“Muchos pacientes acuden a consulta creyendo que pueden estar deprimidos, cuando en realidad atraviesan un episodio de tristeza. La tristeza suele ser pasajera y surge como respuesta a una pérdida, una decepción o un acontecimiento difícil de afrontar”, explicó la licenciada Liz Aguiar, jefa de Psicología del IPS Ingavi.
Según la experta, sentirse decaído en ciertas situaciones es completamente normal. “Es una reacción natural del ser humano. Ese ‘bajón emocional’ forma parte de nuestra capacidad de adaptación”, señaló a la radio 650 AM.
Sin embargo, la clave para diferenciar ambos estados radica en la intensidad y duración de los síntomas. “La tristeza, en la mayoría de los casos, no afecta significativamente la vida diaria. La depresión, en cambio, es un trastorno del estado de ánimo que puede no tener una causa evidente, durar semanas o meses, e incluso surgir sin motivo aparente”, detalló.
Otro aspecto fundamental de la depresión es su componente hereditario. “En consulta, cuando detectamos síntomas depresivos, siempre preguntamos por la historia familiar. La depresión tiene una carga genética importante, por lo que es común encontrar antecedentes en familiares cercanos”, explicó la profesional.
La licenciada recomendó buscar ayuda profesional si la tristeza se prolonga en el tiempo o interfiere con la vida cotidiana. “Es importante no minimizar los síntomas. Si una persona siente que ya no puede manejar lo que le sucede, lo mejor es consultar con un especialista”, señaló.
Fuente: HOY
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