Estas aguas deben reunir los siguientes requerimientos:
• Condiciones microbiológicas y fisicoquímicas que no involucren riesgos para la salud de las personas expuestas.
• Deben estar libres de organismos vectores de enfermedades que aporten riesgos para la salud de las personas.
• Y condiciones de calidad estética.
La contaminación de las aguas de recreo
Por lo general, pueden deberse a la aparición de orina y restos fecales humanos o de animales que contienen microorganismos patogénicos. Estos microorganismos ingresan en el cuerpo a través de la piel, las mucosas y el aparato digestivo, produciendo diferentes afecciones, entre las más comunes se encuentran las infecciones de piel (Micosis), de oído (Otitis), de ojos (Conjuntivitis) y las diarreas (Gastroenteritis).
Cuando se produce una infección en la piel, penetran los hongos dermatofitos, que son causantes de enfermedades como la del pie de atleta.
A pesar de que la piel contiene una barrera protectora contra las infecciones, es importante advertir que está expuesta igualmente a los daños producidos por el agua contaminada, más aún si se tienen heridas, vía que facilita el acceso de los gérmenes.
Por otra parte, la mayoría de las afecciones causadas por el baño en piscinas se localizan en las mucosas (larinofaringe, ojos y oídos), ya que el contacto directo de la mucosas con el cloro, hace que las mismas se irriten con facilidad, causando la dilatación del tejido conjuntivo que permite la entrada del germen, además, debilita la mucosa nasal.
Para evitar cualquier complicación en la salud es importante elegir con sumo cuidado los lugares de recreo.
Fuente: www.mspbs.gov.py
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