actividades físicas consideradas de riesgo, como gimnasia y patinaje artístico, animación, cheerleaders o danza, entre otras.
La moda, el papel social de la mujer, los medios de comunicación, la proliferación de los productos y servicios para adelgazar, la publicidad, el rechazo a la obesidad y el sobrepeso, la exhibición del cuerpo y los modelos públicos son algunos de los fenómenos aceptados socialmente que influyen negativamente en la difusión del culto al cuerpo.
Los expertos apuntan que el perfil tipo de una persona susceptible de verse afectada por un trastorno de alimentación es: mujer, caucásica, de entre 12 y 24 años, de alto rendimiento académico, bajo una gran presión familiar o personal, orientada al alcance de metas y altas expectativas. A menudo, asimismo, existen problemas familiares, de estrés, distanciamiento, con poca afectividad y falta de comunicación en el seno del hogar. Suelen buscar conseguir el control sobre determinadas situaciones y, a veces, existe un conflicto con la madre. Tener una madre sobreprotectora o algún miembro de la familia que sufre obesidad también es muy común.

CONDUCTAS BULÍMICAS

Algunas conductas que orientan sobre una situación de bulimia son:
Engaño sobre la alimentación y las conductas de purga.
Nerviosismo a las horas de comer.
Desaparición de comida de la cocina.
Encontrar comida escondida en bolsos y cajones.
Ausentarse para ir al baño al final de las comidas con excesiva frecuencia.
Cambios de ánimo o de carácter (depresión, irritabilidad...).
Aislamiento de amigos y familiares.
Evitar lugares públicos donde haya comida.

Sobre la Pista

El problema de estos trastornos del comportamiento alimentario es que las mismas consecuencias psicológicas, fisiológicas y psicosociales los mantienen y los agravan. La malnutrición que conlleva la anorexia altera los neurotransmisores cerebrales que, a su vez, provocan alteraciones en el humor, aumenta la obsesividad, la compulsividad, la propia distorsión de la imagen corporal y el hambre. Todo eso refuerza la propia anorexia.
Los conflictos familiares son continuos en el caso de la anorexia y muy frecuentes en la bulimia, especialmente si la familia conoce la realidad. Hay una situación colectiva de estrés y tensión, sobre todo durante las comidas, que empeora el estado emocional y la ansiedad que estas personas ya manifiestan ante los alimentos. Todo esto favorece el aislamiento social, el estado depresivo y la alteración emocional que sufren. A todo ello, además, se le suma una baja autoestima que aumenta progresivamente a causa de la propia situación.

Signos de alarma

Manifestaciones secundarias al déficit nutricional o a vómitos pueden poner sobre aviso de un problema
Los especialistas insisten en que hay que estar atentos a los signos de alarma, pues la mayoría de las personas afectadas, bien sea por anorexia nerviosa o bulimia, no reconocen que sufren un trastorno de alimentación. Una situación de adelgazamiento extremo sin causas médicas determinables, cambios de humor como irritabilidad y tristeza, retracción y aislamiento social progresivo y amenorrea podrían hacer sospechar que se está ante una anorexia nerviosa.
En el caso de la bulimia es más difícil ver signos claros si no alude a ellos la propia persona que la sufre o bien se presencian atracones o conductas compensadoras, como ausencias frecuentes durante las comidas. Sin embargo, hay pequeños detalles que pueden poner sobre aviso: alteraciones dentarias, estomatitis, gingivitis, caries dentales, inflamaciones de glándulas salivales y parótidas y alteraciones gastrointestinales; todas ellas debidas al déficit nutricional o a causa de los vómitos autoinducidos.

Anorexia: trastorno cada vez mas comun.

Esta dificultad en su diagnóstico hace que los médicos se basen en determinados criterios. En el caso de la anorexia nerviosa son: pérdida de peso superior o igual al 15% del peso ideal, miedo intenso al peso, alteraciones en la imagen corporal y un mínimo de tres meses sin regla (amenorrea). La pérdida de peso generalmente supone serias alteraciones nutricionales. Al peso perdido, cuando se trata de un adolescente en edad de crecimiento, además, hay que añadirle el peso no ganado durante el tiempo que se realiza la dieta restrictiva.
En cuanto al miedo al peso, se trata de una fobia que se agrava a medida que se pierden kilos. Las alteraciones de la imagen corporal también se agravan con la pérdida de peso. Se trastorna la percepción del propio cuerpo y, a pesar de la delgadez, los pacientes se ven gordos y no tienen, en ningún momento, consciencia de padecer una enfermedad. La amenorrea o falta de regla es el resultado de los cambios neurohormonales secundarios a la malnutrición. Pueden aparecer diferentes síntomas como piel manchada amarillenta, aparición de vello fino en la zona lumbar, perdida de masa muscular y del tejido graso y presión arterial baja, entre otros.

Hay dos tipos de anorexia nerviosa. En la anorexia restrictiva, la pérdida de peso es por no comer y, a menudo, se acompaña de ejercicio físico intenso. En la anorexia purgativa, además, el afectado vomita, toma laxantes, diuréticos o fármacos para adelgazar y la ausencia de alimentación se puede combinar con atracones.

CONDUCTAS ANORÉXICAS
Existen algunas conductas que pueden poner sobre aviso de que nos encontramos ante una anorexia.

Entre ellas se encuentran:
Cambios en las costumbres relacionadas con la comida.
Seguir dietas muy restrictivas a menudo.
Reducir la cantidad de comida.
Saltarse las comidas.
Evitar tomar determinados alimentos (pasteles, chucherías).
Culto a los productos "light" o de dietética.
Usar diuréticos y laxantes.
Ejercicio físico para perder peso.
Vomitar.
Atracones las últimas semanas.
Preocupación excesiva del cuerpo o la figura.
Pesarse a menudo.
Interés exagerado por la publicidad sobre productos para adelgazar.

Trastornos de la alimentación

En una sociedad donde la imagen es sinónimo de belleza, la anorexia y la bulimia siguen siendo un problema de salud con graves consecuencias.
Durante los años 90, las imágenes de chicas anoréxicas en televisión, los reportajes, las entrevistas, los testimonios, las confesiones de actrices y modelos famosas con trastornos del comportamiento alimentario hicieron de la anorexia y la bulimia las enfermedades de aquella década. Ahora, años más tarde, otras dolencias acaparan los medios mientras casos de anorexia y bulimia se diagnostican a diario, con el sufrimiento silencioso (y poco mediático, esta vez) que conlleva para las pacientes, principalmente del género femenino y con edades entre 12 y 24 años, y sus familias.
Peligroso culto al cuerpo
En una sociedad en la cual el culto al cuerpo lo es todo, donde no se perdona la imperfección y en la que tratamientos, antes sólo aptos para divas y estrellas del celuloide, están al alcance de todos con cómodas fórmulas de financiación, los trastornos de la alimentación siguen presentes, motivados, en los casos más extremos, por un deseo obsesivo por la delgadez. La silueta es sinónimo de belleza y de éxito. "Todo lo que me alimenta me destruye", es lo que Angelina Jolie lleva tatuado en el vientre y que se ha convertido en el grito de guerra de muchas adolescentes convencidas de que, lejos de estar enfermas, sus amigas ANA (Anorexia) y MIA (Bulimia) les hacen un bien. Aprovechándose de Internet, intercambian su discurso enfermo, peligroso y dañino, con toda impunidad.
Pero, ¿cómo detectar estos trastornos entre familiares, amigos o quizás en nosotros mismos? Este problema se define como un trastorno del comportamiento alimentario que se caracteriza por el deseo de mantener el mínimo peso corporal "aceptable", un miedo intenso a aumentar de peso y tener una imagen corporal distorsionada.
Problema psiquiátrico
Sobre estos trastornos se ha oído mucha información, alguna propia de los "reality shows", pero hay que especificar cuáles son. Se pueden dividir en tres tipos: anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y los llamados Trastornos del Comportamiento no Especificados (TCANE). Hablar de trastornos del comportamiento alimentario es referirse a un problema psiquiátrico que se ve agravado por consecuencias biológicas, sociales y psicológicas. Es, además, un diagnóstico que afecta principalmente al género femenino. El grupo más vulnerable comprende edades entre 12 y 24 años, con una incidencia que alcanza el 5% de afectadas.
Las diferencias entre bulimia, anorexia nerviosa o TCANE obliga a tratarlos de forma independiente, a pesar de que tienen síntomas comunes y la línea que los separa es, a veces, muy sutil. Diagnosticar una bulimia o una anorexia nerviosa es complicado. Se trata de un problema difícil de aceptar y de detectar por parte de familiares, amigos y profesionales y, en ocasiones, es difícil diferenciar entre ambas.

La vida sedentaria da más hambre

Un estudio contradice la creencia popular de que cuanta más energía se gasta más hambre se tiene y viceversa, por el contrario se llega a comer menos.
Las personas que llevan una vida sedentaria no sólo queman menos calorías, sino que tienen más hambre que las que practican actividades moderadas como andar, según un estudio preliminar efectuado por científicos estadounidenses.
"Estar sentado en el sofá o ante el escritorio no sólo no quema calorías, sino que puede llevar a querer comer más" , según el Dr. Barry Brown, uno de sus autores.
Los resultados del estudio, llevado a cabo por el departamento de Kinesiología de la Universidad de Massachusetts y de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Misuri, fueron presentados en la Conferencia de la Sociedad Fisiológica Americana que se celebra del 24 al 27 de septiembre en Hilton Head (sureste de EU).
Las conclusiones de los científicos contradicen la creencia popular de que cuanta más energía se gasta más hambre se tiene y viceversa.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores sometieron a seis personas jóvenes, delgadas y en buena forma física -dos mujeres y cuatro hombres- a tres situaciones distintas a lo largo de tres jornadas, después de suministrarles durante varios días una dieta equivalente en calorías al gasto físico realizado.
En la primera de las situaciones, los voluntarios se mantuvieron físicamente activos -pero sin realizar ejercicio- durante 12 horas, en las cuales sólo se les permitió sentarse 10 minutos cada hora e ingirieron un número de calorías equivalente al desgaste energético.
Las actividades realizadas incluyeron andar, ordenar papeles, recoger libros y doblar la colada.
En la segunda, los jóvenes se mantuvieron inactivos durante 12 horas, hasta el punto de moverse sólo en silla de ruedas, y recibieron las mismas calorías que en el caso anterior, es decir más que las gastadas.
La tercera situación consistió en mantenerse inactivo y consumir un número de calorías proporcional.
A los voluntarios les fueron entregados cuestionarios sobre su apetito, en los que afirmaron tener más hambre, sentir un mayor deseo de comer y encontrarse menos saciados cuando estaban inactivos.
Según el estudio, los resultados sugieren que la inactividad puede aumentar la percepción de hambre y disminuir la de saciedad.
Aunque estos resultados aún son preliminares, indican que actividades de baja intensidad como caminar tienen un efecto reductor sobre el apetito, afirma Braun.
"Además de reducir el gasto de energía, sentarse durante largos periodos de tiempo puede aumentar la sensación de hambre" , señaló.

El aceite de oliva quita todo el mal

El gran competidor del aceite de oliva es el de pescado, ya que ambos protegen de las enfermedades cardiovasculares. El aceite de pescado tiene un efecto antinflamatorio muy potente.

Pero precisamente ahí se encuentra su cruz: produce una bajada de las defensas frente a infecciones. No ocurre lo mismo con el aceite de oliva.

Un trabajo en ratones desarrollado por microbiólogos de la Universidad de Jaén ha mostrado que las grasas procedentes del olivo ayudan a que el organismo luche contra la infección bacteriana por Listeria monocytogenes.

Son muchos los refranes que hablan de las virtudes del aceite de oliva. Un estudio de la Universidad de Jaén (UJA) acaba de destapar otro de sus beneficios sobre la salud. Este trabajo, realizado por un grupo de científicos del área de Microbiología de la citada universidad, dirigidos por Gerardo Álvarez de Cienfuegos López, ha descubierto el efecto protector del aceite de oliva en la prevención de infecciones producidas por microorganismos.

"El aceite de oliva y el de pescado (rico en ácidos grasos omega-3) tienen la cualidad de prevenir las enfermedades cardiovasculares, pero sólo el de oliva evita la aparición del efecto inmunosupresor frente a las infecciones bacterianas, que caracteriza a las dietas ricas en lípidos de la serie omega-3", ha explicado Álvarez de Cienfuegos a DM. Para llevar a cabo este proyecto, subvencionado por un convenio entre la Fundación Citoliva y la UJA, administraron a diferentes grupos de ratones dietas con aceite de oliva, de maíz y de pescado.

Después les inocularon Listeria monocytogenes, una bacteria que es patógena tanto para los ratones como para los humanos. A continuación compararon el tiempo de supervivencia de estos animales y determinaron los diferentes parámetros pertenecientes a los mecanismos de defensa (ver tablas).

"Los resultados de esta investigación han mostrado que los ratones que habían tomado aceite de oliva, a diferencia de los roedores del grupo que había sido alimentado con aceite de pescado, no presentaban una disminución importante en sus mecanismos de defensa frente a la infección bacteriana. Además, su tasa de mortalidad era significativamente menor que la de los ratones alimentados con aceite de pescado; incluso muchos de los ratones alimentados con aceite de oliva sobrevivían a la infección".

A continuación, los microbiólogos analizaron los mecanismos por los cuales se producía el efecto supresor de los mecanismos de defensa frente a las infecciones bacterianas en ambos grupos experimentales. Así, observaron la respuesta inflamatoria, uno de los mecanismos de defensa del organismo cuando se produce una infección.

Este proceso se activa cuando las células y tejidos afectados liberan una serie de sustancias que atraen a células defensoras procedentes de otros lugares del cuerpo y además favorece que los vasos se dilaten para facilitar la llegada al lugar de la agresión de estas células encargadas de la destrucción de las partículas agresoras. En el caso de los ratones alimentados con aceite de pescado, la intensidad y calidad de esa señal de llamada y reclutamiento de células defensoras estaba muy disminuida.

En inmunodeprimidos

Para comprobar si el efecto protector frente a infecciones podría mantenerse incluso en una situación de inmunosupresión, es decir, al aplicar determinados medicamentos para inhibir la actividad del sistema inmune, diseñaron un ensayo en el que grupos de ratones fueron sometidos a tratamiento con un agente supresor de la respuesta inmune, capaz de inhibir la potencia y la eficacia de sus defensas frente a infecciones.
Posteriormente, les inocularon la bacteria patógena.
"El resultado obtenido fue que los ratones alimentados con una dieta que contenía aceite de pescado morían muy rápidamente, mientras que los que habían estado recibiendo la dieta rica en aceite de oliva presentaban tiempos de supervivencia muy altos". Para considerar una población en la que se utilizaran ambas grasas, aceite de oliva y ácidos grasos omega-3, los autores han analizado los resultados de un trabajo epidemiológico realizado sobre una población de Groenlandia.
Ese estudio previo concluía que, al tener una dieta muy rica en grasas de pescado, dicha población contaba con una alta incidencia de enfermedades infecciosas, como la tuberculosis. Estas conclusiones podrían aplicarse para proteger de las infecciones a los pacientes que están en unidades de cuidados intensivos.
Para la población general, "los bromatólogos recomiendan que un 2,5 por ciento de lo que se ingiere sea grasa. Nosotros proponemos que un 2 por ciento sea de aceite de oliva", ha dicho Álvarez de Cienfuegos.

Impacto del 'oro líquido andaluz' en otras patologías

En 2001, un estudio italiano mostró que el consumo diario de aceite de oliva no sólo prevenía el deterioro cognitivo asociado a la edad, sino que también mejoraba la función cognitiva. Ese mismo año, los resultados obtenidos en un trabajo realizado por la Facultad de Medicina y la Clínica Universitaria de Navarra con el Servicio Regional de Atención Primaria apoyaban la hipótesis de que el aumento en el consumo de aceite de oliva podía ser una medida efectiva para reducir el riesgo de enfermedad coronaria hasta en un 79 por ciento de los casos en los primeros episodios de infarto. En 2006 se publicaron en Annals of Internal Medicine los resultados del Proyecto Eurolive, un estudio europeo que demostró que el aceite de oliva no sólo es cardioprotector por su grasa monoinsaturada sino también por los polifenoles.

Revelan una nueva causa de las crisis emocionales

La constipación crónica está íntimamente relacionada con las crisis emocionales, afirmó una investigación realizada en Gainesville, Estados Unidos, y publicada por la Sociedad Iberoamericana de Información Científica (SIIC).
Los especialistas definen a la constipación como la presencia de menos de tres deposiciones semanales, aunque aseguran que los pacientes pueden manifestarla en forma independiente de la cantidad de movimientos intestinales. Es más frecuente en mujeres y en la población de mayor edad.

La modalidad crónica incluye los casos con tránsito intestinal normal o lento, los trastornos en la percepción visceral (con dolor gastrointestinal de gravedad) o una combinación entre ambos.

Cuando una persona se acerca a un especialista para realizar una consulta al respecto, lo primero que hace el profesional es determinar si la situación está o no relacionada con causas secundarias o biológicas.

Descartado este punto, el tratamiento se orienta al cambio del estilo de vida. Por lo general, aquellas personas que sufren de constipación crónica desarrollan procesos de angustia emocional, debido al nivel en que se ve afectado el desarrollo de sus actividades cotidianas.

La cura incluye días perdidos por actividad restringida, reposo o internación, y afecta la calidad de vida en los aspectos físico y social.

El dolor corporal atenta contra la salud general y la vitalidad.

Además, se vincula con ciertas complicaciones físicas como impacto intestinal, fisuras, hemorroides, vólvulo, obstrucción intestinal, úlceras rectales, filtración fecal y perforación intestinal.

Las modificaciones recomendadas en el estilo de vida incluyen cambios en la alimentación, la realización de ejercicio físico y la dedicación de una cierta cantidad de tiempo para la evacuación intestinal.

La alegría alarga la vida!

El aumento del riesgo de muerte se debió fundamentalmente a enfermedad cardiovascular y causas externas, comúnmente suicidios. La investigación es la más grande efectuada hasta la fecha que analiza cómo la "sensación de disfrute y de bienestar por estar vivo" afecta el riesgo de muerte y la segunda que examina la muerte por causas específicas, según el equipo del doctor Toshimasa Sone, de la Universidad de Tohoku, en Sendai.
Los investigadores observaron a 43.391 hombres y mujeres de 40 a 79 años que vivían en la región de Ohsaki y que fueron seguidos durante siete años, lapso en el cual 3.048 fallecieron. A todos los participantes se les consultó si disfrutaban de la vida. El 59 por ciento dijo que sí, el 36,4 por ciento señaló que no estaba seguro y el 4,6 por ciento manifestó que no disfrutaba de la vida.
Aquellas personas que no tenían una sensación de disfrute eran menos propensas a casarse o trabajar y también estaban menos educadas, tenían peor estado de salud y más estrés mental y dolor corporal. Asimismo, esas personas eran más proclives a presentar un funcionamiento físico limitado. Pero aun después de que los investigadores usaran técnicas estadísticas para ajustar esos factores, las personas sin sensación de disfrute de la vida corrían más riesgo de morir durante el período de seguimiento comparado con aquellas que sí disfrutaban de la vida. La relación también fue independiente de los antecedentes de enfermedad y consumo de alcohol.
En general, las personas sin disfrute eran un 50 por ciento más propensas a morir por cualquier causa durante el seguimiento que las que pensaban que la vida valía la pena. Las personas con visión negativa corrían más riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular, frecuentemente accidente cerebrovascular (ACV), y eran un 90 por ciento más proclives a morir por causas "externas". De los 186 fallecimientos por causas externas entre los participantes, 90 fueron suicidios.