Día tras día se desmiente la idea de que existen drogas o adicciones “blandas” y drogas o adicciones “duras”. Todas las adicciones tienen su perfil de daño y de conducta negativa, en especial en grupos particularmente vulnerables como los niños y los adolescentes.
Un simposio organizado por la Asociación Americana de Psiquiatría Infantil y de Adolescentes llevado a cabo en Boston (EE.UU.) en octubre del corriente año, expuso un tema que nos preocupa a todos: las consecuencias de la exposición prenatal a marihuana y nicotina sobre el desarrollo y las aptitudes neurológicas de niños y adolescentes.
Hasta este momento habían sido relativamente pocos los estudios que habían analizado los efectos a largo plazo de la exposición a la marihuana dentro del útero materno. Pero en la reunión de expertos se comentaron los trabajos llevados a cabo sobre 4.700 parejas madre-hijo en las que se recabó el consumo gestacional de marihuana en la década del ’80, y mientras estas mujeres cursaban el cuarto y el séptimo mes de su embarazo. Se trataba de jóvenes madres (alrededor de 22 años en promedio) que utilizaban marihuana con una frecuencia de 2 veces al mes y alcohol, a razón de 3 veces o menos a la semana. Se analizó en las participantes los efectos sobre el desarrollo cognitivo y de conducta en sus hijos, a los 10, 14 y 16 años.
El uso de esta sustancia adictiva se asoció de manera significativa con mayores porcentajes de déficits de atención e impulsividad a los 3, 6 y 14 años de edad. Otro tanto sucedió con el rendimiento escolar y las tasas de delincuencia, a los 6, 10, 14 y 16 años.
Al llegar a los 10 años, los hijos de usuarias de marihuana exhibían mayor proporción de síntomas depresivos, bajo rendimiento académico y en las pruebas de planificación visual y de memoria.
Del mismo modo, entre los descendientes de mujeres que fumaron durante el embarazo se observó mayor tendencia a la adicción.
Nicotina y desarrollo neurológico
El hábito de fumar cigarrillos comunes no está exento de eventuales deterioros o deficiencias neurológicas en los hijos. Los efectos observados en estos casos fueron primordialmente alteraciones en la atención visual y auditiva, tanto en hijos de fumadoras como en fumadores adolescentes.
Por supuesto, como con todos los estudios que analizan conductas pasadas y las relacionan con efectos actuales, puede argumentarse que existen muchos elementos que dificultan la posibilidad de extraer conclusiones firmes.
A pesar de estas objeciones, es importante configurar un cuadro de situación sobre las graves consecuencias de las adicciones a drogas, no sólo en el propio consumidor sino en su propio entorno familiar y, como los señalan estas experiencias, en su descendencia.
....."Vosotros sois la luz del mundo: una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder." Mateo 5:14
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