El ejercicio físico, tal y como han constatado infinidad de estudios, es bueno, muy bueno para la salud. De hecho, la práctica de ejercicio no solo tiene beneficios sobre un sinfín de enfermedades como las cardiovasculares, la obesidad y la diabetes, sino que también previene el deterioro cognitivo asociado a la edad y, por ende, la demencia. Pero, exactamente, ¿qué cantidad de ejercicio deben realizar las personas mayores para preservar su función cognitiva, caso de la capacidad de pensamiento? ¿Y durante cuánto tiempo? Pues según un estudio dirigido por investigadores del Centro Médico Beth Israel Deaconess en Boston (EE.UU.), no es necesario ‘sudar’ demasiado. Y es que según los resultados, 52 sesiones de ejercicio de una hora de duración a lo largo de seis meses son suficientes para que las personas mayores experimenten una mejoría significativa de sus capacidades de pensamiento.
Como explica Joyce Gomes-Osman, director de esta investigación publicada en la revista «Neurology Clinical Practice», «a día de hoy contamos con evidencias muy sólidas que sugieren que la práctica regular de ejercicio puede mejorar la salud cerebral, por lo que nuestro objetivo era aplicar estos hallazgos científicos a las vidas de nuestros pacientes, sus familiares e, incluso, las nuestras. Para otras formas de tratamiento, caso de la administración de fármacos, a los pacientes se les prescriben una dosis o cantidades específicas. Así, nuestro trabajo destaca la necesidad de establecer estas cantidades específicas también en el caso del ejercicio».
Apto para todos los públicos
Para llevar a cabo su revisión o ‘metanálisis’, los autores analizaron los resultados de 98 ensayos clínicos aleatorizados llevados a cabo con la participación de 11.061 mujeres y varones con una edad promedio de 73 años, el 59% de los cuales tenía sus funciones cognitivas ‘intactas’, el 26% había sido diagnosticado de deterioro cognitivo leve, y el 15% restante padecía demencia.
Los autores se centraron en la duración, intensidad, frecuencia y cantidad del ejercicio realizado por los participantes en cada uno de los estudios. Y de acuerdo con los resultados, la práctica de al menos 52 horas de ejercicio durante un periodo de seis meses mejoró la velocidad de procesamiento –esto es, el tiempo que se requiere para completar una tarea mental– tanto en los mayores con buena salud cerebral como en aquellos con deterioro cognitivo leve. Es más; estas 52 horas semestrales también mejoró la función ejecutiva y la capacidad de pensamiento en los participantes que disfrutaban de unas funciones cognitivas intactas. Por el contrario, los mayores cuya práctica de ejercicio no alcanzó las 34 horas al cabo de seis meses no experimentaron ninguna mejoría en sus capacidades de pensamiento.
Los mayores que suman 52 horas de ejercicio físico en un periodo de seis meses experimentan una mejora de sus capacidades de pensamiento
Y llegados a este punto, ¿qué cantidad de ejercicio hay que realizar para mejorar la memoria? Pues, de haberla, no se sabe. Y es que los resultados no pudieron hallar ninguna frecuencia o cantidad de actividad física, por muy elevadas que fueran, que pudieran mejorar la capacidad de memoria.
Sea como fuere, el ejercicio regular mejora la capacidad cognitiva de los mayores. Pero, ¿qué tipo de actividad física hay que llevar a cabo para obtener este beneficio? Pues de acuerdo con los resultados, da igual. Ejercicio aeróbico –caso de pasear, correr o montar en bicicleta–, ejercicio de resistencia o, incluso, los denominados ‘ejercicios mente-cuerpo’ como el yoga o el Tai Chi. Todos son beneficiosos para la salud cerebral. Siempre que se practiquen de forma regular y sostenida.
Hay que hacer ejercicio
En definitiva, y con objeto de disfrutar de una buena salud cognitiva, debe requerirse que las personas mayores realicen ejercicio y que perseveren. Y es que el beneficio solo se obtiene con el paso de los meses, no habiéndose observado ninguna relación entre la cantidad semanal de ejercicio y una mejora de las capacidades de pensamiento.
Como refiere Joyce Gomes-Osman, «solo la duración total del ejercicio se asoció con esta mejoría. Pero nuestros resultados también ofrecen una visión más profunda. Dado que la mayoría de participantes –hasta un 58%– eran sedentarios en el momento de su inclusión en los ensayos clínicos, nuestro trabajo sugiere que la práctica de ejercicio para combatir el sedentarismo podría ser una razón para esta mejora de las capacidades del pensamiento».
Así, concluye el director de la investigación, «según nuestros hallazgos, parece que se requiere un programa de ejercicio a largo plazo para mejorar las capacidades de pensamiento. Es ciertamente interesante comprobar que incluso aquellas personas que tomaron parte en programas de ejercicio de menor intensidad también lograron este beneficio. No todo el mundo tiene la motivación o fuerza de voluntad para iniciar un programa de ejercicios de alta intensidad, pero todos podemos beneficiarnos de un plan físicamente menos exigente»
No hay comentarios:
Publicar un comentario