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Cuidado: escuchar música triste puede afectar tu salud mental

Según una investigación, síntomas de ansiedad, neurosis y depresión se pueden despertar si se escucha temas sombríos.


Escuchar música triste es capaz de afectar a nuestra salud mental a largo plazo.

Una nueva investigación asegura que la música no solo influye en nuestro estado presente, sino que es capaz de afectar a nuestra salud mental a largo plazo. Según los datos publicados en el número de este mes deFrontiers in Human Neuroscience, las personas con inclinación a escuchar música de carácter "agresivo" o "triste" pueden exprimentar ansiedad y neurosis; y de hecho, lo hacen en mayor medida que aquellos que se decantan por canciones más desenfadadas en sus playlists diarias.

El estudio al que hace referencia el artículo fue realizado en el Centre for Interdisciplinary Music Research en la Aalto University de Finlandia y en la Aarhus University de Dinamarca. En el mismo se investigó la actividad neuronal de los participantes mientras escuchaban música "feliz" y "triste", y posteriormente se han comparado los resultados – en los que aparecieron síntomas de ansiedad, neurosis y depresión justo en los participantes que han escuchado temas más sombríos–.

"Estos resultados muestran una relación entre la escucha de música y la activación mPFC, lo cual puede significar que ciertos estilos de escucha producen efectos a largo plazo en el cerebro", explicó la profesora Elvira Brattico. "Esperamos que nuestro trabajo anime a la gente a pensar cómo las diferentes maneras que hay de utilizar la música pueden ayudar o dañar su propio bienestar".

El ACV es la cuarta causa de muerte en adultos

Si no se trata a tiempo, por cada minuto que pasa los efectos del Accidente Cerebrovascular (ACV) empeoran. Puede causar problemas como discapacidad, pérdida de memoria, problemas de comportamiento y de habla.
“Se denomina ACV a la condición producida por una interrupción brusca en el flujo sanguíneo del cerebro cuya consecuencia posible es, al no recibir el oxígeno ni los nutrientes necesarios, la muerte del tejido cerebral. Este daño al cerebro puede causar una pérdida repentina de funciones dependientes de la parte dañada”, explicó María Victoria Marquevich, médica de Terapia Intensiva del Hospital Universitario Austral.

Se trata de la principal causa de discapacidad y la cuarta causa de muerte en adultos. Es un problema serio que, diagnosticado y tratado correctamente en las primeras horas de evolución, puede resolverse en muchos casos.

De acuerdo con Marquevich, existen distintos tipos de ACV: “En la mayoría de los casos (80%) es isquémico lo cual significa que un coágulo se aloja en las arterias y detiene el flujo de sangre al cerebro. Es un infarto de cerebro. En el caso del ataque cerebral hemorrágico lo que lo provoca es la ruptura de un vaso sanguíneo, y la formación de un hematoma en el tejido cerebral, este es el conocido como derrame cerebral”.

¿Cuáles son los síntomas típicos de ataque cerebral?

• Debilidad súbita en alguna parte del cuerpo (cara, brazo, pierna). Esto implica no poder mantener un brazo en alto, por ejemplo.
• Dificultades para hablar.
• Confusión repentina.
• Aparición brusca de mareos e inestabilidad.
• Alteraciones súbitas en la visión o visión borrosa súbita.
• Dolor de cabeza intenso y de aparición repentina.

Se debe considerar que habitualmente no causan dolor y pueden pasar inadvertidos y desaparecer a los pocos minutos. El 30% de las personas que sufren estas advertencias tienen riesgo de presentar un evento mayor posterior. Es fundamental reconocer los síntomas y consultar inmediatamente. Los efectos de un ataque cerebral que no se tratan a tiempo pueden afectar la vida y las actividades de los seres queridos

“Si se reconocen uno de estos síntomas es hora de actuar”, agrega el Dr. Pablo Pratesi, jefe del servicio de Terapia Intensiva del Hospital Universitario Austral. "Cada minuto que pasa los efectos del ACV empeoran. Si no se tratan a tiempo, pueden causar problemas muy serios como discapacidad, perdida de memoria, problemas de comportamiento y del habla", advierte.

Un solo síntoma es suficiente para buscar ayuda

El ACV lo puede cambiar todo. Se debe llamar al servicio de emergencias al 107. Ante la sospecha de que un ser querido está teniendo un ACV no se debe al doctor, ni manejar al hospital. Lo mejor que pueden hacer es llamar al 107.

“Se sabe que por cada minuto de isquemia, por cada minuto que un área del cerebro no recibe oxigeno, se mueren 2 millones de neuronas. Perder tiempo es perder cerebro”, aclara la Dra. Marquevich.

De acuerdo con el tratamiento, el Dr. José Antonio Bueri, jefe del servicio de Neurología cuenta que en el Hospital Universitario Austral los profesionales están capacitados con todos los medios necesarios para tratar el Ataque Cerebral contando con un equipo que encabeza, especializado para el tratamiento.

Factores de riesgo y prevención

Los factores que pueden aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular incluyen el sexo (los hombres son más propensos a tener ACV que las mujeres, pero las mujeres son más propensas a morir por ACV que los hombres), la edad (más de 55 años de edad) e historia familiar de accidente cerebrovascular.

Entre las condiciones médicas que pueden incrementar el riesgo se incluyen la hipertensión, la alteración de los lípidos sanguíneos (colesterol y/o triglicéridos elevados), la enfermedad carotídea, la diabetes, antecedentes de infartos de corazón, las arritmias cardíacas, enfermedades de las válvulas del corazón y trastornos hematológicos.

Existe una prevención primaria (para aquellas personas que no han tenido un ACV y desean extremar los cuidados para no correr ese riesgo) y una prevención secundaria (para aquellas personas que han tenido un ACV y desean extremar los cuidados para no correr el riesgo de un nuevo ataque cerebral).

Ciertos estilos de vida pueden aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular, por ejemplo el tabaquismo, el uso de algunos anticonceptivos (especialmente en mayores de 35 años y fumadoras), el uso a largo plazo de la terapia de reemplazo hormonal (por ejemplo para el manejo de la menopausia), la inactividad física (sedentarismo), la obesidad y el abuso de drogas.

No solo quien sufre el ACV se ve afectado. 

Estar al cuidado de una persona que ha sufrido un ataque cerebral es una actividad sumamente dificultosa, que usualmente supone una carga de estrés emocional y físico. Pueden generarse cambios en las relaciones familiares, cambios emocionales (tristeza, ansiedad), problemas de salud (depresión, inconvenientes articulares vinculados a la movilización del paciente), cambios en la calidad de vida (menor tiempo para actividades recreativas y personales), problemas económicos y laborales.

Reducir el azúcar de la dieta mejora la salud de los niños inmediatamente

Aunque las calorías sigan siendo las mismas, los niños obesos experimentaron un mejor nivel de presión arterial, de colesterol y de azúcar en la sangre
Reducir la mayor parte del azúcar en la dieta de un niño puede mejorar su salud de forma inmediata, incluso si la dieta sigue conteniendo la misma cantidad de calorías y carbohidratos que antes, según un estudio reciente.

Los investigadores hicieron que un grupo de 43 niños obesos realizaran una dieta de 9 días que restringía de forma severa la ingesta de azúcar, pero reemplazaron los azúcares añadidos con alimentos almidonados para mantener la ingesta de calorías y carbohidratos de los niños.

Esa dieta provocó una inmediata reducción de su hipertensión y una mejora en sus niveles de azúcar en la sangre y de colesterol, hallaron los investigadores.

"Cada aspecto de su salud metabólica mejoró, sin cambiar las calorías", señaló el autor del estudio, el Dr. Robert Lustig, endocrinólogo pediátrico en el Hospital Pediátrico Benioff de la Universidad de California, en San Francisco. "Este estudio muestra sin lugar a dudas que el azúcar es metabólicamente perjudicial, no por sus calorías ni por sus efectos en el peso. Más bien, el azúcar es metabólicamente dañino porque es azúcar".

El hallazgo hace que se planteen preocupaciones serias sobre los efectos del azúcar en la salud, y hace un llamado a que se ponga en cuestión la creencia, largo tiempo mantenida, de que "una caloría es una caloría" independientemente del alimento de la que proceda, dijo el Dr. Jeffrey Mechanick, director de soporte metabólico en la división de endocrinología, diabetes y enfermedades óseas de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.

"Es un estudio importante que se suma al conjunto de evidencias, y realmente nos insta a que examinemos el hecho de que los patrones alimentarios, y qué es un patrón alimentario sano para el público estadounidense, son tan importantes como la ingesta calórica", comentó Mechanick, que es presidente electo del Colegio Americano de Endocrinología (American College of Endocrinology) y ex presidente de la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (American Association of Clinical Endocrinologists).

Para realizar el estudio, los investigadores reclutaron a niños de 8 a 18 años que eran obesos y que tenían al menos otro problema metabólico crónico, como hipertensión, un nivel elevado de colesterol o señales de resistencia a la insulina.

El estudio solamente contó con niños negros e hispanos, debido a su riesgo más alto de sufrir ciertas afecciones asociadas con el síndrome metabólico, como la hipertensión y la diabetes tipo 2.

Los investigadores proporcionaron a los participantes del estudio alimentos para nueve días, incluyendo todos los refrigerios y las bebidas.

El menú se elaboró para que los alimentos fueran adecuados para los niños, pero restringía los alimentos llenos de azúcares añadidos, como los cereales ricos en azúcar, las tortas y el yogur azucarado.

Todos los alimentos (que incluían perritos calientes de pavo, papas fritas y pizza) procedían de supermercados locales, y los investigadores proporcionaron carbohidratos almidonados a partir de alimentos como las roscas, los cereales y la pasta para reemplazar a los carbohidratos que normalmente tendrían los artículos azucarados.

El resultado final: los niños consumieron la misma cantidad de carbohidratos, pero su ingesta total de azúcar dietética se redujo de un 28 a un 10 por ciento.

Se dio a los niños una báscula y se les pidió que se pesaran todos los días. Si empezaban a perder peso de forma drástica, se les daba más alimentos bajos en azúcar, de modo que la pérdida de peso se descartara como factor en cualquiera de los efectos positivos para la salud que se pudieran observar.

Después de 9 días con la dieta restringida de azúcar, prácticamente cada aspecto de la salud metabólica de los participantes mejoró sin que hubiera un gran cambio en su peso.

La presión arterial empezó a modificarse hasta niveles más próximos a la normalidad, y los niveles de triglicéridos y del colesterol LDL ("malo") se redujeron. El nivel de glucosa en la sangre en ayunas se redujo en 5 puntos, y los niveles de insulina se redujeron en un tercio, mostraron los hallazgos.

"Hicimos que niños que estaban enfermos se volvieran sanos", dijo Lustig. "No la revertimos completamente, pero en 10 días conseguimos revertir su disfunción metabólica en gran medida, sin que hubiera un cambio en la calorías ni en el peso".

Sin embargo, el sector del azúcar no se mostró de acuerdo con los hallazgos.

"El estudio más reciente del Dr. Lustig no logra dar una precisión científica a preguntas importantes que requieren de respuestas legítimas", afirmó La Asociación del Azúcar (The Sugar Association) en una declaración.

"El estudio fue diseñado para asegurarse de que los sujetos mantenían su peso corporal", señaló el grupo, pero "a medida que el estudio se iba desarrollando, los sujetos no lo hicieron. 33 de los 43 participantes perdieron peso, un promedio significativo de 2 libras (0.9 kg) por persona en 9 días. Esto hace que sea imposible separar los efectos de la pérdida de peso de los cambios dietéticos en las variables de salud medidas".

La asociación añadió que el estudio tenía datos insuficientes sobre qué tipo de azúcares (especialmente fructosa) había en las dietas de los niños, y el estudio contó con la información reportada por los mismos participantes, lo que la asociación calificó como "no fiable".

Pero Lustig comentó que otros estudios han mostrado que el azúcar puede tener efectos metabólicos perjudiciales más allá del aumento de peso a través de las calorías adicionales.

El azúcar presente en los alimentos está compuesto por dos azúcares simples llamados glucosa y fructosa, y los estudios han mostrado que la fructosa puede fomentar el envejecimiento celular, dijo.

La fructosa también actúa directamente sobre el sistema de recompensa en el cerebro de una persona, lo que le hace desear más azúcar. "Cuanto más azúcar se ingiere, más se quiere", señaló Lustig.

Estos hallazgos muestran que las personas harían bien si siguen las directrices dietéticas que ya animan a limitar la ingesta de azúcar y a comer más fruta y verdura, dijo Mechanick.

Pero indicó que el estudio contó solamente con un pequeño grupo de niños durante un periodo corto de tiempo, y se ha de replicar en un grupo más amplio.

"Es un estudio importante que añadir al conjunto total de evidencias", dijo Mechanick. "Obviamente, va a ser necesario corroborarlo en un ambiente distinto y con una población distinta".

El estudio aparece en la edición en línea del 27 de octubre de la revista Obesity.

FUENTES: Robert Lustig, M.D., MSL, pediatric endocrinologist, UCSF Benioff Children's Hospital San Francisco; Jeffrey Mechanick, M.D., F.A.C.P., F.A.C.E., F.A.C.N., E.C.N.U., clinical professor and director, metabolic support, division of endocrinology, diabetes and bone disease, Mount Sinai Icahn School of Medicine, New York City; Oct, 27, 2015, statement, The Sugar Association; Oct. 27, 2015,Obesity, online

Relacionan unos medicamentos para la acidez crónica con un riesgo más alto de enfermedad renal

Pero los estudios no se diseñaron para probar que los inhibidores de la bomba de protones sean responsables del aumento
Un tipo común de medicamentos para la acidez conocidos como inhibidores de la bomba de protones (IBP) parecen vincularse con un aumento en el riesgo de enfermedad renal crónica, sugieren dos estudios recientes.

Prilosec, Nexium y Prevacid pertenecen a esta clase de fármacos, que tratan la acidez y el reflujo ácido al reducir la cantidad de ácido producida por el estómago.

Aunque los estudios actuales han mostrado una asociación entre esos medicamentos y el hecho de contraer enfermedad renal crónica, no probaron causalidad.

Pero el Dr. Pradeep Arora, autor líder de uno de los estudios, considera que "es muy razonable asumir que los IBP en sí pueden provocar la enfermedad renal crónica". Arora es nefrólogo y profesor asociado de la Facultad de Medicina y Ciencias Biomédicas de SUNY Buffalo en Buffalo, Nueva York.

"Los pacientes solo deben usar los IBP para las indicaciones aprobadas [por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE. UU.], y no para tratar una acidez sencilla ni una [indigestión]", advirtió.

La enfermedad renal crónica está aumentando en Estados Unidos, y más de 20 millones de estadounidenses sufren actualmente de la enfermedad, según la Sociedad Americana de Nefrología (American Society of Nephrology). Ocurre cuando los riñones de una persona se dañan y no pueden filtrar la sangre como deben. La diabetes y la hipertensión son dos factores de riesgo comunes de la enfermedad renal, según la sociedad.

Los IBP ya se habían vinculado con problemas renales a corto plazo, como una lesión aguda del riñón y una enfermedad renal inflamatoria llamada nefritis intersticial aguda, dijo Arora.

El estudio de Arora contó con 24,000 pacientes que contrajeron la enfermedad renal crónica entre 2001 y 2008.

Uno de cada cuatro pacientes renales había sido tratado antes con un IBP. Las personas que tomaban un IBP también tenían casi el doble de riesgo de muerte prematura, hallaron los investigadores.

En el segundo estudio, los investigadores fueron dirigidos por el Dr. Benjamin Lazarus del Hospital Real de Brisbane y de Mujeres en Australia y de la Universidad de Johns Hopkins en Baltimore. Siguieron a más de 10,000 adultos con una función renal normal entre 1996 y 2011.

Encontraron que los usuarios de IBP tenían hasta un 50 por ciento más de probabilidades de contraer la enfermedad renal crónica que los que no usaban IBP, incluso tras ajustar por las diferencias entre ambos grupos.

Los investigadores apuntaron que las personas no tenían un riesgo más elevado de enfermedad renal crónica si usaban una clase distinta de fármacos llamados bloqueadores H2, que también suprimen el ácido estomacal. Ese grupo de medicamentos incluye a Tagamet y a Zantac.

El mismo equipo también replicó ese vínculo en un segundo estudio de mayor tamaño que siguió a 240,000 pacientes entre 1997 y 2014, señalaron los investigadores.

Los hallazgos de los estudios se presentarán la próxima semana en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nefrología, en San Diego. Los datos y conclusiones presentados en reuniones por lo general se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales.

Arora dijo que hay un par de teorías que podrían explicar este vínculo entre los IBP y la enfermedad renal crónica.

Los riñones podrían resultar dañados con el tiempo si los pacientes sufren ataques repetidos de nefritis intersticial aguda (una forma de inflamación del tejido), que se ha vinculado con el uso a corto plazo de los IBP, apuntó.

Los IBP también pueden hacer que los niveles de magnesio en sangre bajen. Una falta de ese importante mineral podría también provocar daño renal, añadió Arora.

Pero los pacientes que toman IBP también tienden a ser obesos y a tener otros problemas de salud, como la diabetes, y esas afecciones podrían explicar el vínculo observado, dijo el Dr. Michael Wolfe, gastroenterólogo y profesor de medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Case Western Reserve, en Cleveland.

Los pacientes enfermos también toman muchos analgésicos AINE (antiinflamatorios no esteroides), y esos medicamentos de venta libre también se han vinculado con la enfermedad renal crónica, apuntó.

"Sospecho que si [los investigadores] corrigen los datos teniendo en cuenta el uso de AINE, podrían observar que esa correlación desaparece", planteó Wolfe.

Arora dijo que su equipo de investigación inicialmente no tomó en cuenta el uso de AINE en el estudio, pero que sí controló otros problemas de salud.

"No [controlamos los datos sobre el uso de AINE], pero tenemos datos sobre el uso de AINE y estamos estudiándolos", dijo. "Es un argumento muy válido".

Arora recomienda que la gente solo use los inhibidores de la bomba de protones para tratar los trastornos gastrointestinales graves, como el ERGE, que era la intención original de la FDA.

"Según los datos de EE. UU., el 90 por ciento de las recetas de IBP no se relacionan con indicaciones aprobadas por la FDA", lamentó. "Estamos usando esos fármacos indiscriminadamente, y para muchos pacientes podrían resultar contraproducentes".

FUENTES: Pradeep Arora, M.D., nephrologist and associate professor, SUNY Buffalo School of Medicine and Biomedical Science, Buffalo, N.Y.; M. Michael Wolfe, M.D., gastroenterologist and professor, medicine, Case Western Reserve University School of Medicine, Cleveland, Ohio; Nov. 3-8, 2015, presentations, American Society of Nephrology, annual meeting, San Diego, Calif.

¿A qué edad hay que empezar con la mamografía?

Las nuevas recomendaciones de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer reavivan el debate: ahora aconsejan hacerse el primer control a los 45 años; qué se indica en nuestro país
En el mes en que organizaciones de pacientes, entidades científicas y ciudades del mundo se visten de rosa para promover la detección temprana del cáncer de mama, la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (ACS, por su sigla en inglés) sorprendió con nuevas recomendaciones y reavivó el debate sobre a qué edad las mujeres tienen que empezar a hacerse la mamografía y con qué frecuencia.

Ahora, la ACS aconseja que las mujeres sin antecedentes familiares de la enfermedad esperen hasta los 45 años para hacerse la primera mamografía, en lugar de a los 40 años. Y recomienda volver a la indicación anterior de repetir el control cada dos años, pero a partir de los 55, y continuarlos mientras la mujer goce de buena salud o hasta que la expectativa de vida no supere los 10 años.

Sin embargo, no respalda el uso de las imágenes por resonancia magnética como prueba de detección cuando el riesgo de desarrollar la enfermedad no supere el 15%, y aclara que "las investigaciones no muestran que el examen físico de los senos que hace un profesional de la salud o la misma mujer con el propósito de detectar el cáncer de mama ofrezcan un beneficio claro. Ante esta falta de evidencia, no se recomienda hacer el examen clínico ni el autoexamen de los senos periódicamente. No obstante, toda mujer debe familiarizarse con la manera natural en que lucen y se sienten sus senos e informar inmediatamente al médico cualquier cambio que note", explica la ACS.

Los afiches advierten la importancia de detectar el cáncer de mama a tiempo.Foto:Archivo

Los argumentos surgen de una revisión sistemática de los estudios publicados desde 2003 sobre la población femenina con riesgo promedio de desarrollar la enfermedad. Es decir que estos cambios no incluyen a las mujeres con antecedentes familiares de la enfermedad: ellas deberán seguir haciéndose la primera mamografía a los 35 años.

En los Estados Unidos, el panel de especialistas de la ACS que tuvo a cargo la tarea de revisar la literatura médica y redactar las nuevas guías tampoco halló evidencia de que los beneficios de la mamografía anual entre los 40 y 44 años superen los riesgos de obtener un falso positivo, es decir, la detección de lesiones parecidas a un tumor, pero que no lo son.

Un debate abierto

"Sabemos que el debate sobre a qué edad hay que comenzar con las mamografías va a seguir", señaló a través de un comunicado Richard Wender, director ejecutivo de control del cáncer de la ACS. "Estas guías indican con seguridad que todas las mujeres (con un riesgo promedio normal) deberían empezar a hacerse este estudio de detección temprana a los 45 años, que es el momento en el que sus beneficios superan ampliamente los riesgos."

En las guías publicadas en la revista JAMA, la ACS deja abierta la posibilidad de que las mujeres conversen con sus médicos de cabecera sobre la conveniencia del procedimiento antes de los 45 años. Esta opción revela que la modificación responde también a los problemas de financiamiento de la cobertura de los servicios de salud que están afrontando la mayoría de los países.

María Viniegra, oncóloga clínica y ex coordinadora del Programa Nacional de Cáncer de Mama del INC, explicó que la decisión de la ACS coincide con una tendencia en las organizaciones científicas del mundo que se ocupan de las recomendaciones sobre el uso de los exámenes de screening o tamizaje, como la mamografía.

"La evidencia que se tiene hoy sugiere que los beneficios reales del tamizaje serían menores que lo que se pensaba -indicó a LA NACION-. Hay muchos falsos positivos y sobrediagnósticos (tumores con crecimiento tan lento que no serían un riesgo para la vida de la persona). Lo que sucede con el cáncer de mama es que los tratamientos son cada vez más efectivos y menos agresivos. Esto permite reducir la intensidad del tamizaje mamográfico. Hay sociedades científicas más conservadoras, pero en el mundo desarrollado la mayoría de las organizaciones están reduciendo la intensidad delscreening. La ACS está a favor del tamizaje y, que ellos también den un paso atrás en sus recomendaciones, indica que el peso de la evidencia científica es alto y lo justifica."

La poliomielitis, una enfermedad con los días contados


En su Día Mundial, expertos destacan que la Argentina lleva 31 años consecutivos sin registro de casos autóctonos gracias a la vacunación

La poliomielitis (o polio), que hoy celebra su Día Mundial, es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a niños menores de cinco años. Es causada por tres virus (poliovirus tipos 1, 2 y 3) que invaden el sistema nervioso y que en tan solo pocas horas pueden provocar una parálisis total.

El virus se transmite estrictamente de persona a persona, principalmente por vía bucal o a través de un vehículo común, como el agua o los alimentos contaminados, y se multiplica en el intestino.

"La mayoría de los afectados por el virus no presentan síntomas. Otros pueden mostrar síntomas luego de un período de incubación de seis hasta 20 días, incluyendo fiebre, cansancio, dolor de cabeza, vomito, fuertes dolores musculares, espasmos y sensación de debilidad", explicó el doctor Cesar Mascareñas, director médico de Sanofi Pasteur Latinoamérica.

Según explica el experto, el virus daña las células nerviosas y puede causar parálisis parcial o completa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada 200 casos resulta en parálisis irreversible (generalmente en las piernas), y de estos, entre el 5% y 10% fallecen por parálisis en los músculos respiratorios.

OMS: Vínculo entre carnes rojas y cáncer

La decisión de la OMS no es unánime y e anticipa que genere una dura crítica en Estados Unidos.
Una divisón de investigación de la Organización Mundial de la Salud anunció el lunes que el tocino, las salchichas y otras carnes procesadas causan cáncer, y probablemente también la carne roja.

El informe del influyente grupo destaca una de las posiciones más enérgicas contra la carne jamás tomada por una importante organización de salud y se anticipa que generará una dura crítica en Estados Unidos.

Las conclusions de la OMS están basadas en el trabajo de un panel de 22 expertos internacionales que revisaron décadas de investigación vínculada entre la carne roja, las carnes procesadas y el cáncer. El panel revisó experimentos en animales, estudios de dietas humanas y salud, y mecanismos de células que podrían vincular la carne roja al cáncer.

Pero la decisión del panel no fue unánime, y al presentar preocupaciones letales sobre un alimento presente en un sinnúmero de comidas en Estados Unidos, será controversial.

La industria de la carne en EE.UU. de 95.000 millones de dólares, ha preparado durante meses una respuesta y algunos científicos, incluyendo algunos no afiliados con la industria cárnica han cuestionado si la evidencia es suficientemente sustancial para lograr las fuertes conclusiones a las que llegó el panel de la OMS.

“Simplemente no creemos que la evidencia apoya ningún vínculo entre ninguna carne roja y algún tipo de cáncer” dijo Shalene McNeill, directora ejecutiva de nutrición humana de la asociación de ganaderos National Cattlemen’s Beef Association.

El naproxeno con receta es tan bueno como los analgésicos narcóticos para el dolor lumbar

Además, este medicamento no es adictivo, según un experto
El naproxeno (un medicamento disponible en versiones de venta libre y con receta) parece proporcionar el mismo alivio para el dolor de lumbar que un analgésico narcótico o un relajante muscular, según sugiere un nuevo estudio.

El estudio comparó el uso del naproxeno con receta (Naprosyn) solo con el uso de naproxeno con un analgésico narcótico (oxicodona junto con acetaminofén [Percotet]), o el relajante muscular ciclobenzaprina (Amrix). A los pacientes que tomaron una combinación de medicamentos no les fue mejor que a los que tomaron el naproxeno solo, indicaron los investigadores.

"El dolor lumbar agudo es una afección frustrante", dijo el investigador principal, el Dr. Benjamin Friedman, profesor asociado de medicina de emergencia en el Centro Médico Montefiore y en el Colegio de Medicina Albert Einstein de la ciudad de Nueva York.

Muchos pacientes ya han tomado medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) de venta libre, como el naproxeno (Aleve) o el ibuprofeno (Adil, Motrin), antes de llegar a la sala de emergencias, dijo. Algunas personas quizá hayan tomado dosis insuficientes en los intervalos incorrectos y se les podría aconsejar que optimizaran su régimen de AINE, señaló.

"Pero para los pacientes que ya habían optimizado su régimen de AINE, no hay disponible ningún tratamiento médico adicional", lamentó Friedman.

"No tenemos ningún tratamiento médico bueno para el dolor lumbar agudo", añadió.

El informe aparece en la edición del 20 de octubre de la revista Journal of the American Medical Association.

Para realizar el estudio, Friedman y sus colaboradores asignaron aleatoriamente a un poco más de 300 pacientes que llegaron a una sala de emergencias quejándose de un dolor lumbar a 10 días de tratamiento con una de tres combinaciones. Las combinaciones incluían 500 miligramos (mg) de naproxeno y una pastilla placebo; 500 mg de naproxeno junto con 5 mg de ciclobenzaprina; o 500 mg de naproxeno junto con una pastilla que contenía 5 mg de oxicodona y 325 mg de acetaminofén.

Se proporcionó a todos los participantes del estudio una sesión educativa de 10 minutos sobre el dolor lumbar antes de dejar el hospital, indicaron los autores del estudio.
Añadir los narcóticos o los relajantes musculares a la terapia con naproxeno no ayudó con el dolor ni el funcionamiento más que el naproxeno solo, dijo Friedman. "Casi el 50 por ciento de los pacientes seguían sufriendo dolor una semana después. Casi el 25 por ciento de los pacientes seguían sufriendo dolor tres meses después", dijo.

Pero independientemente del tratamiento, casi dos tercios de los pacientes tenían significativamente menos dolor y un mejor movimiento una semana después de empezar el tratamiento, hallaron los investigadores.

El Dr. Houman Danesh, director de gestión integrativa del dolor en el departamento de anestesiología y dolor de la Escuela de Medicina Mount Sinai en la ciudad de Nueva York, dijo que "se trata de otro estudio más que afirma que los narcóticos no son apropiados para tratar el dolor de espalda".

Aunque hay menos médicos que están recetando analgésicos narcóticos para el dolor de espalda, muchos todavía lo hacen, señaló.

Danesh señaló que los efectos secundarios de los analgésicos narcóticos superan a los beneficios. Un efecto secundario es la adicción, pero no es el único, explicó.

"Sabemos que los narcóticos reducen los niveles de testosterona tanto en los hombres como en las mujeres", comentó Danesh. En los hombres, reemplazar la testosterona con complementos puede aumentar el riesgo de ataque cardiaco y de fallecimiento.

"En las mujeres, no se tiene ni idea de dónde ni cómo reemplazar la testosterona, de modo que su bioquímica cambia, lo que las puede hacer más sensibles al dolor", explicó.

"La mayoría de los dolores de espalda mejoran por sí mismos sin nada", dijo Danesh.

Friedman se mostró de acuerdo. "No desespere: el paso del tiempo curará la mayoría de los dolores lumbares", dijo.

"Algún tipo de terapia complementaria, como estiramientos, el yoga o masajes quizá serían más apropiados para muchos pacientes", dijo Friedman. "La solución para el dolor lumbar no es un medicamento potente".


Fuente:  HealthDay
FUENTES: Benjamin Friedman, M.D., associate professor, emergency medicine, Montefiore Medical Center, Albert Einstein College of Medicine, New York City; Houman Danesh, M.D., director of integrative pain management, department of anesthesiology-pain, Mount Sinai School of Medicine, New York City; Oct. 20, 2015, Journal of the American Medical Association


Irlandés, japonés y china ganan Nobel de Medicina

“El impacto que han logrado para mejorar la salud humana y reducir el sufrimiento son incalculables", aseguró el jurado.
Tres científicos de Irlanda, Japón y China ganaron el lunes el Premio Nobel de Medicina 2015 por sus descubrimientos para ayudar a combatir la malaria y las infecciones provocadas por parásitos.

El irlandés William Campbell y el japonés Satoshi Omura fueron reconocidos por descubrir un nuevo medicamento, la Avermectina, contra la llamada ceguera de los ríos y la filariasis linfática o elefantiasis, dos enfermedades causadas por lombrices parasitarias.

Por su parte, la científica china Yoyou Tu, descubrió la Artemisina, una droga que ha reducido de manera muy significativa la mortalidad por malaria.

“Los dos descubrimientos han proporcionado a la Humanidad con nuevas armas poderosas para combatir estas graves enfermedades que afectan a centenares de millones de personas cada año”, dijo el comité del Instituto Karolinska al anunciar los premios en Estocolmo.

“El impacto que han logrado para mejorar la salud humana y reducir el sufrimiento son incalculables", aseguró el jurado.

Campbell es un miembro emérito de la Universidad Drew en Madison, Nueva Jersey. Omura es profesor de la Universidad Kitasato de Japón, mientras Tu es profesor jefe de la Academia China de Medicina Tradicional.

Durante la semana serán anunciados otros premios nobel en Física, Química y el Premio Nobel de la Paz. El premio de Economía será anunciado hasta el lunes próximo, mientras no se ha establecido una fecha para el de Literatura.

Un estudio sugiere que el estrés laboral se asocia con el riesgo de ACV

Los que tienen trabajos exigentes y poco control parecen ser los más vulnerables, encontraron unos investigadores
Tener un trabajo con mucho estrés, sobre todo un trabajo exigente pero que permita poco control personal, podría aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV), informan unos investigadores chinos.

Un análisis de seis estudios ya publicados de varios países incluyó a casi 140,000 personas a quienes se siguió durante hasta 17 años. Encontró que los que tenían trabajos con mucho estrés presentaban un riesgo de ACV un 22 por ciento más alto que los que tenían trabajos con poco estrés. En las mujeres, el aumento del riesgo fue incluso mayor: de un 33 por ciento, informaron los investigadores.

"Muchos mecanismos podrían tener que ver con la asociación entre los trabajos estresantes y el riesgo de ACV", planteó la investigadora líder, la Dra. Yuli Huang, del departamento de cardiología de la Universidad Médica del Sur, en Guangzhou.

El más importante es que los trabajos con mucho estrés podrían conducir a conductas malsanas, como unos malos hábitos alimenticios, el tabaquismo y la falta de ejercicio, advirtió Huang.

"Es esencial que las personas con profesiones de alto estrés aborden esos problemas del estilo de vida", aconsejó Huang.

El informe aparece en la edición en línea del 14 de octubre de la revista Neurology.
Entre los estudios analizados por el equipo de Huang había uno de Estados Unidos, tres de Suecia, uno de Japón y uno de Finlandia.

Huang y sus colaboradores agruparon los trabajos en cuatro categorías según el nivel de control que los empleados tenían sobre su trabajo y qué tanto trabajaban o las exigencias psicológicas del puesto. Las categorías incluían los trabajos pasivos, los trabajos con poco estrés, los trabajos con mucho estrés y los trabajos activos.

Los factores laborales incluyeron la presión del tiempo, las exigencias mentales y los problemas de coordinación. El trabajo físico y la cantidad total de horas trabajadas no se incluyeron.

Los trabajos pasivos incluyeron a los conserjes, los mineros y otros trabajadores manuales, que tenían pocas exigencias y poco control. Los trabajos con poco estrés incluían a los científicos y a los arquitectos, que tenían poca demanda y un alto control, según el estudio.

Los trabajos con un estrés alto, que tienen una alta demanda y poco control, incluían a las camareras, a los ayudantes de enfermería y a otros trabajadores de la industria de los servicios. Las personas con trabajos activos, como los médicos, los maestros y los ingenieros, tenían una exigencia alta y un alto control, explicaron los investigadores.

Las personas con trabajos con mucho estrés tenían un 58 por ciento más probabilidades de sufrir un ACV provocado por un coágulo sanguíneo en el cerebro (un accidente cerebrovascular isquémico) que las personas con trabajos con poco estrés. Los que tenían trabajos pasivos y activos no presentaban ningún aumento en el riesgo de ACV, dijo Huang.

Los investigadores dijeron que más del 4 por ciento del riesgo general de ACV era provocado por los trabajos con mucho estrés. Pero en las mujeres, los trabajos con mucho estrés aumentaban ese riesgo en un 6.5 por ciento.

El estudio tiene algunas limitaciones, anotaron los investigadores. En primer lugar, los estudios originales midieron el estrés una sola vez. En segundo lugar, otros factores de riesgo de ACV, como la hipertensión o el colesterol alto, no fueron tomados en cuenta en los estudios originales.

La Dra. Jennifer Majersik, profesora asociada de neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Utah, en Salt Lake City, y autora de un editorial que acompaña al estudio en la revista, dijo que la investigación "muestra lo que las personas piensan hace mucho: ciertos tipos de estrés provocan efectos negativos en la salud".

Estudios anteriores han mostrado una conexión entre el estrés laboral y la enfermedad cardiaca, pero esta es la primera investigación en mostrar esa asociación con el ACV, comentó.

Pero el nuevo estudio no probó una relación causal entre el estrés laboral y el ACV.

Majersik cree que reducir el riesgo de ACV podría conllevar tener más control sobre el trabajo.

"Hay formas de aumentar el control personal en el lugar de trabajo", dijo. Éstas pueden incluir horarios flexibles y más potestad para tomar decisiones. "Quizá no funcionen, pero me encantaría que se probaran", dijo Majersik.

Además, las personas pueden cambiar de trabajo y encontrar uno en el que tengan más control, planteó.

"Considero al estrés laboral como otro factor de riesgo modificable", aseguró Majersik. "Todavía no sabemos qué hacer al respecto. Pero aconsejo a mis pacientes que es algo a tomar en cuenta".

Los pacientes con frecuencia preguntan si el estrés provocó su ACV, señaló Majersik. "No sabía qué decirles, pero ahora siento que puedo decirles que quizá sí".

Artículo por HealthDay
FUENTES: Yuli Huang, M.D., department of cardiology, Southern Medical University, Guangzhou, China; Jennifer Majersik, M.D., associate professor, neurology, University of Utah, School of Medicine, Salt Lake City; Oct. 14, 2015, Neurology, online

Muchos supervivientes al cáncer comen mal

Los médicos con frecuencia pasan por alto los consejos dietéticos, según los expertos
Cabría esperar que los supervivientes al cáncer fueran personas que comen de forma fanáticamente sana, pero un nuevo estudio sugiere que comen un poco peor que las personas que nunca han tenido un cáncer.

Los resultados de la encuesta de más de 1,500 adultos supervivientes al cáncer mostraron que eran menos propensos que las otras personas a seguir las directrices dietéticas nacionales. Los hallazgos aumentan las preguntas sobre si los oncólogos deberían hacer más para educar a los pacientes con cáncer sobre los beneficios para la salud que implica el hecho de mejorar sus dietas.

"En el pasado, cuando se diagnosticaba un cáncer a una persona, de algún modo dábamos el mensaje de que debería ir a casa, comer lo que quisiera y tumbarse en el sofá", dijo la coautora del estudio, Wendy Demark-Wahnefried, nutricionista y directora asociada del Centro Oncológico Integral de la Universidad de Alabama en Birmingham.

"Pero la mayoría de las personas con cáncer van a sobrevivir a su enfermedad durante al menos 5 años", añadió. "El mensaje ha cambiado: lo más probable es que usted vaya a sobrevivir".

Y con la supervivencia, dijo, viene un riesgo mayor de volver a contraer cáncer o algunas otras enfermedades. Pero una mejor nutrición podría mejorar potencialmente sus probabilidades, dijo Demark-Wahnefried.

Una dieta malsana se ha asociado con tasas más altas de cáncer. La investigación no clarifica por qué las dietas de los supervivientes al cáncer son menos saludables, y es posible que en realidad empezaran a comer mejor después de enfermar.

El estudio contó con un poco más de 1,500 supervivientes al cáncer en EE. UU. a los que se realizó una encuesta entre 1999 y 2010, y con casi 3,100 personas a las que nunca les habían diagnosticado ningún cáncer. Los participantes recordaron lo que habían comido en las últimas 24 horas.

Los supervivientes al cáncer obtuvieron una puntuación de solamente 47 de 100 en la adherencia a las Directrices Dietéticas para los Estadounidenses. El consumo de verduras y granos integrales era especialmente pobre, dijeron los investigadores. Los adultos que nunca habían tenido cáncer obtuvieron una mejor puntuación: aproximadamente de 48 en general.

En comparación con los que nunca habían sufrido un cáncer, los supervivientes consumían un poco más de grasa, de azúcar añadido y de alcohol. También comían un poco menos de fibra, según los hallazgos.

En general, los supervivientes al cáncer tampoco consiguieron consumir las cantidades diarias recomendadas de vitamina D, vitamina E, potasio y calcio. Y fueron más allá de los niveles recomendados de grasa saturada y de sal, según el informe publicado en línea el 13 de octubre en la revista Cancer.

Las encuestas no examinaron cuándo se diagnosticó el cáncer a los participantes, de modo que no se sabe en qué medida el momento de contraer su enfermedad podría haber afectado a sus hábitos alimenticios, indicaron los autores del estudio.

"Una posibilidad es que sus dietas fueran malas antes, y que ahora lo siguen siendo", dijo Demark-Wahnefried. "Después de que a uno le diagnostiquen un cáncer, a veces podría decir: '¡Qué diablos! ¿Qué tiene de malo un brownie?'. Eso podría ser un factor. En realidad no sabemos cuál es la motivación de estas decisiones".

Cuando el estudio examinó los 4 cánceres principales (de mama, de próstata, de pulmón y de colon), los supervivientes al cáncer de pulmón tenían las peores dietas, dijo la autora principal del estudio, la Dra. Fang Fang Zhang, profesora asistente en la Facultad de Ciencias y Políticas Alimentarias Friedman de la Universidad de Tufts, en Boston.

Las supervivientes al cáncer de mama tenían las dietas más sanas, dijo.

"Las diferencias podrían deberse a los distintos síntomas del cáncer y a los efectos secundarios asociados al tratamiento que pueden impactar en la dieta", dijo Zhang, "o a factores psicosociales, como la ansiedad y la depresión asociados con los diferentes diagnósticos de cáncer".

Aun así, solamente hubo diferencias dietéticas modestas entre los supervivientes al cáncer y las demás personas, comentó el Dr. Stephen Freedland, director del Centro de Investigación Integrada sobre el Cáncer y el Estilo de Vida del Instituto Oncológico Integral Samuel Oschin de Cedars-Sinai, en Los Ángeles.

"No es que las personas de un grupo tuvieran unas dietas horribles y las del otro unas dietas maravillosas", señaló. "Eran diferentes, pero solo ligeramente".

Hay pocas investigaciones que digan a los supervivientes al cáncer qué es lo que deberían comer, comentó Freedland. "Tenemos algunas directrices, pero la calidad de los datos no es extraordinaria. No puedo decirle a un paciente que si come tal cosa, su riesgo de que el cáncer vuelva será bajo", dijo.

Freedland comentó que algunos de sus pacientes empiezan a seguir mejores dietas. "Pero la gran mayoría dicen 'no'; cuando el cáncer se ha curado, lo dejan atrás y vuelven a los patrones de dieta que tenían antes del cáncer".

Los autores del estudio urgen a los médicos a hacer más para educar a los supervivientes sobre sus dietas. "Muchos profesionales no hablan sobre esto con los pacientes a menos que les pregunten", dijo Freedland. "Cuando uno empieza a hablar sobre el tema con un paciente, suele tener una actitud receptiva".
Artículo por HealthDay
FUENTES: Wendy Demark-Wahnefried, Ph.D., R.D., professor and chair, nutrition sciences, and clinical research professor and associate director, University of Alabama at Birmingham Comprehensive Cancer Center; Fang Fang Zhang, M.D., Ph.D., assistant professor, Friedman School of Nutrition Science and Policy, Tufts University, Boston; Stephen Freedland, M.D., urologist and director, Center for Integrated Research in Cancer and Lifestyle, and co-director, Cancer Genetics and Prevention Program, Cedars-Sinai Samuel Oschin Comprehensive Cancer Institute, Los Angeles; Oct. 13, 2015, Cancer, online

Osteoporosis y la importancia de la actividad física

El 20 de octubre es el día mundial de la osteoporosis, debemos tomar conciencia para prevenirla
La osteoporosis es una dolencia de gran prevalencia y alta morbilidad. Para su tratamiento, es importante consumir calcio y vitamina D adecuadamente, realizar actividad física, y en caso de ser necesario, realizar tratamientos para disminuir el riesgo de fracturas.

Es una enfermedad esquelética sistémica (que afecta a todos los huesos) caracterizada por baja masa ósea y deterioro de la microarquitectura con la consecuente disminución de la resistencia ósea. La baja masa ósea es el principal factor determinante del desarrollo de fracturas osteoporóticas, la cual dependerá de la adquisición del pico de masa ósea –determinado por la genética del individuo- durante el crecimiento y la pérdida de hueso en la edad adulta.

Hasta los 30 años aproximadamente, los huesos se encuentran en período de crecimiento, en donde el hueso alcanza el pico de masa ósea, el momento de mayor osificación. Luego, hasta los 50 años, el hueso pasa al período de mantenimiento, y finalmente comienza una etapa de disminución. La masa y fortaleza ósea conseguida al final del período de crecimiento constituye un factor crítico en cuanto al riesgo de fracturas osteoporóticas en la edad adulta.

Es importante recordar que una fractura previa duplica el riesgo de cualquier fractura subsiguiente. Por eso, una de las cosas más importantes a tener en cuenta es la actividad física, para lograr fortaleza en los huesos y contribuir a la salud de los mismos

La fisiología de la salud ósea comprende a una serie de factores interrelacionados: la genética, factores mecánicos (por ejemplo, actividad física), el estado hormonal y la nutrición, que cumple un rol muy importante. Existen dos nutrientes claves para la salud ósea: el calcio y la vitamina D.

El calcio es un nutriente indispensable para el organismo ya que el cuerpo no lo fabrica. El 99% del calcio está depositado en los huesos, por lo que diariamente se tiene que consumir este nutriente, ya que las personas nacen con 28 gr de calcio y en la edad adulta llegan a tener 1000 a 1300 gr. Para lograr esto es necesario que se consuma aproximadamente 800 mg de calcio por día. Si no se realiza el aporte necesario el organismo recurrirá al hueso para obtenerlo, descalcificando cada vez más al individuo.

Al igual que el calcio la actividad física también se considera indispensable para el desarrollo y la preservación de la salud de los huesos, ya que mediante el ejercicio y la actividad física al aire libre no solo incorporamos vitamina D, que ayuda a la fijación del calcio en los huesos sino que también a través del ejercicio se mejora la postura, se obtiene mejor equilibrio y mayor fuerza muscular lo que previene caídas y por lo tanto disminuye las posibilidades de las personas de lastimarse.

Hipoglicemia: Complicación que puede y debe ser evitada en pacientes con diabetes

La preocupación principal en el tratamiento de los pacientes diabéticos es normalizar la alta concentración de glucosa en la sangre, pero la concentración debajo de lo normal (denominada hipoglicemia) provoca dificultades para la irrigación sanguínea, lo que origina el daño en diversos órganos y tejidos. Lo que no debe olvidarse es que llegar a niveles muy bajos de azúcar puede resultar tanto o más peligroso que un exceso.
Aunque el descenso drástico de la glicemia no es exclusivo de los pacientes con diabetes, estos sí tienen mayortendencia a presentarlo, debido a múltiples factores de riesgos. El endocrinólogo Franklin Ablan, detalló que la hipoglicemia se constata cuando el nivel de azúcar (glucosa) está por debajo de los 70 miligramos por decilitro. Cuando no hay suficiente glucosa, el cuerpo de la persona no se provee de suficiente energía para realizar sus labores.

Expuso el especialista que en el tratamiento de los pacientes con diabetes, se debe tener especial cuidado en la dosificación de los medicamentos y particularmente cuando estas combinaciones incluyen hipoglicemiantes orales e insulina. La omisión o saltar comidas por falta de horarios regulares, también son causas del descenso de la glucosa.

“Otro factor relacionado es el ejercicio intenso sin comer, o con la insuficiente cantidad de calorías ingeridas. Esto se presenta por no llevar una merienda para complementar con alimento ese consumo de calorías por ejercicio; u omitir los alimentos conteniendo carbohidratos total o parcialmente”, agregó el consultor honorario y docente del Servicio de Endocrinología del Hospital Vargas de Caracas.

La edad del paciente así como el tiempo de evolución de la diabetes son factores de riesgo adicionales que aumentan la probabilidad de tener hipoglicemia. Medicamentos para el tratamiento de otros procesos que acompañan o no a la diabetes, tales como antiinflamatorios, antibióticos y algunos antihipertensivos, pueden tener interacciones con los remedios para normalizar la glucemia y conducir a hipoglicemia. La presencia de insuficiencia renal moderada o severa es un factor de riesgo también considerada por los especialistas. La toma de bebidas, puede conducir a severa hipoglicemia. “El consumo de alcohol, en presencia del tratamiento sin haber ingerido alimentos antes y durante la toma de bebidas, puede conducir a severa hipoglicemia que requerirá asistencia médica para su recuperación”, señaló Ablan.

Síntomas y tratamiento

Una reacción de glucosa baja en la sangre puede ser muy desagradable. Los síntomas de la hipoglicemia están clasificados en leve, moderado y severo, siendo este último el momento cuando se requiere la intervención de otra persona para lograr la recuperación del paciente. Los síntomas de la hipoglicemia más sutil son hambre repentina, mareo, temblor, nerviosismo, entumecimiento, palpitaciones, somnolencia y cansancio, sudoración y hormigueo en la boca o en los labios.

Dentro de las acciones para prevenir la hipoglicemia está brindar toda la información al paciente diabético y a sus familiares para reconocerla y tratarla. En caso de un episodio severo en el que una persona pierda la conciencia se aconseja pedir ayuda médica lo antes posible y evitar darle a ingerir algún alimento líquido o sólido, pues se corre el riesgo de complicar la recuperación.

Refirió el doctor Ablan, que actualmente el grupo de fármacos llamados gliptinas o inhibidores de la enzima natural DPP IV, por su mecanismo de acción no se presenta la hipoglicemia cuando se usan solos o combinados con la metformina (antidiabético oral). “Entre estos tenemos la vildagliptina, la cual es útil en el control, tanto como terapia única, en algunos casos, o más frecuentemente en combinación con metformina, o con otros medicamentos, incluyendo las sulfonilureas y la insulina”, agregó.

Insistió el especialista que en las combinaciones de medicamentos se debe tener especial cuidado en la dosificación, para minimizar la frecuencia de hipoglicemia.

En conclusión hay que tener en cuenta que la insulina y el ejercicio disminuyen el nivel de glucosa en la sangre, mientras que la comida lo aumenta. Para prevenir las reacciones de hipoglicemia, se debe saber qué es lo que causa las reacciones de glucosa baja en la sangre y cuándo se está más propenso a que ocurra. 


NP

"La clave de la salud está en el cerebro, no en el corazón"

Lo dijo Valentín Fuster, uno de los cardiólogos más importantes del mundo. ¿La receta? Optar por hábitos saludables que mantengan a raya los factores de riesgo que afectan a ambos órganos.
El cerebro está de moda. En su afán por develar los secretos que guarda, el boom de las neurociencias le da un protagonismo estelar. A tal punto que su estrecha relación con el corazón es un tema que se aborda en más de una de las ponencias del 41° Congreso Argentino de Cardiología que se lleva a cabo hasta mañana en Buenos Aires. "La clave para prolongar la salud está en el cerebro, no en el corazón", afirmó en la conferencia inaugural Valentín Fuster, considerado como uno de los cardiólogos más importantes a nivel mundial.

"Si uno decide cuidarse, esa decisión viene de la cabeza, no del corazón", insistió el español Fuster, quien es director del Instituto Cardiovascular del Hospital Mount Sinai de Nueva York y ex presidente de la Asociación Americana del Corazón. El médico abogó por un "cambio en el estilo de vida de nuestra sociedad, que a menudo se cree invulnerable a padecer alguna enfermedad" y para eso instó a promocionar la salud en lugar de llamar a prevenir patologías ya que "la gente es más receptiva a promocionar algo positivo que a prevenir algo negativo".

“Ya desde hace tiempo que sabemos que las cosas que hacen bien al corazón impactan sobre el cerebro y a la inversa. Pero estudios recientes demostraron cómo quienes presentan enfermedad cardiovascular poseen microlesiones cerebrales que impactan en su nivel cognitivo”, sostuvo Fuster, y añadió que aquellos pacientes que reducen sus factores de riesgo coronario también manifiestan mejoras en su aspecto cognitivo.

El incorporar buenos hábitos, entonces, rinde y redunda en beneficios para todo el organismo. En palabras de Fuster: “Los factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular, infarto de miocardio o infarto cerebral, son los mismos que participan en el desarrollo de un sinnúmero de enfermedades, como la degeneración senil e incluso ciertos tipos de cáncer, y debemos insistir para que la gente haga todo lo posible para mantenerlos bajo control”.

Fuster enumeró 6 factores de riesgo a tener en cuenta: obesidad, presión arterial alta, diabetes, colesterol elevado, tabaquismo y sedentarismo (contra el que indicó actividad física al menos cinco días a la semana). No obstante, consideró que el "principal factor de riesgo es la conducta humana, la sociedad de consumo en la que estamos inmersos nos lleva todo el tiempo al cigarrillo, al alcohol, a las comidas con grasas trans, a las bebidas extra azucaradas" y enfatizó que en eso es sobre lo que hay que trabajar.

“Así como uno conoce su número de celular, su documento, la patente de suauto, etc., también debe conocer y tratar los números de sus factores de riesgo cardiovascular”, dijo al respecto el Guillermo Fábregues, presidente de la Sociedad Argentina de Cardiología, quien aconsejó consultar al médico para que le dé estrategias que permitan mantenerlos bajo control.

Los valores recomendados para los distintos factores de riesgo, en líneas generales, son los siguientes: colesterol total menor a 200 mg/dl; presión arterial, igual o inferior a 80 / 120; diabetes: glucosa en ayunas menor a 100 mg/dl o menos; obesidad, un perímetro de cintura de máximo de 102 centímetros en el hombre y 88 enla mujer.

Pero para hacer un cambio hay que reconocer primero que algo no anda bien y actuar para modificarlo. "Pensamos que estamos bien y queremos que todos nos digan que estamos bien. Sin embargo, es equivocado creerse invulnerable, ya que por ejemplo gracias a los avances en la tecnología de la imagen, se ha podido demostrar que el 40 por ciento de las personas que se creían sanas tenían alguna enfermedad cardiovascular preexistente. No podemos predecir si esto implicará un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular, pero sí sabemos que es muy probable que tenga alguno de estos eventos”, apuntó Fuster haciendo referencia a estudios realizados en Madrid (España) y Chicago (Estados Unidos).

El prestigioso médico español llamó a los cardiólogos a prestarle más atención al medio ambiente ("la polución ambiental tiene un fuerte impacto en la enfermedad cardiovascular"); a formarse más en la vinculación entre el cerebro y el corazón; y destacó la importancia de la educación para el desarrollo de conductas saludables desde la infancia.


El estrés es otro de los factores de riesgo para el corazón y el cerebro. "Genera una actitud de alerta por un estímulo físico, emocional o del medio ambiente. Cuando una persona está estresada, su organismo genera sustancias que pueden ser dañinas como las catecolaminas y la adrenalina, lo que aumenta la frecuencia cardíaca y la presión arterial", precisó Carlos Ingino, jefe de Cardiología de la clínica La Sagrada Familia, institución que en el marco del congreso brindará un simposio sobre neurocardiología.

Estudios recientes revelaron que 1 de cada 3 ataques cerebrales son causados por enfermedades cardíacas, como la fibrilación auricular (FA), que es la arritmia más frecuente. En ese sentido, los especialistas remarcan la importancia que tiene la prevención con ecocardiogramas, monitoreo electrocardiográfico y el control del pulso arterial para detectar la FA.

"En la medida en que nuevos mecanismos de la interacción del eje cerebro-corazón sean reconocidos, mayor será la aplicación de dicho conocimiento en la práctica clínica", consideró el neurocirujano Pedro Lylyk, director de ENERI y La Sagrada Familia.

"Hace casi una década, especialistas del cerebro empezamos a trabajar conjuntamente con los expertos del corazón en la Fundación Favaloro. Esta novedad de asociación de especialidades, que muchas veces y erróneamente se las considera apartadas, ha generado la oportunidad de desarrollar un laboratorio interdisciplinario Corazón-Cerebro en nuestro país", señaló el neurólogo y neurocientífico Facundo Manes, director del Instituto de Neurociencias y Rector de la Universidad Favaloro.

El síndrome del colon irritable suele ser crónico y dura toda la vida

Durante aproximadamente el último año, creo que a menudo he tenido estreñimiento o diarrea, con uno que otro día “normal” por aquí y por allí. Una amiga que padece el síndrome del colon irritable sugirió que me realice las pruebas, aunque mis síntomas no sean tan graves como los de ella. ¿Sería recomendable ir al médico debido a mis síntomas?
RESPUESTA:
El síndrome del colon irritable efectivamente puede provocar los síntomas que usted describe, aunque otras enfermedades también pueden desencadenarlos. Valdría la pena acudir al médico para consultar acerca de los síntomas. Si bien por ahora no existe un análisis específico para diagnosticar el síndrome del colon irritable, el médico puede decidir si es necesario realizar más estudios para descartar otros trastornos.

El síndrome del colon irritable es un trastorno que afecta a los intestinos. A pesar de no ser clara la causa del síndrome del colon irritable, parece que varios factores desempeñan una función en su desarrollo. Las paredes intestinales están recubiertas por capas musculares que se contraen y relajan a ritmo coordinado a medida que movilizan la comida (que luego se convierte en desecho) por todo el tracto intestinal, desde el estómago hasta el recto. Cuando una persona presenta el síndrome del colon irritable, las contracciones posiblemente son más fuertes y duran más tiempo de lo normal, lo que puede conducir a dolor abdominal o molestias a medida que la comida, los gases y las heces atraviesan el tracto gastrointestinal. El síndrome del colon irritable también se vincula con irregularidad intestinal, que a veces es de diarrea y en otras, de estreñimiento. Los síntomas comunes que se relacionan con esto son de flatulencia y distensión abdominal.

El síndrome del colon irritable puede presentarse tanto en adultos como en niños. No obstante, esta afección generalmente empieza en la década de los veinte años y tiende a afectar con un poco más de frecuencia a las mujeres que a los hombres. Los síntomas exactos del síndrome del colon irritable y la gravedad de los mismos varían de una persona a otra. En la mayoría de personas diagnosticadas con síndrome del colon irritable, a pesar de que los síntomas puedan aparecer y desaparecer, la afección es crónica y dura toda la vida. Los cálculos plantean que la afección está presente en alrededor de 10 a 15 por ciento de la población de Estado Unidos.

La evaluación del síndrome del colon irritable normalmente implica realizar una valoración integral de los síntomas y del historial médico, conjuntamente con un minucioso examen médico. Cuando los síntomas son los típicos del síndrome del colon irritable, por lo general no es necesario realizar más análisis. Sin embargo, dependiendo de la situación, el médico podría recomendar más análisis para descartar otras causas de los síntomas, puesto que existen afecciones que pueden provocar dolor, diarrea y estreñimiento. Eso puede ocurrir cuando los síntomas son fuertes, hay antecedentes familiares de una afección gastrointestinal o la persona presenta otros síntomas que no son propios del síndrome del colon irritable (por ejemplo, sangrado).

El tratamiento del síndrome del colon irritable generalmente se concentra en controlar los síntomas. En las personas que lo padecen de forma leve a moderada, realizar cambios en la alimentación puede hacer una enorme diferencia. Los cambios específicos que se requieran dependen de si hay diarrea, estreñimiento o ambos. Algunas personas con síndrome del colon irritable dicen que les resulta provechoso trabajar con un especialista en dietética a fin de identificar alimentos sanos que no desencadenen síntomas. En los casos más fuertes del síndrome del colon irritable, varios medicamentos de venta libre o bajo prescripción pueden ayudar a reducir los síntomas.

Si usted cree que los síntomas interfieren con sus actividades cotidianas, haga una cita con el médico para revisar la afección y decidir cuáles son los siguientes pasos. Si el diagnóstico es de síndrome del colon irritable, es muy probable que existan terapias para aliviar las molestias y ayudarle a sentirse mejor.

Dra. Yuri Saito, Gastroenterología y Hepatología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota

Por qué deberías beber una copa de vino todas las noches

Cada vez parece más claro que su consumo moderado no sólo no hace daño, tiene importantes beneficios para nuestra salud: reduce el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares, previene la depresión y frena la aparición de la diabetes tipo 2. Ahora bien ¿cuánto es un consumo moderado?
Se ha discutido mucho sobre la cantidad a partir de la cual el vino deja de ser saludable y empieza a ser peligroso. Por lo general, cuando los científicos hablan de las bondades del vino tinto recomiendan beber dos copas al día. Pero esto ser refiere a la copa de vino estándar: 150 ml. Y el problema es que, como atestiguan las investigaciones, nos solemos servir mucho más.

Ahora un nuevo estudio, publicado en la revista 'Annals of Internal Medicine', apunta a que lo ideal podría ser consumir una copa de vino por las noches, durante la cena. Una costumbre que ha resultado ser especialmente beneficiosa para las personas con diabetes.

Nunca es tarde para beber vino

Los investigadores de la Universidad Ben-Gurión del Néguev querían comprobar si el consumo de vino era seguro entre aquellas personas con una diabetes tipo 2 bien controlada y que bebían moderadamente, ya que tienen unos niveles menores de HDL, el colesterol “bueno”, y más posibilidades de padecer problemas cardiovasculares.

Los científicos israelíes seleccionaron a 224 personas con este perfil que, además, no bebieran vino a diario y les asignaron a tres grupos, que debían beber todas las noches con la cena una copa de 150 ml de las siguientes bebidas: vino tinto, vino blanco y agua mineral. Además, con la supervisión de un grupo de nutricionistas, siguieron una dieta de tipo mediterráneo sin restricción de calorías.

Los participantes siguieron esta rutina durante dos años durante los cuales tuvieron que ir rellenando una serie de cuestionarios, además de someterse a chequeos periódicos en los que los médicos evaluaban diversos marcadores como el nivel de glucemia plasmática en ayunas, el colesterol, la presión arterial o el funcionamiento del hígado.

El menor riesgo de problemas cardiovasculares no puede asociarse de forma exclusiva al vino, sino a su disfrute en el contexto de una dieta saludable

Al finalizar el experimento, las personas del grupo del vino tinto tenían unos mejores niveles de colesterol que los participantes que habían bebido agua. Además, fueron los únicos que experimentaron una disminución significativa de los componentes del síndrome metabólico (que suele estar asociado con la diabetes). Las personas que bebieron ambos tipos de vino tuvieron también unos niveles más saludables de triglicéridos, glucemia plasmática en ayunas y un sueño de mejor calidad que los bebedores de agua.

Aunque el alcohol parece ayudar algo al control de la glucemia (y de esto se beneficiaron las personas que tomaron cualquier tipo de vino) los beneficios del vino tinto resultaron mucho mayores, por lo que, como ya han apuntado con anterioridad otros científicos, sus bondades tienen más que ver con otro tipo de elementos resultantes de su elaboración. El vino tinto tiene siete veces más compuestos fenólicos (como los taninos) que el vino blanco, además del resveratrol, una sustancia que muchos creen que podría ser responsable de estos efectos beneficiosos.

Aunque las conclusiones del estudio parecen contundentes, sus autores aseguran que el menor riesgo de problemas cardiovasculares no puede asociarse de forma exclusiva al consumo de vino en la cena, sino a su disfrute en el contexto de una dieta saludable, como la que siguieron los participantes.

Fuente: El confidencial

Hipoglicemia: Complicación que puede y debe ser evitada en pacientes con diabetes

La preocupación principal en el tratamiento de los pacientes diabéticos es normalizar la alta concentración de glucosa en la sangre, pero la concentración debajo de lo normal (denominada hipoglicemia) provoca dificultades para la irrigación sanguínea, lo que origina el daño en diversos órganos y tejidos. Lo que no debe olvidarse es que llegar a niveles muy bajos de azúcar puede resultar tanto o más peligroso que un exceso.
Aunque el descenso drástico de la glicemia no es exclusivo de los pacientes con diabetes, estos sí tienen mayortendencia a presentarlo, debido a múltiples factores de riesgos. El endocrinólogo Franklin Ablan, detalló que la hipoglicemia se constata cuando el nivel de azúcar (glucosa) está por debajo de los 70 miligramos por decilitro. Cuando no hay suficiente glucosa, el cuerpo de la persona no se provee de suficiente energía para realizar sus labores.

Expuso el especialista que en el tratamiento de los pacientes con diabetes, se debe tener especial cuidado en la dosificación de los medicamentos y particularmente cuando estas combinaciones incluyen hipoglicemiantes orales e insulina. La omisión o saltar comidas por falta de horarios regulares, también son causas del descenso de la glucosa.

“Otro factor relacionado es el ejercicio intenso sin comer, o con la insuficiente cantidad de calorías ingeridas. Esto se presenta por no llevar una merienda para complementar con alimento ese consumo de calorías por ejercicio; u omitir los alimentos conteniendo carbohidratos total o parcialmente”, agregó el consultor honorario y docente del Servicio de Endocrinología del Hospital Vargas de Caracas.

La edad del paciente así como el tiempo de evolución de la diabetes son factores de riesgo adicionales que aumentan la probabilidad de tener hipoglicemia. Medicamentos para el tratamiento de otros procesos que acompañan o no a la diabetes, tales como antiinflamatorios, antibióticos y algunos antihipertensivos, pueden tener interacciones con los remedios para normalizar la glucemia y conducir a hipoglicemia. La presencia de insuficiencia renal moderada o severa es un factor de riesgo también considerada por los especialistas. La toma de bebidas, puede conducir a severa hipoglicemia. “El consumo de alcohol, en presencia del tratamiento sin haber ingerido alimentos antes y durante la toma de bebidas, puede conducir a severa hipoglicemia que requerirá asistencia médica para su recuperación”, señaló Ablan.

Síntomas y tratamiento

Una reacción de glucosa baja en la sangre puede ser muy desagradable. Los síntomas de la hipoglicemia están clasificados en leve, moderado y severo, siendo este último el momento cuando se requiere la intervención de otra persona para lograr la recuperación del paciente. Los síntomas de la hipoglicemia más sutil son hambre repentina, mareo, temblor, nerviosismo, entumecimiento, palpitaciones, somnolencia y cansancio, sudoración y hormigueo en la boca o en los labios.

Dentro de las acciones para prevenir la hipoglicemia está brindar toda la información al paciente diabético y a sus familiares para reconocerla y tratarla. En caso de un episodio severo en el que una persona pierda la conciencia se aconseja pedir ayuda médica lo antes posible y evitar darle a ingerir algún alimento líquido o sólido, pues se corre el riesgo de complicar la recuperación.

Refirió el doctor Ablan, que actualmente el grupo de fármacos llamados gliptinas o inhibidores de la enzima natural DPP IV, por su mecanismo de acción no se presenta la hipoglicemia cuando se usan solos o combinados con la metformina (antidiabético oral). “Entre estos tenemos la vildagliptina, la cual es útil en el control, tanto como terapia única, en algunos casos, o más frecuentemente en combinación con metformina, o con otros medicamentos, incluyendo las sulfonilureas y la insulina”, agregó.

Insistió el especialista que en las combinaciones de medicamentos se debe tener especial cuidado en la dosificación, para minimizar la frecuencia de hipoglicemia.

En conclusión hay que tener en cuenta que la insulina y el ejercicio disminuyen el nivel de glucosa en la sangre, mientras que la comida lo aumenta. Para prevenir las reacciones de hipoglicemia, se debe saber qué es lo que causa las reacciones de glucosa baja en la sangre y cuándo se está más propenso a que ocurra. NP

EA

Ayude a su hijo a dormir bien de noche

Los niños en edad escolar necesitan dormir de forma adecuada para tener el máximo rendimiento.
"Los niños y los adolescentes necesitan dormir un tiempo significativamente mayor que los adultos para respaldar su rápido desarrollo mental y físico", comentó el Dr. Clay Stallworth, pediatra del Sistema de Salud de la Universidad de Georgia Regents, en Augusta.

"El cuerpo y el cerebro de un niño están ocupados durante el sueño preparándose para otro día de tareas y crecimiento, de forma que es esencial que los niños duerman lo adecuado", dijo en un comunicado de prensa de la universidad.

Los niños en edad escolar deben dormir de 10 a 11 horas, según la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics).

Una forma de ayudar a los niños a dormir lo suficiente es fijar un horario regular para irse a la cama, y cumplirlo, incluso los fines de semana. También es importante crear una rutina de 15 a 30 minutos de duración para la hora de irse a la cama, con el fin de ayudar a los niños a prepararse para dormir. Esto puede incluir un baño, ponerse la ropa para la cama, cepillarse los dientes, leer un cuento y dar las buenas noches, planteó Stallworth.

No deje que los niños consuman chocolate, alimentos azucarados ni bebidas con cafeína a una hora avanzada del día, recomendó. También es importante dejar de ver la tele, de jugar videojuegos y los juegos vigorosos 30 o más minutos antes de la hora de acostarse, de forma que los niños no tengan demasiados estímulos cuando llegue el momento de dormir, añadió.

Mantenga la habitación del niño oscura, tranquila y con una temperatura cómoda. Anime al niño a dormirse de forma independiente. Lo mejor es entrenar a los niños en la infancia, aconsejó Stallworth.

"Con una rutina sólida y algo de disciplina, puede ayudar a sus hijos a tener unos dulces sueños", afirmó. "Y es probable que si sus hijos duermen bien de noche, usted también lo haga, y eso hace que toda la familia esté más sana".


FUENTE: Georgia Regents University, news release, Sept. 29, 2015

Virocap, un test que detecta casi todos los virus humanos

Uno de los desafíos médicos cotidianos es identificar qué virus específico está afectando a una persona que tiene síntomas que son común denominador de muchas enfermedades: fiebre, dolor de cabeza y músculos, vómitos. 
A veces hay que esperar días por las pruebas de laboratorio, lo que atrasa el comienzo de un tratamiento. Pero ahora, un nuevo desarrollo en la Washington University en Saint Louis promete cambiar esa dinámica ya que podría detectar todos los virus que afectan a los seres humanos con un único test.

Este test —cuya eficacia aún debe probarse en ensayos con humanos de largo alcance— podría potencialmente ayudar a los doctores a diagnosticar más rápido qué infección viral está sufriendo un paciente, más allá de que tengan pistas claras o no.

Miles de virus enferman a las personas, y muchos de ellos tienen, al menos en los primeros días de la infección, síntomas similares: por ejemplo un paciente adulto que tiene fiebre y dolor de cabeza y cuerpo puede tanto estar sufriendo una gripe común como ser víctima del Virus del Nilo (foto arriba, el virus aumentado al microscopio)

Test: ¿son virus o bacterias?

Frente al dilema de cuál virus está haciendo de las suyas, muchas veces se necesitan una amplia batería de pruebas diferentes que llevan días para detectarlo, y atrasan el tratamiento.

Esto se podría evitar en el futuro con un test como Virocap. Si bien esta prueba específica aún no está disponible para su uso masivo, la tecnología sí puede ser usada por proveedores de salud e investigadores, con el fin de definir un diagnóstico más rápidamente.

Las 10 infecciones más asesinas

El doctor Gregory Storch dijo que Virocap podrá ser muy útil cuando comienza un brote epidémico, y los médicos no saben con que patógeno están lidiando. Incluso cuando es difícil diagnosticar luego que se han realizado los diferentes test estándar.

La investigación que lideró Storch, publicada en la revista Genome Research, evaluó las secreciones nasales, sangre y muestras fecales de 14 pacientes. Habitualmente las pruebas tradicionales no detectan gérmenes como el de la influenza B o el herpes simplex, sin embargo, el nuevo test detectó estos virus en los cuatro pacientes, del grupo de 14, que los portaban.

Seis virus más letales que el Ébola

En otro grupo de ocho niños que estaban teniendo una fiebre inespecífica (sin diagnóstico), los test de laboratorio clásicos detectaron 11 virus, pero Virocap halló siete más.

"Esto demuestra que el test es súper sensitivo, lo que permite que identifique distintas cepas de un mismo virus que son similares genéticamente", explicó en el artículo el investigador Todd Wylie.

¿Cómo logra este test ser tanto más poderoso? Una explicación simple es que apunta directo a la genética del virus, lo que lo ayuda a definirlo más rápido y con más certeza.

Diabetes: Vino tinto para que el corazón no falle

Mucho se ha debatido en el seno de la comunidad científica acerca de los beneficios que tiene el consumo moderado de vino tinto para la salud y ahora serían las personas que viven con diabetes las que tendrían un motivo para poder disfrutar de una copita. Beberlo cada noche podría ayudarlos a controlar sus niveles de colesterol y cuidar su corazón, según un estudio internacional.
Los investigadores de la Universidad Ben-Gurion del Negev en Israel, junto con expertos de la Escuela de Salud Pública de Harvard, en Estado Unidos y la Universidad de Leipzig, en Alemania, refieren que las personas con diabetes son más vulnerables a padecer enfermedades del corazón que la población en general y tienen niveles más bajos de colesterol "bueno". Mientras que el consumo de alcohol en las personas con diabetes ha sido motivo de controversia.

En el trabajo publicado en la revista Annals of Internal Medicine, se incluyeron a 224 adultos con diabetes tipo 2 de entre 40 y 75 años de edad quienes fueron divididos en tres grupos. Durante la cena debían beber 150 mililitros de agua mineral, de vino blanco o de vino tinto. Todos los participantes mantuvieron una dieta estilo Mediterráneo a lo largo del periodo de estudio, asegurando que el consumo de vino tinto, vino blanco o agua mineral fuera la principal diferencia en sus dietas.

Los resultados mostraron que en comparación con los participantes del estudio que bebieron agua mineral cada noche y aquellos que tomaron una copa de vino blanco, los participantes que bebieron una copa de vino tinto cada noche presentaron menos síntomas de síndrome metabólico (hipertensión, exceso de grasa abdominal, alto nivel de azúcar en la sangre y niveles de colesterol anormales).

Además, los datos revelaron que las bondades del vino tinto estuvieron por encima de las del vino blanco. Las variedades de color rubí incrementaron significativamente el colesterol HDL – el llamado colesterol bueno que protege contra enfermedades del corazón- de los participantes (casi el 10%) y mejoraron los perfiles de colesterol total. En los bebedores de vino tinto también se observó mejoras en sus niveles de apolipoproteína a1 (una medida del metabolismo de los lípidos)

Los autores del trabajo refieren que mientras que el vino tinto y el blanco contienen niveles similares de alcohol por porción, el vino tinto contiene siete veces más de compuestos fenólicos de origen vegetal (incluyendo resveratrol y quercetin) que lo que contiene el vino blanco.

Para los investigadores el consumo moderado de vino, concretamente de vino tinto, entre personas con diabetes bien controladas, sería aparentemente seguro y disminuiría el riesgo cardio metabólico.

La temible diabetes

La diabetes se ha convertido en una epidemia que afecta a casi 350 millones de personas en todo el mundo según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se prevé que se convierta en la séptima causa de muerte en 2030 y el número de casos alcance los 552 millones, o un adulto de cada 10 en el mundo.

Según las estadísticas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su siglas en inglés), unos 26 millones de personas en los Estados Unidos (hombres, mujeres y niños) han sido diagnosticados con diabetes y estima que 79 millones de adultos tienen pre diabetes, una afección que incrementa el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.

Los CDC calculan que para el año 2050, si las tendencias actuales continúan, 1 de cada 3 adultos en los EE.UU. podrían sufrir de diabetes.