Uno es lo que come pero también lo que bebe. Aunque a eso, por lo general, no se le da tanta importancia. El exceso de calorías o el sobrepeso suelen asociarse más con el consumo de alimentos sólidos más que con las gaseosas. Y también se mantiene, casi como un dogma inmutable, aquello de "beber dos litros de agua por día". ¿Pero es tan así? ¿Cuánto y qué hay que tomar?
Todavía no ha sido posible determinar experimentalmente las necesidades de agua de una persona normal . Esto se debe a la gran capacidad de adaptación a distintos niveles de consumo de líquidos que tiene el ser humano", explica un especialista del Centro de Nutrición Humana de la Universidad de Johns Hopkins, en los Estados Unidos.
Para saber cuánto hay que tomar por día, el mejor indicador es la sed. " La necesidad de agua en el organismo está determinada por su metabolismo , las condiciones ambientales y el grado de actividad que realice. Eso provoca que estas necesidades sean extremadamente variables. No sólo varían de un individuo a otro, sino en una persona día a día o en diferentes momentos del día", comenta un nutricionista.
Para un adulto sedentario que viva en climas templados, la cantidad mínima de agua estimada para reponer las pérdidas normales, es decir, por piel, vía respiratoria, urinaria y fecal, es de 1 a 1,3 litros por día. "Pero a medida que se aumenta la actividad física y/o exposición al calor, aumentan las pérdidas de agua y pueden duplicarse, triplicarse e incluso cuadruplicarse esos valores si las personas son muy activas o se viven en climas muy cálidos", apunta.
En los Estados Unidos están preocupados con la ingesta de calorías extra provenientes de las bebidas con azúcar , como las gaseosas. La calorías que aportan esos productos representan la mitad de la ingesta calórica de los habitantes de ese país desde fines de los años 70. Y según algunos expertos es la responsable, en parte, de la epidemia de obesidad que vienen padeciendo
La importancia de la cantidad y calidad de lo que se bebe no está sólo relacionada con una ecuación calórica o de compensación de líquidos, sino que además es muy importante para mantenerse saludable.
"En general, se acepta que el consumo diario abundante de agua, otros líquidos o alimentos ricos en fibras contribuyen a 'lavar' rápidamente los carcinógenos contenidos en la dieta y aumentan el tránsito intestinal, disminuyendo el contacto con las sustancias peligrosas", explica un profesor titular del Laboratorio de Oncología Molecular de la Universidad Nacional de Quilmes.
En síntesis, un hombre adulto con actividad física moderada y habitante de zonas templadas debería ingerir 3,7 litros por día (700 cc vía alimentos y unos 12 vasos de líquidos); y una mujer en las mismas condiciones,
2,7 (500 cc por alimentos y 9 vasos).
¿Cuántos vasos ya tomó hoy?