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Porque el vino es bueno para la salud humana?

Desde hace mucho tiempo el vino esta considerado como un elemento de base en la nutrición humana. Lo que escribió Olivier de Serres en 1600, en su Theatre de 1'Agricultura resume una opinión general que el tiempo se ha encargado de confirmar: "Después del pan, viene el vino, segundo elemento entregado por el Creador para la conservación de esta vida, y el primero celebrado por su excelencia.
Además de sus virtudes higiénicas y dietéticas, el vino, lazo de unión entre la Tierra y el Espíritu, es el solo alimento que haya respondido, sin duda y de manera ideal, a este deseo inherente a la raza humana. Ningún otro producto salido de la tierra ocupa este sitio de honor; ningún producto habla más directamente a nuestros corazones, a nuestros gustos, a nuestros recuerdos o a nuestros sueños, ni el trigo, gracias al cual el mito del "pan nuestro de cada día" es realidad para millones de hombres, ni el arroz, que asegurara la subsistencia de todo un continente, ni el café, ni el té.

Y por todo ello es por lo que el vino, alimento espiritual, cuya historia, es inseparable de la del hombre y de la civilización, guardará indudablemente y para siempre su p1aza aparte en nuestra alimentación.
Distintos estudios científicos han demostrado que los habitantes de los países que siguen la dieta mediterránea y por tanto consumen vino en cantidades moderadas tienen un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Esto llevó a la comunidad científica a estudiar este tema en profundidad, comparando los datos de diferentes países europeos con resultados en muchos casos sorprendentes y contradictorios. Tal fue el caso de Francia. Resultaba paradójico que los franceses mostrasen altos niveles de colesterol, (debido al consumo de mantequillas, natas y quesos) y, sin embargo, presentaran una mortalidad baja por problemas de corazón. A este hecho se le llamó " la paradoja francesa". Más tarde, se observó que los franceses a diferencia de los habitantes de los países nórdicos tomaban en las comidas una copa de vino tinto.
Las propiedades del vino son preciosas, innumerables, irreemplazables. Antes de enumerarlas hace falta sin embargo fijar los límites diarios que han de imponerse al consumo del vino. En efecto, para aprovechar sus numerosas virtudes, no cabe duda que es necesario no sobrepasar los límites diarios, generalmente admitidos por los especialistas en la materia y confirmados por los trabajos de laboratorio.

PROPIEDADES DEL VINO

Cuando se trata de sujetos adultos, en buen estado de salud y cuya ración alimenticia es suficiente y equilibrada "el organismo puede normalmente oxidar al maximum 500 ml de vino para un hombre y 400 ml para una mujer. Más allá de estos límites si una de las condiciones no se cumple (desnutrición, por ejemplo), el alcohol se oxida mediante procesos tóxicos que justifican su nocividad".Cuando esta dosis diaria no es sobrepasada y además se tiene la precaución de repartirla entre las dos principales comidas, el vino puede entonces desempeñar su papel de alimento tónico y benéfico.
El vino es ciertamente una bebida, puesto que contiene casi 900 gramos de agua por litro, Y los diversos elementos que le componen varían de un vino a otro, según los terrenos, los vidueños, la añada, la edad del embotellado, y, sobre todo, según los cuidados que ha recibido durante su crianza.
El valor calorico depende de dos factores: grado alcóholico del vino y azúcar que contiene. l número de calorías que aporta al organismo un litro de vino varía de 600 a 1000 con una media de 600 a 700 para el vino tinto. Los vinos blancos licorosos (tipo Sauternes) ricos en azúcar, son más calóricos que los vinos blancos secos. Los vinos dulces naturales, los vinos de licor, a la vez cargados de azúcar y alcohol, son los vinos mas calóricos.
El vino aporta al organismo todas las vitaminas contenidas en la uva, y aunque sólo fuera por esta riqueza vitamínica estimamos que no sería exagerado calificar al vino de "bebida viviente".Encontramos en nuestro vino cotidiano: Vitamina C, B2, B3, P(C2), En el vino las sales minerales (Azufre, cloro, sodio, potasio, magnesio, calcio, hierro) se encuentran incorporadas precisamente bajo su forma asimilable.
La secreción del jugo gástrico se encuentra también excitada y acrecentada por el vino. Esta bebida contiene, además, diastasas análogas a las de nuestros jugos digestivos, lo que le permite venir en ayuda de los estómagos fatigados y deficientes. Su tanino es un excitante de las fibras de todo el aparato digestivo. El uso regular de un buen vino, actuando, como estimulante de las secreciones intestinales ayuda también en la lucha contra el estreñimiento, dolencia que aflige a muchos de nuestros contemporáneos, pero sobre todo, se ha comprobado que el vino facilita poderosamente la digestión de los prótidos (carnes, pescados, ostras, quesos).
El poder bactericida del vino ha sido reconocido desde hace mucho tiempo. Esta acción bactericida del vino es debida no solamente al alcohol que contienen sino también a sus ácidos, a su tanino, al ácido sufuroso y a los eteres.Se ha comprobado que un centímetro cúbico de vino blanco, mezclado con igual cantidad de caldo de cultivo, mataba el 99 % de los colibacilos y de los bacilos del cólera y de la fiebre tifoidea. Se convierte en un agente terapéutico ya probado en la profilaxia de las enfermedades contagiosas y febriles y en ciertas infecciones toxicas, como la gripe. El buen vino caliente y aromatizado de otros tiempos, continua siendo un elemento antigripal excepcional aunque la gama medicamentosa se haya ensanchado considerablemente. Esta acción antitóxica ha sido asimismo comprobada en la prevención de intoxicaciones causadas por ciertos alcaloides tales como la esparteína y la estricnina.

El poder antioxidante del vino tinto.

A partir de ahí, la atención fue dirigida a los componentes no alcohólicos del vino tinto y al análisis de los taninos. Los taninos son sustancias naturales, astringentes y amargas que proceden de la maceración de los hollejos y de la crianza en madera. Su presencia se percibe en la lengua y en las encías . Los taninos frutales procedentes de la piel de la uva macerada en el mosto son más saludables y finos, mientras que los taninos de la madera son algo más agresivos.

Pero lo importante es que se descubrió que el pellejo de las uvas negras contiene un amplio rango de compuestos fenólicos. Concretamente ácidos fenólicos, flavonoides y resveratrol que tienen una gran capacidad de proteger a las lipoproteínas LDL de la oxidación. (Inhiben el colesterol malo, que una vez oxidado pasaría a formar una placa de ateroma en la pared de las arterias) . La "paradoja francesa" tenía su explicación : una copa de vino tinto en las comidas contribuye a evitar que las plaquetas sanguíneas se aglutinen.

Los radicales libres y el envejecimiento

Hoy se sabe que el proceso de envejecimiento así como la aparición de algunas enfermedades, se debe al efecto de los "radicales libres". Es decir, a ciertas partículas que oxidan nuestras células.tienen un cometido útil en el caso de que nuestro organismo deba luchar contra las bacterias, pero en contrapartida son responsables del endurecimiento de nuestras arterias (arteriosclerosis).

Podemos combatir los radicales libres consumiendo antioxidantes artificiales (vitamina C, vitamina E, betacarotenos) o recurriendo a una alimentación sana con altas dosis de verduras y frutas frescas, aceite de oliva y vino tinto con moderación

En sintesis:
Los beneficios del vino


EFECTO PROTECTOR DEL VINO SOBRE EL SISTEMA CARDIOVASCULAR

1. Acción antiespasmódica

2. Activación de la secreción biliar

3. Acción antibacteriana

4. Efecto antihistamínico, que atenúa las reacciones alérgicas

5. Protección de las paredes arteriales, al fortalecer el colágeno y la eslatina que las forman

6. El vino aporta minerales y oligoelementos

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Magnesio : disminuye el estrés
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Zinc : mejora las defensas inmunitarias
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Litio: equilibra el sistema nervioso
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Calcio y potasio : garantizan un adecuado equilibrio iónico y eléctrico

7. Se recomienda en casos de anemia ya que contiene medio miligramo de hierro. Además el alcohol ayuda a la absorción del hierro
8. El consumo de vino tinto moderado durante las comidas palia la pérdida de memoria por insuficiencia circulatoria cerebral propias de personas de edad avanzada.

9. Actúa contra una enfermedad muy de moda: la anorexia o falta de apetito al estimular los órganos olfativos y gustativos.

10. Estos beneficios solo se producen con dosis moderados, nunca más de 30 gramos al día.

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