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Otoño y enfermedades cutáneas que mejoran con el verano.

Tras el descanso veraniego, retomamos muchas de nuestras actividades. Volvemos al trabajo, los niños al colegio y también retornan algunas enfermedades.

La luz solar es necesaria para la vida. Nos ayuda a obtener hasta el 90% de la vitamina D que necesitamos, refuerza el sistema inmunológico, el nervioso, etc. También proporciona buen estado de ánimo a la mayoría de las personas, evitando la aparición de trastornos psiquiátricos.

Muchas son las patologías que mejoran con el verano, enfermedades reumáticas, psiquiátricas, etc. Y algunos problemas dermatológicos también se comportan de forma diferente según la época del año. Sin duda, la piel es la primera zona de nuestro organismo que recibe el bienestar, pero también puede ser la mayor perjudicada si no se adoptan las precauciones adecuadas. Existen ciertas alteraciones dermatológicas que en verano mejoran de forma casi mágica.

El sol, tomado con moderación, en general mejora los cuadros acneicos, aunque si la exposición solar es excesiva se produce un efecto secundario y los síntomas pueden exacerbarse. La psoriasis es otra afección cutánea cuyos síntomas mejoran de forma notable tras una exposición a la radiación del sol; también el eccema atópico es una dolencia que se ve aliviada por la acción de las radiaciones solares

Durante el verano nos hemos protegido del sol para evitar quemaduras y prevenir lesiones más graves como el cáncer de piel. Y también, vemos como algunas lesiones cutáneas han mejorado o desaparecido durante nuestras vacaciones estivales. Pero con la caída de las hojas, el cambio horario y la más que segura reaparición del estrés y las prisas, también rebrotan algunas enfermedades de la piel.

La psoriasis afecta aproximadamente a un 2% de la población. Las placas de psoriasis evolucionan mejor con el sol. Durante el verano la mejoría puede llegar a blanquear gran parte de las lesiones, haciendo posible que disminuyamos el tratamiento con las pomadas que usamos habitualmente. Sin embargo, con mucha seguridad reaparecerán las placas cutáneas y retomaremos el tratamiento. Este debe ajustarse a cada paciente y en la psoriasis leve moderada se sustenta en tratamientos tópicos con queratolíticos, alquitranes, derivados de la vitamina A y D y los corticoides. Debemos evitar los factores agravantes o precipitantes de nuevas lesiones, como los traumatismos, el estrés emocional, infecciones, consumo de alcohol y tabaco. Y sería muy beneficioso que pudiéramos tomar baños de sol breves y con protección solar de las zonas afectadas. Por último, sería muy recomendable una visita a su médico de familia para retomar y recordar las medidas de tratamiento y control de esta enfermedad, así como detectar complicaciones como la artritis psoriásica.



(Psoriasis leve)

La dermatitis seborreica también se hace más evidente a partir del otoño. Afecta más a hombres y puede llegar hasta un 5% de la población. Se presenta como placas enrojecidas con descamación en zonas seborreicas. Estas zonas son el cuero cabelludo, la cara, el pecho, la zona media de la espalda y la zona genital. Aparece también en niños muy pequeños, siendo típica la aparición de una costra en el cuero cabelludo. Aunque no tiene un tratamiento curativo se puede controlar bien. En la infancia, tiende a desaparecer a los pocos años de vida. En el adulto hay que intentar evitar los factores que desencadenan los brotes: estrés, obesidad y otros. El tratamiento consiste en la utilización de emolientes y corticoides tópicos en los brotes agudos, evitando el uso indiscriminado de estos últimos para evitar complicaciones.

La dermatitis atópica es un proceso muy frecuente, sobre todo en la infancia donde puede alcanzar hasta el 20% de los niños. El síntoma principal es el picor y el rascado y tiende a empeorar cuando se expone a factores irritantes como el sudor, ropa de lana, disolventes químicos industriales, detergentes, humo de tabaco, pinturas blanqueadoras, productos para la piel que contienen alcohol y algunos jabones y perfumes. Durante los cambios de temperatura y de estación la enfermedad se hace más severa y la aparición de brotes es más frecuente. Siendo el verano cuando la enfermedad mejora y el otoño y la primavera cuando tiende a empeorar. En esta enfermedad especialmente se hace indispensable en cuidado continuo de la piel evitando factores desencadenantes de los brotes, evitar ropa irritante, evitar temperaturas extremas (la exposición moderada al sol puede ser beneficiosa), mantener las uñas cortas y limpias para evitar complicaciones del rascado, evitar el estrés, evitar baños prolongados, usar jabones neutros o ácidos, mantener bien hidratada la piel y seguir los consejos de su médico. Puede ser necesario la utilización de corticoides en pomada y de fármacos para aliviar el picor.

El acné es una enfermedad cutánea muy frecuente. Puede aparecer hasta en el 95% de los adolescentes. Inicialmente hay producción de seborrea, comedones (o puntos negros), alteraciones bacterianas locales y aparición de lesiones inflamatorias. El acné empeora durante el invierno y mejora en verano, probablemente debido al efecto beneficioso del sol. Son múltiples sus variantes clínicas y sus clasificaciones. El tratamiento por tanto, es muy complejo y debe individualizarse para cada paciente y para cada tipo de acné. Las formas leves se pueden controlar con pomadas y cremas y las formas graves se tratan con medicación oral pudiendo ser necesaria la participación del dermatólogo y del ginecólogo (en los acnés hormonodependientes).



(Acné leve)

En las formas graves el sol no es la panacea, por lo que se aconseja no abandonar el tratamiento, pero sí lo es en las formas leves y moderadas. En estos casos, las lesiones cutáneas se alivian y reducen, lo que significa que pueden reducir el tratamiento habitual u olvidarse de él durante unos meses si se toma el sol de forma regular pero moderada.

El sol del verano, los baños en el mar, el aire de la montaña y las vacaciones suponen un descanso y una recarga para nuestra mente y nuestro cuerpo. La piel también recibe ese bienestar. Con la llegada del otoño y de nuevo a la rutina, también debemos retomar el cuidado de nuestra piel para mantenerla sin brotes el mayor tiempo posible.

Fuente: ABC blog

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