Según lo explica un material informativo del Instituto Nacional de Prevención Cardiovascular, se calcula que para el año 2025 más de 1.500 millones de personas, aproximadamente, padecerán de hipertensión arterial, uno de los factores principales individuales de riesgo de las enfermedades cardiovasculares y de los infartos. Esta última es la primera causa de mortalidad en el mundo.
“La Hipertensión no presenta síntomas visibles y, por eso, el único modo de saber si se padece es consultar con el especialista en salud cardiovascular”, resalta el informativo.
Los factores de riesgos cardiovasculares son: hipertensión arterial, ingesta excesiva de sodio (sal), sobrepeso y obesidad, sedentarismo, tabaquismo y diabetes. Si ambos padres son obesos, el 73% de los hijos/as sufre obesidad, si uno de los padres es obeso, el 41,2% de los hijos/as padece obesidad y si ambos padres son delgados sólo el 9,1% de los hijos/as tiene este problema.
Entre las recomendaciones se citan: consumir frutas y verduras, realizar ejercicios físicos y controlar el peso.
El consumo de frutas y verduras ayuda a mejorar la calidad de vida, a mantener el cuerpo sano y al buen funcionamiento digestivo.
La práctica de ejercicios físicos estimula el buen funcionamiento del sistema cardiovascular, previene enfermedades del corazón y cerebro vasculares, regula la presión sanguínea, mejora el sistema respiratorio, previene la osteoporosis, aumenta la autoestima y la confianza y disminuye el estrés, las tensiones y la ansiedad.
Logrando el peso ideal, según la edad y la talla, mejora la presión arterial, mantiene el ritmo cardíaco adecuado, se evita otros factores de riesgo como la diabetes y la hipertensión. Esto se puede conseguir, según lo explica el material, evitando la ingesta de comidas grasientas o muy azucaradas. “Si existe dificultad para bajar de peso es necesario consultar al médico y al nutricionista”, indica.
El informativo del INPCARD señala además que el sedentarismo o ausencia de actividad o ejercicio físico aumenta el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y es un factor de riesgo de enfermedades crónicas. Asimismo, perjudica a la salud física, psíquica y social, disminuye la longevidad y afecta a la calidad de vida.
Fuente: www.mspbs.gov.py
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