Así se desprende de los resultados de un trabajo del equipo del director del Programa Fundación BBVA-CNIO de Biología Celular del Cáncer, Erwin Wagner, que publica en su edición digital la revista 'The Journal of Clinical Investigation'.
En concreto, han visto que la activación del gen JunB/AP-1 en las células inmunitarias del tipo NK aumenta la producción de la molécula interferon-gamma, que ataca a las células del hígado cuando está inflamado.
Con este descubrimiento, los autores del trabajo proponen un nuevo mecanismo por el que AP-1 actúa como un arma de doble filo en el hígado, ya que sirve de primera línea de defensa frente a los virus causantes de la enfermedad, pero puede también favorecer el daño hepático según sea la dieta o la genética del paciente". "Entender el equilibrio de estas señales es fundamental para comprender la patogénesis de la enfermedad inflamatoria hepática y poder diseñar nuevos enfoques terapéuticos que reviertan la enfermedad", señala Wagner.
Las células inmunitarias del tipo NK forman también parte del microambiente que rodea a los tumores. Los investigadores apuntan por ello en la discusión del artículo que un avance en el estudio de estas células puede ser vital para el diseño de inmunoterapias que ataquen específicamente las células tumorales.
El estudio ha contado con el apoyo de la Fundacion BBVA, el European Research Council, Boehringer Ingelheim y el Ministerio de Economía y Competitividad.
En concreto, han visto que la activación del gen JunB/AP-1 en las células inmunitarias del tipo NK aumenta la producción de la molécula interferon-gamma, que ataca a las células del hígado cuando está inflamado.
Con este descubrimiento, los autores del trabajo proponen un nuevo mecanismo por el que AP-1 actúa como un arma de doble filo en el hígado, ya que sirve de primera línea de defensa frente a los virus causantes de la enfermedad, pero puede también favorecer el daño hepático según sea la dieta o la genética del paciente". "Entender el equilibrio de estas señales es fundamental para comprender la patogénesis de la enfermedad inflamatoria hepática y poder diseñar nuevos enfoques terapéuticos que reviertan la enfermedad", señala Wagner.
Las células inmunitarias del tipo NK forman también parte del microambiente que rodea a los tumores. Los investigadores apuntan por ello en la discusión del artículo que un avance en el estudio de estas células puede ser vital para el diseño de inmunoterapias que ataquen específicamente las células tumorales.
El estudio ha contado con el apoyo de la Fundacion BBVA, el European Research Council, Boehringer Ingelheim y el Ministerio de Economía y Competitividad.
EUROPA PRESS
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