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Consejos útiles y prácticos para reducir riesgo de contraer cáncer

Alcohol, tabaco y obesidad son los tres factores claves que más inciden en el riesgo de contraer el cáncer. Todos los estudios clínicos y las evidencias epidemiológicas de organismos internacionales de referencia coinciden en que una vida saludable basada en la práctica de ejercicios físicos y una alimentación balanceada y sana –que evitan el estrés– son importantes para reducir el peligro de contraer la enfermedad.

1. Alimentación con base en vegetales

Las frutas y verduras son lo mejor y hay que consumirlas diariamente como fuente de vitaminas y minerales. Protegen realmente frente al riesgo de una gran variedad de cánceres como el de esófago, estómago, colon, recto y páncreas.

Consumiendo vegetales estamos incorporando al organismo gran cantidad de micronutrientes como los “antioxidantes” que luchan contra los peligrosos radicales libres. Como ejemplos de antioxidantes citamos los beta-caroteno (se encuentra en la zanahoria, remolacha, espinacas, berro, brócoli); el licopeno (tomate, sandía); cianidina (manzanas, uvas). El ajo contiene alicina y su poder anticanceroso es bastante conocido. Se recomienda comerlo crudo, pues al cocinarlo pierde el 90% de sus beneficios para el organismo.

Los cítricos se recomiendan siempre, pues eliminan el Helicobacter pylori causante de úlceras que pueden derivar en cáncer de estómago, dicen estudios de la Universidad de Harvard. Además un alto nivel de Vitamina C en la sangre reduce el riesgo de bacterias que producen tumores digestivos malignos. Comer plátanos también se asocia a la reducción del peligro de cáncer renal.

2. Menos grasas

Tener un peso normal, según la norma del índice de masa corporal, es fundamental: esto implica consumir menos grasas.

La obesidad es un factor de riesgo muy gravitante en el desarrollo del cáncer, aparte de otras enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión arterial o los problemas cardiovasculares, primera causa de muerte en Paraguay.

El consumo exagerado de grasas se asocia a ciertos tipos de cáncer como el de colon, próstata, páncreas, mama, endometrio, riñón y esófago.

3. No al tabaquismo

Que fumar produce cáncer está escrito en todas las cajetillas de los cigarrillos. El problema está en que poco o nada importa al fumador, que es el más propenso a desarrollar cáncer de pulmón, aunque también podría llevar a otros tipos de cánceres como de boca, laringe y esófago; estómago, próstata y colon. Se estima que entre un 25 y 30% de muertes por cáncer están relacionadas con el tabaco. Esto significa 5 millones de fallecimientos en el mundo cada año.

“El tabaco es el único producto de consumo legal que mata cuando es utilizado como lo recomienda el fabricante”, es decir fumándolo, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).

4. Limitar el alcohol

El Código Europeo Contra el Cáncer reduce a dos las bebidas al día para los hombres y una para las mujeres.

El exceso de alcohol predispone a contraer cánceres en el tracto respiratorio y digestivo y acelera el proceso del desarrollo de la enfermedad con la afluencia de otros factores como el tabaquismo.

Se estima que a mayor consumo de alcohol existe un riesgo mayor de desarrollar cáncer de la cavidad oral, faringe, esófago y laringe. También se relacionan al consumo del alcohol con los cánceres de hígado, recto, páncreas y mama.

Esto sin contar obviamente la gran influencia que tiene el alcohol en los accidentes de tránsito en nuestro país.

5. Menos carne roja

Disminuyendo el consumo de carne roja evitamos grasas. En contrapartida, debemos consumir más carne magra, pollo sin piel, pescados. Las células cancerígenas se desenvuelven en un ambiente ácido que se propicia con las carnes rojas.

Según informes del John Hopkins Hospital “la carne roja también contiene antibióticos para el ganado, hormonas de crecimiento y parásitos, todos dañinos, especialmente para una persona con cáncer”.

6. La sal

Muchas sales, especialmente las de mesa, contienen sustancias cancerígenas que se utilizan para blanquearlas. Es mejor optar por sales marinas u orgánicas.

7. Consumir menos alimentos azucarados

El azúcar es un alimento estimulante del cáncer. Al eliminar el azúcar se elimina un alimento que fortalece la proliferación de células cancerígenas. Los sustitutos del azúcar que contienen aspartamo son dañinos, por eso es mejor utilizar productos naturales. Un buen sustituto del azúcar es la miel de abeja o la melaza, tampoco en exceso.

8. Sobre los embutidos y ahumados

Reducir el consumo de alimentos en salazón, vinagre y ahumados es una recomendación de la Sociedad Americana de Oncología (ASCO).

La Sociedad Vegetariana Británica señala que las carnes curadas con sal contienen nitratos y nitritos que se han relacionado con el cáncer. Los alimentos ahumados contienen varias sustancias químicas cancerígenas semejantes a las que se encuentran en el humo del cigarrillo.

Las dietas ricas en grasas provenientes de las carnes aumentan la producción de ácidos biliares cancerígenos en el intestino grueso. El consumo de salchichas, chacinados elevan el riesgo de cáncer de páncreas.

9. La cocción adecuada

A la hora de cocinar los alimentos se deben preferir los hervidos, asados y hechos al vapor. La vaporización de vegetales durante tres a cuatro minutos ayuda a preservar sus valores nutricionales y alimenticios y mejora su poder combativo de enfermedades cancerígenas.

Si bien las carnes a la parrilla reducen el nivel de grasas y calorías, hay que tener cuidado con las elevadas temperaturas del fuego que pueden dar lugar a formación de sustancias llamadas heterocíclicos que fomentan la presencia del cáncer. Se debe esperar que el carbón esté bien encendido antes de cocinar los alimentos. Tampoco deben ser sobrecocinados exageradamente, sino en su punto.

Si hay que freir los alimentos es preferible el aceite de oliva o vegetal, así como para aliñar ensaladas y otros platos.

10. La soja protege

Según la Unión Vegetariana Internacional, en Japón y China la baja incidencia del cáncer de colon y mama ha sido asociada al gran consumo de la soja.

Se puede consumir soja en productos como el tofu y la carne de soja.

Los enfermos de cáncer deben sustituir la leche, que produce en el cuerpo flemas que alimentan el mal, por la leche de soja.

11. Sobre suplementos nutritivos ¿qué hay?

El Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer recomienda obtener los nutrientes que requiere el organismo de los alimentos mismos. Los suplementos nunca reemplazan a una dieta saludable. Para esta organización los suplementos nutritivos, tan de moda, por lo tanto no son muy efectivos en prevención.

No obstante, para las personas con cáncer, los suplementos alimenticios ayudan a construir el sistema inmune (antioxidantes, vitaminas, minerales, ácidos esenciales) y contribuyen a que el propio organismo genere células que destruyen las células dañadas, no deseadas o innecesarias.

12. Incluir más fibras

Frutas, verduras, cereales integrales y las legumbres son fuente importante de fibras para el organismo. En la dieta las fibras son beneficiosas y protectoras frente al cáncer colorrectal y de mama, entre otros tipos.

La fibra ayuda a reducir el tiempo entre la ingestión y la eliminación de materiales de desecho del organismo, por eso reduce la presencia de sustancias cancerígenas en el intestino.

13. Ejercicios físicos

La actividad física habitual ayuda a proteger la salud en forma integral.

Entre unos 30 a 45 minutos al día son perfectos para mantener un cuerpo sano y alejar cualquier tipo de enfermedad reduciendo los riesgos de cáncer. Los ejercicios además ayudan al corazón, al sistema respiratorio y al sistema digestivo.

14. Los lácteos

El calcio es un buen aliado en la dieta “anticáncer”. Es fundamental para prevenir el cáncer de colon y de huesos.

Lo aconsejable es una dieta rica en lácteos, pero siempre bajos en grasas.

Una dieta saludable

En resumen una dieta saludable, según las Guías Alimentarias del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (pirámide alimentaria), debe contener:

Principalmente frutas, verduras, granos integrales y productos lácteos de bajo contenido en grasas (lights).

Incluye en la alimentación carnes magras, aves de corral, pescados, legumbres, huevos y frutos secos.

Pocas grasas saturadas, grasas trans, colesterol, sales (sodio) y azúcares agregadas.

LAS CLAVES
Los radicales libres y los antioxidantes


Los radicales libres son partículas altamente reactivas que originan diversos tipos de enfermedades, entre ellas varios cánceres. Aunque son partes esenciales del metabolismo se forman como resultado de la oxidación en el cuerpo, como producto del alcohol, el estrés, la contaminación del aire, contacto con pesticidas, drogas, químicos, etc.

Cuando su presencia excede los valores tolerables por el organismo se desencadena una serie de distorsiones como destrucción de células, mutación de células malignas, desarrollo de tumores, inflamaciones.

Una protección natural contra ellas son los antioxidantes que las combaten y se encuentran en la dieta vegetariana, asegura la Sociedad Vegetariana Británica.

Son fuentes de antioxidantes los betacarotenos (verduras verdes, amarillas, rojas y anaranjadas), vitamina C (frutas cítricas y verduras), vitamina E (cereales, frutos secos, semillas, perejil, brócoli, espárragos), selenio (cereales de grano entero, germen de trigo y salvado, cebollas, ajo y champiñones).

LAS CIFRAS

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo. Cada año las cifras rondan los 7,6 millones de fallecidos por causa del cáncer y 12,7 millones de diagnóstico de nuevos casos.

A nivel mundial un 12 a 13% de todos los fallecimientos son por cáncer, de los cuales un 68% se da en los países de baja y mediana renta (subdesarrollados).

El cáncer es la segunda causa de muerte en el Paraguay, después de las enfermedades cardiovasculares, con una incidencia del 15% de muertes registradas (con causa definida y asistencia médica).

Y la principal causa de muerte debida al cáncer en Paraguay es el de cuello uterino, que afecta cada año a unas 1.300 mujeres. Luego sigue el cáncer de pulmón, que mata a unas 1.000 personas cada año. Las cifras podrían ser más debido al subregistro existente.

¡Ojo con los plásticos!

Según el Hospital John Hopkins de Baltimore, considerado el número uno de los Estados Unidos, el plástico produce gran cantidad de dioxinas, que son sustancias cancerígenas.

Por eso las siguientes recomendaciones:

- No utilice plásticos ni envoltura de plástico en el microondas.
- No ponga botellas plásticas en el congelador.
- En lugar de plásticos para la cocción de alimentos se recomienda utilizar envases de vidrio, pyrex o cerámicos.
- Las envolturas plásticas cuando se utilizan en alimentos para cocinar en el microondas son peligrosas. Es mejor utilizar en su reemplazo el papel toalla.

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