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Glaucoma: primera causa de ceguera irreversible en el mundo


La detección precoz permite un abordaje eficaz de esta condición cuyo desarrollo inicial, íntimamente relacionado al aumento de la presión intraocular, es asintomático. Por esa razón, los pacientes no advierten el daño y llegan a perder hasta el 80 por ciento del campo visual. Si bien hay hombres y mujeres que lo sufren desde el nacimiento, la incidencia del glaucoma es mayor luego de los 40 años.

En respuesta a una iniciativa impulsada conjuntamente por la Asociación Mundial de Glaucoma (WGA, por sus siglas en inglés) y la Asociación Mundial de pacientes de Glaucoma (WGPA), el próximo jueves 6 de marzo se celebrará, por primera vez, el Día Mundial de la enfermedad, que actualmente está considerada la primera causa de ceguera irreversible en el mundo aunque, paradójicamente, su desarrollo puede ser tratado.

El glaucoma es una enfermedad del nervio óptico cuyo desarrollo está relacionado con el incremento de la presión intraocular y que, desde sus inicios, va provocando la pérdida de la visión periférica. Justamente, debido a que el paciente es incapaz de advertir manchas o algún tipo de indicio, por lo general los primeros estadíos transcurren de manera asintomática, con lo cual, en muchos casos las personas afectadas llegan al consultorio con cuadros muy avanzados.

En estos casos, cuando el tratamiento no es precoz aunque se puede frenar la progresión de la enfermedad, resulta imposible recuperar la visión perdida.

Por esa razón, los especialistas recomiendan realizar la consulta con el oftalmólogo quién será el encargado de realizar los estudios correspondientes para comenzar rápidamente el abordaje del glaucoma.

"Lo ideal es que se revisen los hombres y mujeres mayores de 40 ó 45 años porque si bien el glaucoma puede desarrollarse a cualquier edad, ésa es la franja que reviste la mayor incidencia. No obstante, si existen antecedentes familiares o si la persona es miope o realizó tratamientos con corticoides, también debe concurrir al especialista.

Igualmente, hoy en día, la toma de presión intraocular -principal referencia para empezar a descubrir la enfermedad pues hay un mínimo porcentaje de casos que no se relacionan con este indicador- forma parte de la consulta oftalmológica habitual. Eso permite tener un primer indicio y a partir de ahí determinar si es necesario profundizar en el estudio.

En cuanto a los valores, lo ideal es que la presión de los ojos esté entre los 12 y 18 mmHg. Si la cifra está por encima de esa barrera, el análisis se puede complementar con un fondo de ojo o un examen de campo visual", el doctor Alejo Peyret, médico oftalmólogo, presidente de la Asociación Argentina de Glaucoma (ASAG).

En la misma línea, el doctor Fernando Cataldi, médico oftalmólogo especialista en glaucoma, indicó que "la existencia de traumatismos o golpes también es un factor de riesgo para el desarrollo de esta condición que no es una sola entidad sino que es un grupo de enfermedades.

El tipo más frecuente en nuestra población -se calcula que en la Argentina el 20 por ciento de las cegueras evitables son causadas por el glaucoma aunque los pacientes no suelen advertir los cambios hasta haber alcanzado una reducción del 80 por ciento en el campo visual- es el crónico de ángulo abierto, que presenta progresión lenta y no da síntomas.

Debido a que al principio la visión central permanece intacta los pacientes no se dan cuenta hasta llegar, en algunos casos, al estado que se denomina 'caño de escopeta o visión tubular'.

El problema es que cuando las mujeres y los hombres que tienen glaucoma se empiezan a tropezar o llevar por delante personas que pasan por el costado, suele ser el indicio de que la visión central está comprometida y ya en esa instancia la afección no tiene cura. A diferencia de la catarata que es la primera causa de ceguera en el mundo, el glaucoma no es reversible".

Según comentó el doctor Cataldi, integrante de la Clínica de Ojos del Dr. Nano, institución miembro del Comité Ejecutivo para América Latina del Programa Visión 2020, iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera (IAPB), según la cual se impulsa la difusión y prevención de las enfermedades oculares, "el glaucoma puede suele ser bilateral aunque puede comenzar en un solo ojo y mucho tiempo después avanzar en el otro. Eso provoca que a menudo la progresión de esta condición que sufren aproximadamente el dos por ciento de los mayores de 40 años, sea asimétrica".

Otro tipo menos frecuente de glaucoma es el de ángulo cerrado o glaucoma agudo que puede presentar alguno de los siguientes síntomas: visión borrosa, dolor del globo ocular, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, aparición de halos de color alrededor de las luces brillantes y pérdida repentina de la visión.

Abordaje y seguimiento

Cuando el objetivo es frenar la progresión de esta enfermedad que hasta el momento no tiene cura, lo más importante es evitar la pérdida constante del campo visual. Para eso, los especialistas cuentan con diversas herramientas como por ejemplo los colirios en gotas, la realización de procedimientos quirúrgicos y, en última instancia, la colocación de un implante valvular que regule la presión.

"Lo primero que hay que hacer es bajar la presión". Por eso indicamos la administración de gotas una o dos veces por día. No obstante, en algunos casos con eso no es suficiente y entonces será el oftalmólogo el encargado de definir la realización de una cirugía con láser o bien optar por un procedimiento tradicional", concluyó el doctor Peyret.

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